S-400 formidable amenaza para la industria armamentista de EEUU mas de lo que usted cree

Por lo general, cuando aquí se discute sobre sistemas de defensa antiaérea nos referimos a los sistemas rusos que en años recientes se han hecho famosos, en particular el S-300 y sus variantes y el S-400. Su instalación en Siria ha reducido la capacidad de fuerzas aéreas tales como la de EE.UU e Israel para atacar al país, aumentando de este modo la vergonzosa posibilidad que sus cazas de cuarta y quinta generación sean derribados.

Los sistemas antiaéreos capaces de derribar aviones de quinta generación producirían un efecto devastador en el mercadeo y las ventas de equipos militares norteamericanos, mientras que simultáneamente, aumentaría el interés y las ventas de equipos militares rusos. Como a menudo lo he declarado en otros análisis, el papel de Hollywood en el mercadeo tanto hacia aliados como enemigos de la creencia que los equipos militares norteamericanos son invencibles (y los aliados viéndose obligados a comprar tales armamentos) lo cual es muy importante para las estrategias de proyección bélica y de poderío de Washington.

Estados Unidos se encuentra enfrentado a una situación que no se le había presentado durante los últimos cincuenta años, es decir, un ambiente en el cual no puede pretender automáticamente disfrutar de ninguna superioridad aérea cualquiera sea el carácter de un sistema antiaéreo que pudiera hasta el momento haber sido capaz de plantear cualquier amenaza concebible a la maquinaria de guerra del Tío Sam y que ha sido de rudamente descartado por una andanada de misiles crucero. Para mencionar dos excelentes ejemplos eso ocurrió en Siria el año pasado…

http://tass.com/defense/999760

cuando misiles de última generación fueron interceptados y derribados por sistemas rusos y sirios que tienen décadas de antigüedad.

En tanto el sistema S-400 que nunca ha sido empleado en Siria, vale la pena mencionar que los sistemas sirios S-125 tuvieron éxito identificando y derribando al avión sigiloso norteamericano F-177 durante la guerra en los Balcanes.

Existe un aspecto aún más secreto sobre el sistema S-400 que no se conoce ni siquiera en Rusia. Tiene que ver con la capacidad del sistema para captar datos a través de sus sistemas de radar. Vale la pena mencionar la alarma del vocero del Departamento de la Defensa, Eric Pohon, sobre la futura adquisición por parte de Turquía del sistema S-400.

/"Estamos claros que la adquisición del S-400 crearía un riesgo inaceptable ya que su

sistema de radar podría brindar a los militares rusos información delicada sobre el

F-35. Tales preocupaciones no pueden ser atenuadas. El S-400 es un sistema construido

en Rusia para tratar de derribar aviones como el F-35 y esto es inconcebible de imaginar./

Ciertamente que en caso de un conflicto armado la capacidad del S-400 para derribar un aparato de quinta generación causa una enorme preocupación para Estados Unidos y sus aliados que han invertido mucho dinero en semejante aparato. Del mismo modo, un país miembro de la OTAN que prefiere un sistema ruso en vez del norteamericano es una causa de alarma. Todo esto, dejando de lado el hecho que el S-400 está siendo desplegado alrededor el mundo, desde China hasta Bielorrusia y hay decenas de países haciendo cola para adquirir la capacidad de sellar sus cielos contra las benevolentes bombas de la libertad. Se trata de un excelente garrote para mantener a raya a Washington.

Pero estas preocupaciones no son nada cuando son comparadas con la amenaza aún más grave que plantea el S-400 a la industria armamentista norteamericana, es decir, su capacidad para recolectar datos sobre los sistemas sigilosos de Estados Unidos.

Técnicamente, la última ventaja que Estados Unidos mantiene sobre sus adversarios es la tecnología sigilosa. La efectividad del sigilo ha sido debatida ampliamente durante mucho tiempo dado que sus costos podrían en realidad superar sus supuestos beneficios. Pero, leyendo entre líneas, lo que surge de las preocupaciones de Estados Unidos sobre el sistema S-400 sugiere que Moscú ya es capaz de detectar los sistemas sigilosos combinando los radares del S-400 con aquellos de sus instalaciones antiaéreas, tal como ha sido el caso…

https://www.businessinsider.com/photos/russian-su-35-pilot-f-22-dogfight-2018-9%3Fir%30t

en Siria (a pesar de los desmentidos de Washington).

La capacidad del S-400 para captar datos tanto del F-35 como del F-22, ambos joyas del complejo militar industrial de Estados Unidos es causa de las noches de insomnio de los planificadores militares norteamericanos. Lo que particularmente les ocasiona pesadillas, es que para que el S-400 funcione en Turquía tendrá que ser integrado a los actuales sistemas de identificación "amigo—enemigo" (IFF sigla en inglés) de Turquía, los que a su vez son parte de los datos tácticos militares de la red de vínculos de la OTAN conocida como Vínculo 16.

Este sistema tendría que ser instalado en el S-400 con el propósito de integrarlo a la red defensiva de Turquía, que posiblemente podría transmitir información estrictamente reservada para los rusos lo cual podría incrementar la capacidad del S-400 para funcionar eficientemente dentro de un sistema no diseñado para albergar semejante sistema armamentístico.

El riesgo final es que si Turquía operara sus F-35 cerca del S-400 el sistema del Link 16 revelaría mucha información en tiempo real acerca del sistema sigiloso. En tanto, Moscú podría recrear el perfil sigiloso del F-35 y del F-22 y de este modo dejaría sin sentido la inversión de 1,16 billones de dólares para producir tres mil F-35.

Lo que debemos tener presente en nuestra era tecnológica es que una vez que las ondas del radar del F-35 hayan sido identificadas sería posible poner en práctica una estratagema militar recreando señales ficticias del F-35 para enmascarar el avión propio con esa forma e impedir que los sistemas IFF del enemigo sean capaces de distinguir la diferencia entre un amigo o un enemigo.

De particular importancia es la activa colaboración entre Rusia y China en los sistemas de defensa antiaérea. Particularmente el S-400 ha sido activado y está en servicio en China desde hace varios años y debería suponerse que existe una corriente informativa compartida en curso entre Moscú y Beiyín respecto de la tecnología sigilosa.

Resulta que el S-400 es un sistema armamentístico de múltiples propósitos que resultó ser más letal de lo que se creía. Por lo tanto, no sería sorprendente encontrarlo en Cuba y Venezuela. La belicosa retórica de Washington contra estos dos países llegaría a un brusco final.

Pero lo que más temen los planificadores militares norteamericanos del S-400 no es lo bochorno para el F-35 y F-22 sino las dudas que plantea en torno a la eficacia de los aviones sigilosos en la mente de los aliados y potenciales compradores. Esta falta de confianza asestaría un golpe mortal a la industria armamentista norteamericana, amenaza mucho más real y devastadora para ellos que el riesgo de un conflicto con Moscú o Beiyín.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

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