El retiro de Estados Unidos del Tratado INF es solo una de las últimas movidas contra Rusia que servirán para intensificar la carrera armamentista en el continente europeo, cosa que ya está en marcha. Esto también podría obligar a Rusia a llevar las cosas al siguiente nivel.

Aparte del almacenamiento sin precedentes de armamento de destrucción masiva a escala épica, un vendaval de eventos regionales se encuentra en desarrollo, eventos que encubren consecuencias extremadamente preocupantes. Primero y principal es el anuncio formal este mes…

https://edition.cnn.com/2019/08/02/politics/nuclear-treaty-inf-us-withdraws-russia-index-html

por parte del gobierno de Trump anunciando que se retiraría del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, INF (sigla en inglés) puesto en vigencia por Mijail Gorbachov y Ronald Reagan el año 1987.

Con el INF lanzado al basural de la historia, Estados Unidos y Rusia quedan libres para diseñar y producir proyectiles balísticos y cruceros de alcance entre 500 y 5500 kilómetros. ¿Tan estúpido sería cualquier país miembro de la OTAN para albergar este tipo de armamento en su territorio, exponiéndolo a un devastador primer ataque en el peor de los escenarios posibles? Polonia es un posible candidato. Después de todo, el presidente polaco, Andrzey Duda, el año pasado ofreció a Estados Unidos la cantidad de dos mil millones de dólares…

https://worldview.stratfor.com/article/fort-trump-united-states-military-base-options-poland-russia-belarus-map

de financiamiento para la construcción de una base militar permanente de Estados Unidos en la frontera oriental de Polonia. Mientras estos dos países miembros de la OTAN todavía evalúan la idea, queda claro que la liquidación del INF augura el incremento de las tensiones entre Rusia y sus vecinos.

Por supuesto que el retiro de Washington del tratado no ocurrió en el vacío.

Se trata de la continuación del desastroso retiro de George W. Bush del Tratado ABM una de las tantas movidas oportunistas perpetradas por Estados Unidos con posterioridad al 11 de Septiembre. Con el ABM eliminado, Estados Unidos fue capaz de desplegar un escudo antimisilístico defensivo en Rumania a unos pocos kilómetros de la frontera rusa.

https://www.rt.com/news/342636-russia-us-missiles-rumania

Las proposiciones de Washington a Moscú en el sentido que le agradaría la participación rusa en el proyecto, eventualmente se revelaron como una engañosa táctica dilatoria. Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin no cayó en el engaño y sin pérdida de tiempo investigó y desarrolló una letal gama de nuevos sistemas armamentísticos, incluyendo proyectiles cruceros de propulsión nuclear de alcance ilimitado.

A estas alturas del actualizado “Gran Juego” existe la tentación de sostener que Estados Unidos y Rusia han alcanzado una nueva situación MAD es decir, una “destrucción mutua asegurada” si una u otra de las partes atenta al destino lanzado un primer ataque. Como si fuera un jaque mate. Después de todo, Rusia posee misiles crucero de propulsión nuclear “indetenibles” y otros aterradores armamentos. Por su parte Estados Unidos cuenta con su escudo anti misilístico y numeroso armamento en la OTAN firmemente estacionado en Europa. Todo está muy bien en el vecindario ¿Verdad? -- Bueno, no exactamente.

Comparando el actual empate entre Estados Unidos y Rusia con las realidades de la Guerra Fría resulta equívoco y peligroso debido a una serie de razones. Primeramente, la posibilidad de un accidente que desemboque en una guerra total nunca ha sido mayor. La razón no se debe simplemente a la actual y abrumadora capacidad de fuego sino debido a la proximidad de este poder de fuego a la frontera de Rusia. Durante el empate de la Guerra Fría, Moscú el centro nervioso del imperio soviético estaba bien resguardado por los estados tapones de las repúblicas del Pacto de Varsovia. Actualmente, ese tapón prácticamente se ha desvanecido y la OTAN no solo se ha instalado de manera profunda en la Europa Oriental sino que en el caso de los Estados del Bálticos de Estonia y Latvia está adherida a la frontera rusa.

https://geoawesomeness.com/top-14-maps-charts-explain-nato/

Aunque el concepto de tiempo, distancia y espacio se ha tornado redundante debido a la excepcional velocidad de los misiles y de los aviones, esto no ha reducido la posibilidad que la OTAN y Rusia de manera accidental caigan en una muy mala situación.

Actualmente con el Tratado INF cancelado está la posibilidad que Washington instale misiles de alcance intermedio en el patio trasero de Rusia.

Tal movida se alinearía con la revisada doctrina nuclear de Washington la cual no solo considera aumentar su arsenal nuclear sino –en el puro estilo del Dr. Strangelove—reducir el umbral a través del cual se pudiera emplear el armamento nuclear. Creer que Rusia contemplará de brazos cruzados como Estados Unidos destruye el equilibrio estratégico regional a su favor, sería hacerse castillos en el aire.

Cuando el cadáver del Tratado INF aún estaba tibio, Mark T. Esper, el nuevo secretario de estado para la defensa, sostuvo que él apoyaba el despliegue en Asia de los nuevos misiles…

https://thediplomat.com/2019/08/us-defense-secretary-we-would-like-new-post-inf-treaty-missile-capabilities-in-asia/

norteamericanos basados en tierra, sin especificar ubicación alguna.

“Justo sería decir, sin embargo, que nos gustaría desplegar tal capacidad más temprano que tarde” dijo Esper mientras viajaba hacia Australia para participar en reuniones sobre política exterior. “Yo preferiría decir meses. Sencillamente no conozco la situación actual en relación a la cronología”.

Mientras tanto, se informa que el Pentágono adelanta el desarrollo de sistemas misilísticos, incluyendo misiles crucero con un alcance esperado de mil kilómetros y de un proyectil balístico de alcance intermedio de tres mil a cuatro mil kilómetros. Con el “escudo” anti misilístico de Estados Unidos ya instalado en Europa Oriental, Rusia no se va a cruzar de brazos sin hacer nada esperando que la otra mano de la OTAN agarre la espada.

¿Qué opciones habría para Rusia en este contexto? Aparte de sus sistemas defensivos propios ya mencionados, Moscú se sentirá muy forzado a desplegar sus capacidades de ataque más cerca de Estados Unidos con el propósito de equilibrar las recién descubiertas capacidades justo al otro lado de la frontera rusa.

Putin ha hecho hincapié en el sentido que Rusia no desplegará misiles balísticos a menos que Estados Unidos lo haga primero. ¿Si fuera necesario responder, consideraría Rusia una base misilística permanente en alguna parte de América Latina a unos pocos kilómetros de la costa norteamericana que sea equivalente a la misma situación que Rusia enfrenta en Europa Oriental? Imaginémonos una situación donde “el muro mexicano de Trump” en realidad se convierta en una gama de plataformas rusas de lanzamiento. A pesar que esto resolvería el problema migratorio de Estados Unidos, probablemente no serviría mucho para que los norteamericanos durmieran mejor de noche. Por supuesto que no es posible imaginarlo pero ese es el nefasto escenario que Rusia enfrenta en su propia frontera con los Estados Bálticos.

No obstante, un escenario más plausible sería que Putin en caso que Trump “se torne nuclear” en Europa Oriental, despliegue las veinticuatro horas del día submarinos sigilosos armados con proyectiles balísticos cerca de las costas de Estados Unidos a modo de póliza de seguros. Se trata de considerar una nueva y espantosa realidad, no obstante, si Estados Unidos continúa con su insensata actitud liquidando acuerdos, será una realidad con la cual el mundo tendrá que vivir.

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Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona