Aprendamos de los gringos

Revolucionarios contra populistas 

Aprendamos de los gringos y su lenguaje material. Las cosas no se dicen, sino que se hacen; porque al hacerlas, se dicen solas. Los yanquis han desplumado millones de pollos en silencio, sin tanto ademán, insulto y aspaviento. Luce circense que los aprendices del marxismo fanfarroneen con que le van a dar una pela al gigante del norte, en vez de desarrollar una política china de intereses y no de posiciones como lo manda la teoría de la negociación y su modalidad “suma variable”. Prohibido repetir el infeliz ejemplo de Manuel Noriega, el hombre fuerte de Panamá, quien traqueteaba un machete en la televisión mientras anunciaba que cortaría las cabezas de no sé cuántos presidentes gringos. Hasta que una operación tipo Walt Disney, el imperio lo fue a buscar en un helicóptero y se lo llevo cual infante mameluco, guindado por las orejas. 

En ese contexto, en un acto ceremonial antiimperialista de esos que hoy están tan de modo escuché en Caracas a un intelectual de chiva blanca quien en su discurso televisado pronunciaba la versión vulgar de la palabra “excremento” mientras se daba golpes de pecho y metía la barriga, la gente aplaudía, también el agasajado. Todo me pareció dantesco. Digo yo: ¿los pantalleros asocian estiércol con antiimperialismo?

En cuanto a derechos humanos, quisiera advertir que ni el gobierno ni la oposición tienen una mayoría popular poderosa que permita hoy llevarse por delante al adversario o reprimirlo y si realmente se pretende ejercer la política como el arte de la inteligencia entonces no es prudente judicializar la política, ni siquiera a niveles de apariencia. Esto significa que penalizar a enemigos sin el agotamiento de investigación criminalística exhaustiva y caer en la promiscuidad de las privaciones preventivas de libertad contra adversarios, es una medida inconveniente que tiende a revivir a muchos cadáveres políticos quienes al principio tienen únicamente vida local pero que en batallas nacionales son como peces sin agua. No obstante 

Si se le hace publicidad a los reos que hacen política, esto puede atraer votantes a su favor porque la estrategia de la victimización, eso que algunos llamamos la victimología de la política venezolana, suele dar dividendo, incluso para el tío vampiro de la familia monster.Es recomendable efectuar juicios breves y dictar sentencias rápidas, pues todo retardo procesal contribuye a generar apariencias de que se busca fregarle la vida al rival sin debido proceso y sería necio no reconocer que la justicia de ahora es mucho más benevolente que la del viejo bipartidismo; de modo que mal podría convenirle a la revolución perder su tradición garantista y cometer torpezas con individuos que jalan más votos estando presos que estando sueltos.

 

 



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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