El alza del transporte en el metro de Santiago originó inicialmente una protesta de jóvenes, para luego desencadenar una ola de reyertas, que por lo que se avizora puede ser el detonante de un paro nacional. No es el alza del pasaje que fustigó la presencia del pueblo en la calle. Es el pinochetismo con nuevo rostro que representa Piñera, representante de una oligarquía goda de la peor pelambre, que se ha aferrado al poder y es sostenida por grupos económicos que poco le interesa las penurias y necesidades que atraviesa el pueblo; con un precaria política de salud, sin medicamentos, con un élite que es la que tiene acceso a las universidades, sin una política de jubilación para los ancianos, con un costo de la vida en ascenso que se consume con unos paupérrimos salarios.
En Chile hemos visto estos últimos días como un pueblo venciendo el miedo, la represión, las prohibiciones a las protestas, a las reuniones políticas, a los estados de sitio y de emergencia, no ha abandonado las calles. Ciudades como Santiago, Antofagasta, Sarena, Valparaiso, Viña del Mar, Concepción, Coliumo y hasta Arica una población pequeña al norte de Chile, en los limites con el Peru también sintió la presencia contestataria del pueblo.
El Sr. Piñera que se sentía un todo poderoso con sus pares del cartel de Lima, pidiendo mas sanciones y bloqueos para nuestro país, ahora pide cacao. Así son los oligarcas cuando el miedo le toca las entrañas. Otra que escondió el bulto y ahora no dice nada es la señora Bachelet, después de la alharaca que formó con el fulano informe que aquí se violaban los derechos humanos y otras ligerezas que ni ella misma creía; ahora no dice nada de lo que esta pasando en su país y donde ella como ex jefa de Estado es copartícipe.
Lo de Chile todo el mundo sabe cómo se inicio, pero nadie sabe cómo va a terminar; ya se anuncia para hoy el inicio de un paro nacional de los sindicatos portuarios, se unirán otros sindicatos y otras organizaciones…
