El pasado 17 de marzo el Alto Mando Militar de Rusia advirtió acerca de un inminente ataque contra Siria.
La declaración no dio más detalles. Por supuesto que cierta información es clasificada pero un análisis independiente e imparcial lo lleva a uno a tener la misma conclusión. Veamos los hechos.
Existen navíos de guerra de la marina de Estados Unidos desplegados en el Mar Rojo, el Mediterráneo y el Golfo Pérsico. Están preparados para lanzar alrededor de 400 misiles Tomahawk de largo alcance contra un blanco en el Cercano Oriente en cualquier momento. Misiles crucero lanzados desde el mar fueron empleados para atacar a Siria en el mes de abril del 2017. Cualquier cosa que tenga algo que ver con las operaciones militares de la Isla de Diego García en el océano Índico es información secreta, pero es un secreto a voces que los bombarderos estratégicos con base ahí pueden lanzar por lo menos cien (100) misiles crucero y luego emplear otro tipo de munición de alta precisión en un ataque consecutivo. En promedio un bombardero porta veinte (20) misiles crucero AGM-86. Se cree que normalmente cinco bombarderos están estacionados normalmente en esta isla que está ubicada lejos de ojos inquisitivos. Esto significa que por lo menos 500 misiles crucero pueden ser disparados a corto plazo.
El pasado 17 de marzo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, declaró que Gran Bretaña y Francia y algunos países más, además de Estados Unidos, tenían fuerzas especiales destacadas en Siria y estaban atacando directamente al ejército sirio. No se trata solamente de comandos.
El día 16 de marzo se informó que el Reino Unido estaría desplegando un considerable número de tropas en la base militar de Al-Tanf controlada por Estados Unidos, adyacente a la frontera con Irak. Esta base se destaca de manera prominente en la planificación de guerra de la OTAN en Siria. Esta bloquea el corredor que une a Irán con el Líbano vía Siria e Irak. El tamaño del despliegue –unas 2300 tropas acompañadas de tanques y helicópteros—es muy significativo para intentar utilizarlos para combatir a los militantes del Estado Islámico que ya se encuentran en franca fuga.
Antes de eso, Estados Unidos ya había enviado 600 tropas con vehículos blindados a la base. Refuerzos norteamericanos también han sido enviados al campo petrolífero de Omar.
El día 12 de marzo la embajadora norteamericana ante la ONU Nikki Hayley, amenazó con acciones militares contra Siria. La experiencia ha demostrado que Estados Unidos primero ataca y posteriormente piensa en explicaciones. Sin duda alguna "inventará" algún pretexto para justificar sus acciones.
Las tensiones han aumentado desde la semana pasada. Por ejemplo, los medios corporativos armaron un alboroto sobre ¡una "misteriosa y enorme" base militar norcoreana en Siria! Este cuento acerca de Pyongyang ayudando a Siria a reconstruir sus reservas químicas y otras leyendas urbanas se han tornado virales.
La escalada coincidió con la reunión celebrada el 16 de marzo entre los ministros de relaciones internacionales de Rusia, Irán y Turquía en Astana para discutir nuevos planes para llevar la paz a Siria, incluyendo la expansión del concepto de las zonas de cese de hostilidades. Esa reunión sentó las bases para la cumbre en Estambul el 4 del corriente. Este evento de alto nivel podría producir decisiones que marcarían un hito que podría impedir los planes occidentales en Siria. No queda mucho tiempo. Desde la perspectiva de Estados Unidos este clama por una acción urgente para obstaculizar ese proceso.
Los planes de Washington incluyen la meta de dividir Siria de tal modo que una gran parte de ella quedara bajo el control de la coalición liderada por Estados Unidos. Los norteamericanos ya están armando concejos municipales en los territorios al este del Río Eufrates. Esta área debe ser retenida a toda costa con el objeto de asegurar que Estados Unidos tenga alguna ascendencia en un futuro acuerdo en este país destrozado por la guerra, de otra manera, todo el trabajo duro hecho hasta ahora se irá por el desagüe degradando la posición global de Estados Unidos y disminuyendo su influencia en el Medio Oriente. Perder Siria sería equivalente a sufrir una gran derrota en su confrontación con Irán a quien considera su archi-enemigo. Los planes comprenden el retiro de las fuerzas rusas. Siria es el lugar adecuado para lograr eso. Si los militares rusos de manera abierta advierten al mundo de un ataque inminente se trata de una grave amenaza. Pareciera que no se trata de una operación de un solo ataque. Esta vez estamos en presencia de una operación mucho más grave --una operación para "contener" a Rusia, hacer retroceder a Irán, ganar el apoyo de las naciones árabes ricas en petróleo y hacerlas pagar grandes sumas de dinero por el armamento norteamericano y demostrarle al mundo que Estados Unidos es omnipresente y es inflexible en su decisión de imponer su voluntad.
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