Xi Jinping, Vladimir Putin, Nicolás Maduro Moros y Donald Trump

Cuando en Berlín, Ronald Reagan le solicitó a Mihail Gorbachov "…tear down this wall, Mr. Gorbachov" (12, junio, 1987), acto que el entonces Secretario General del PCUS decidió realizar 29 meses después, los Estados Unidos de América se convirtieron en el Poder unipolar y en consecuencia terminaría la "Guerra Fría", y el capitalismo sería a partir de ese momento en un capitalismo global-norteamericano, al tiempo que aparecerían dos tesis ideológicas: Samuel Huntington y Francis Fukuyama y se impondría una nueva tendencia con respecto a la Dependencia.

Así caminó el mundo hasta que apareció una nueva tesis política en China cuando Deng Xiaoping y el Partido Comunista Chino la discutieron y aprobaron titulada: "reforma y apertura" (diciembre, 1979). Otra de las tesis que impactaron aquellos escenarios post-Guerra-Fría sería la decisión de Gorbachov ante el 27° Congreso del PCUS cuando aprobaron las políticas de la Perestroika y el Glasnost (enero, 1987).

Un tercer acontecimiento serían los sucesos en la plaza de Tian Anmen (4, junio, 1989), cuando Deng Xiaoping, en el marco de lo conceptual-ideológico, le diría a Mihail Gorbachov, quien se encontraba en visita oficial en Beijing, que en China, lo que podríamos definir como "reforma" la había decidido "el Partido" para así poder impulsar, en primera instancia, la "transformación de la economía" y sería, posteriormente, cuando "irían", paulatinamente, realizando las reformas de las leyes, con lo cual se expresaba una fundamental y teórica diferencia en la decisión política que se estaba impulsando en la URSS cuando decidieron realizar, primeramente, la transformación de las leyes del Estado dejando de lado la reforma económica; frente a esa praxis Deng le diría a Gorbachov aquella terrible frase, política y premonitoria, de que "…con hambre no hay revolución… porque los pueblos hambrientos se alejan de los procesos revolucionarios…" (Junio, 7, 1989).

Aquel proceso geopolítico de aquella Política de Estado norteamericana donde se conjugaban la unipolaridad, capitalismo norteamericano con el concepto "imperio", es decir, la dominación absoluta a imagen y semejanza del Imperio Romano, junto con la crítica al "socialismo real", la decadencia de las izquierdas occidentales y rusa, la "suprema alienación" a la dependencia al consumo junto a la uni-cultura-de-Hollywood junto con el militarismo expansivo en lo real como en lo conceptual-ideológico norteamericano a nivel global se vieron profundamente afectados por dos importantes "hechos históricos" que se sucedieron en aquella Venezuela de la 4ta. República: "27 de febrero" y "4 de febrero". Con el primero, los invisibilizados se expresaron contra aquel modelo socio-económico de FMI y el Banco Mundial mientras que el segundo impactó en las realidades, supuestamente superadas, de la "expresión-de-lo-militar-nacionalista".

Los procesos evolutivos en sus propias lógicas nacionales en lo expuesto en líneas anteriores se desarrollaron hacia las crisis posteriores que se irían expresando globalmente como, a título de referencia, serían la "crisis japonesas de los jubilados", la "crisis del bath tailandés", el agotamiento de los crecimientos exponenciales de las economías de los "Tigres Asiáticos" ante las expansiones de las economías chinas y su políticas de "puertos de exportación", la transformación de la economía norteamericana que comenzara durante la presidencia de Bill Clinton.

Ante esos escenarios mundiales se percibía en crecimiento continuo la economía china a un tenor de un 9% inter-anual, la paulatina superación de la "Crisis Moscovita" post-Yeltsin, la dependencia de los sectores sociales de bajos recursos norteamericanos al consumo de productos producidos en China, la balanza de pagos negativa de los Estados Unidos de América con respecto a China, la "Crisis de Wall Street" y un timorato comienzo de la "lucha de clases" en los países capitalistas comunitarios.

Para poder entender los procesos políticos actuales de los presidentes en mención en el título del presente análisis es necesario algunas precisiones. Comenzaremos por China.

El Presidente Xi Jinping forma parte de los denominados como "princelings", hijo de Xi Zhongxun, quien marca el comienzo de una nueva etapa post-Jian Zemin. Político de la "nueva-línea-dura-nacionalista", con referencias importantes con el sector militar y experiencias en lo que podríamos denominar como el "control-absoluto-de-la corrupción" en la provincia de Fujian. Sectores con conocimiento de los movimientos en el Partido Comunista Chino lo consideran como cercano a las tesis referenciales de Mao Zedong. Político duro de sólidos principios políticos, ideológicos y nacionales. "Neo-aperturista", es decir, promueve la reingeniería de la política de "reforma y apertura" de Deng Xiaoping tanto hacia las provincias mediterráneas como hacia el exterior, fundamentalmente, en darle importancia a las relaciones con la Comunidad Europea, consolidar las relaciones con Rusia, profundizar la presencia china en África y unas relaciones inteligentes con América Latina, Centroamérica y el Caribe.

