Aunque fría, la guerra calienta

El problema de la Derecha estadounidense, es que realmente se cree que sus integrantes han sido bañados de una divinidad por la providencia y en consecuencia piensan que Dios los autorizó a juzgar, atropellar y a despojar al resto del mundo.

Es una mentira que a punta de publicidad mundial a todo nivel, cine, comiquitas, franelas, parques y otras cuantas herramientas, independientemente de las amenazas militares que hacen a los demás países y con la compra de conciencias a patadas y otras sutilezas, tratan de convertir en verdad.

Por ahí acaba de hablar a través de un informe el jefe de “inteligencia” de EE.UU, llamado Clapper y entonces, por sus necesidades –porque de lo que se trata es de necesidades- nos incluye en una nueva guerra fría que tiene caliente a casi una mayoría mundial y todo porque esa mayoría, hoy día, no se baja los pantalones cuando ellos hablan, aunque estén armados hasta los dientes.

Ya empezaron con la paja porque Corea del Norte, que los hizo correr en una ocasión, volvió a lanzar un cohete para montar un satélite, aunque dicho cohete les permite dejar muy claras sus demás posibilidades.

No hablamos acá de Rusia, China, de Irán, Cuba ni de otras naciones que también tienen lo suyo y que están no solamente cansadas, sino calientes como plancha de chino -¡perdonen, pero es un decir muy popular en Venezuela!- con las actuaciones de esa Derecha estadounidense.

De hecho, como lo he venido escribiendo, en sus propios patios vienen cocinándose habas, y la gente empieza a despertar en USA. Por allí anda un candidato que no solo le ladró a la representante de los bancos en ese país, una que llaman Hilary, sino que está mostrando que sus seguidores piensan la vida no puede ser como la Derecha y los multimillonarios la pintan, sino que puede ser de otra manera, de una que de bienestar a la gente y no los esté robando a diario.

Tanto la Derecha que gobierna a los estadounidenses como sus cipayos seguidores en el mundo, comienzan a entender que la última pepsicola del desierto, no es precisamente lo que ellos representan y que nadie está dispuesto a seguir poniendo las mejillas para que esa Derecha las abofetee. La tierra es otra, está cansada de ser agredida por los imperios militares y mentales que arruinan a la humanidad y todo por satisfacer sus viciosas necesidades.


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Pedro Estacio


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