Vladimir Putin, en precisa definición, se le podría calificar como de la línea actual de la "rusificación" de Rusia oponiéndose a la "europeización" de ciertos sectores políticos e intelectuales rusos. Es de destacar que desde la Zarina se ha desarrollado una política hacia esa "europeización de Rusia" que tuvo su cenit con Boris Yeltsin. Nacionalista serio y profundo, objetivo y conocedor de los asuntos militares.

Donald Trump es producto de la "causa y consecuencia" del Gobierno de Barack Husseim Obama. Es la antítesis. Blanco, rubio, calvinista, machista quien pasó por la academia militar de West Point. Barack Husseim Obama contiene en su persona ser afro-descendiente directo, haber nacido fuera del territorio de los EEUU de América, en Hawai, haber vivido en un país musulmán, es decir, esa antítesis de "lo americano de los Padres Fundadores".

El "caso Trump" es muy especial. Llega a la presidencia en el preciso momento cuando la unipolaridad está en franca decadencia, cuando irrumpe con sólida fortaleza la multipolaridad a diferencia de la bipolaridad, cuando lo sistémico-capitalista-norteamericano-global se encuentra en profunda crisis en su propia realidad objetiva y la siquis del colectivo-nacional está en grave crisis de identidad cuando se están expresando dos antagónicas realidades antropológicas. Donald Trump se encuentra como aquellos emperadores hispano-romanos a comienzos de la decadencia del "Imperio Romano", por tanto sus actuaciones no solo son lógicas como también muy delicadas y peligrosas en especial en estos tiempos de permanente crisis global y de expansión del terrorismo mundial.

Nicolás Maduro Moros es designado como conductor del proceso revolucionario venezolano por el líder fundamental de la Revolución socialista y bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías.

Nicolás Maduro Moros, como Presidente constitucional, asume las responsabilidades revolucionarias con "mano firme", confrontando las diferentes situaciones, graves, que han venido desarrollando las derechas, propias y extranjeras, contra su persona, contra el Gobierno que preside, contra la Revolución socialista y bolivariana con sólida influencia en el "pensamiento chavista", profundizando y consolidando lo nacional, lo revolucionario y el internacionalismo de cooperación venezolano-social-histórica.

Pero Maduro Moros se encuentra formando parte de "un mundo revuelto" por diferentes realidades objetivas. Para poder acercarnos a la "crisis mundial-actual" es de necesidad tener que aceptar las profundas crisis tanto sistémico-capitalista-norteamericana como la profunda crisis referida al tránsito de una potencia unipolar hacia la realidad global de la multipolaridad en curso de consolidación.

Es decir, es perentorio tener que reconocer que está presente una crisis de identidad profunda en el Poder (Müller Rojas), es decir, en el estamento real-estadounidense, cuando aún no ha asumido que ha dejado de ser el "imperio unipolar" para tener que transitar hacia y con ese mundo en curso de la multipolaridad. Es decir, aquella dialéctica en las relaciones de los EEUU de América versus la URSS no solo no está presente como tampoco se vislumbra en el panorama internacional "un regreso" para conveniencia del imperio-norteamericano y ello es fundamental tenerlo presente para poder comprender la importancia de Venezuela, la Revolución socialista-bolivariana de "pensamiento chavista", del liderazgo de Nicolás Maduro Moros como responsable de desarrollar el proceso revolucionario como lo significativo "aguas abajo".

Las "tremenduras de Donald Trump" son de toda lógica. El capitalismo norteamericano que es nacional y global se encuentra, bajo la Presidencia de Donald Trump, en una profunda reingeniería altamente necesaria ante la realidad impactante que se viene expresando en la geopolítica internacional que se deduce, en su dialéctica, en los tres grandes bloques de Poder arriba en referencia considerando a la Comunidad Europea en sus caminares a adscribirse a una profunda crisis de dependencia hacia esos tres polos de poder mundial.

En ese orden, el crecimiento va de la mano de las materias primas, minerales y metales, plus la energía comenzando por el petróleo y la entrada en escena, de nuevo, del carbón aún cuando sea altamente contaminante pero esas asimetrías que se vienen expresando en la "nueva realidad global" obligan a los países, potencias y dependientes, sean "socios y aliados", sean altamente independientes, como Venezuela, tener que objetivar esas realidades en curso con la finalidad de obligatoriamente tener que adaptarse a la nueva geopolítica mundial en tanto y cuando se vaya expresando la decadencia del sistema capitalista que durara algunos años más en considerando que la profundización de las crisis estructurales que los obligue a cierta potencia mundial, EEUU de América, a impulsar la profundización del actual desarrollo geo-bélico de guerra de mediana intensidad como se viene conociendo desde los sucesos de las "Torres gemelas" en Nueva York.

En ese marco de referencia, percibimos como Rusia ha logrado superar sus crisis estructurales bajo la dirección de Vladimir Putin desarrollando políticas económicas en el mundo de la energía, gas, concretamente, que impactarán las realidades del mercado sobre el que se sustenta la Comunidad Europea; en ese orden, Putin y Rusia viene manteniendo y desarrollando una política de "seguridad y defensa" en inteligente cohabitación con la República Popular China.

Será, en ese orden de ideas, que bajo la Presidencia de Xi JInping, las relaciones bilaterales de China y Rusia se han venido desarrollando más allá de los propios intereses y realidades lógico-nacionales sobre la que se sustenta cualquier y toda relación bilateral entre esas dos potencias mundiales aún y considerando las objetivas diferencias en los propios y estricticos planes de desarrollo nacional en cada una de esas naciones con sus impactos en sus relaciones internacionales a nivel global.

Es decir, la R.P. China, en el marco de sus realidades bilaterales con los EEUU de América, en considerando las objetivas realidades actuales de la balanza bilateral y la objetiva dependencia de mercaderías dirigidas al mercado con más limitaciones socio-económicas norteamericano, en considerando la "nueva política global" que se viene desarrollando desde Washington con respecto a China, en el marco de sus propios intereses de "desarrollo sostenido", se ha enfocado en dos escenarios, por demás, muy importantes; el primero de ellos desarrollar los mercados de las provincias mediterráneas de China y comenzar a desarrollar una de las "rutas de la seda" bajo los paradigmas referidos al actual desarrollo de la Ciencia y la Tecnología de puntas buscando conectar a China con el océano Atlántico por lo que es de ahí su interés en un aeropuerto en una de las islas portuguesas en dicho océano.

Ante esa realidad en curso de su desarrollo, es de necesidad real realista que Washington bajo la batuta de Donald Trump haya comenzado a "desempolvar" la "Doctrina Monroe" en su nueva versión sustentándola en las realidades objetivas por las cuales atraviesan las naciones al sur del río Bravo como al sur de la península de la Florida. Es, en ese orden, que se ha desarrollado una política de corte fascista-capitalista-dependiente tanto en lo político como en lo financiero-económico que ha tenido sus éxitos reales en diferentes países tanto de habla hispana como portuguesa e inglesa. Pero esta nueva política tiene una característica en su praxis cotidiana cual es utilizar con descaro lo legal-jurídico con la finalidad de tratar de callar las voces disidentes en las sociedades continentales americanas incluyendo incluso a lo interno del imperio norteamericano.

Ante esos escenarios, en el marco de la objetividad que significa la reingeniería actual de lo sistémico-capitalista-norteamericano por la cual atraviesa el Poder estadounidense, es decir, el desarrollo de las asimetrías y desbalances en las relaciones bilaterales de los EEUU de América tanto con Rusia como con China, en considerando las presiones sobre la Comunidad Europea y Canadá, cuando objetivamos las realidades financieras norteamericanas y la "nueva relación del Trabajo" en pleno desarrollo a lo interno de los EEUU de América como la "no-necesidad" de la "mano-de-obra-del-latino" que ha provocado la paulatina expulsión de la comunidad migrante del territorio estadounidense, se confrontan los EEUU de América con una variable de debilidad objetiva cual es controlar los mercados de "minerales y metales" como la energía en todo el continente americano pero fundamentalmente en Venezuela.

Es decir, las políticas de confrontación financiero-económica contra Rusia, China, Irán y la Comunidad Europea contienen un contra-balance en lo expresado en el párrafo inmediato anterior lo que significa que las presiones continuas que se vienen ejerciendo sobre Venezuela, sobre el Gobierno bolivariano con sus políticas sociales y socialistas, directamente contra la persona del Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, no solo no "se relajarán" sino que se aumentarán a un cenit impredecible de "guerra de invasión" sí se dan dos variables: la primera, sí el Palacio de Nariño logra convencer al Pentágono de la necesidad de invadir a Venezuela por el occidente venezolano en considerando que la República Cooperativa de Guyana suscribe esa invasión y, en segundo término, sí en la segunda vuelta en Brasil logra el triunfo en dichas elecciones presidenciales el candidato, evidentemente, fascista-militarista quien, probablemente, desempolve la "tesis de la Calha Norte".

Es decir, en ese orden de ideas, la "nueva geopolítica mundial" se encuentra inmersa en una sola línea geo-estratégica cuya finalidad, desde los intereses de Washington, es mantener el concepto imperio bajo una reingeniería del concepto "imperialismo" lo que significa que, se quiera bien o se rechace, el éxito o el fracaso, de esa nueva realidad geopolítica mundial cual pasa, necesariamente, por Caracas.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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