La bolsa de Debaltsevo y la guerra contra los nazis del Siglo XXI

En Ucrania se está librando una verdadera guerra entre los milicianos separatistas del este y el gobierno fascista aliado de los Estados Unidos. Los Estados Unidos intervinieron de manera descarada en Ucrania desde finales del 2013, culminando con el derrocamiento del presidente Yanukovich en febrero de 2014. El gobierno que asumió desató una campaña de persecución y limpieza étnica contra la población rusoparlante del este y sur ucraniano, lo que generó a su vez las declaraciones separatistas en Crimea, Donetsk y Lugansk, culminando con el referendo que aprobó la incorporación de Crimea a la Federación Rusa.

Esta intervención gringa en Ucrania forma parte de la campaña dirigida a cercar a Rusia y doblegar sus intentos de actuar de manera independiente en el mercado mundial, campaña que se ha expresado en la última década a través de las “revoluciones de colores” promovidas por USA en los países de la antigua URSS con el fin de derrocar gobiernos pro rusos y colocar gobernantes títeres de los intereses occidentales

Las declaraciones de independencia en Donetsk y Lugansk llevaron al nuevo gobierno ucraniano encabezado por el multimillonario Poroshenko a invadir militarmente los territorios separatistas del este, iniciando una guerra que ya tiene más de seis meses de desarrollo y que ha causado varios miles de muertos entre la población civil del denominado Donbass (cuenca del río Donetsk).

En el gobierno de Poroshenko figuran los partidos de tendencia neonazi Sector Derecho (Pravy Sektor) y Svoboda, los cuales poseen batallones que combaten con mandos propios, sin respetar los mandos militares centralizados del gobierno de Kiev. Los programas políticos del Pravy Sektor y Svoboda son abiertamente anticomunistas, antisemitas, antirrusos y partidarios de una limpieza étnica que ejecutan de hecho con sus milicias armadas que combaten en las zonas de guerra en el este de Ucrania.

En la reciente tregua declarada el fin de semana, los del Sector Derecho se han pronunciado afirmando que no la respetarán y continuarán la ofensiva militar contra las zonas separatistas. Esta gente neonazi actúa con esvásticas hitlerianas, y en sus filas se encuentran centenares de mercenarios de otros países europeos. También se han difundido por internet videos en los que se escuchan claramente que muchos de estos militares supuestamente ucranianos hablan en inglés entre ellos y le responden en inglés (sin acento ucraniano) a los periodistas.

Hasta el día de hoy las milicias separatistas afirman haber destruido el 65 % de las fuerzas militares ucranianas, a pesar del enorme apoyo logístico que están recibiendo de los Estados Unidos y del resto de países de la OTAN. Merkel, Hollande, Cameron y Obama agotan todos los esfuerzos por evitar el colapso militar del gobierno de Poroshenko, y extienden cada semana las sanciones contra Rusia creyendo que la presión hacia Putin permitirá la sobrevivencia de sus títeres en Kiev.

En la bolsa de la ciudad de Debaltsevo, rodeada totalmente por las milicias separatistas y en cuyo interior aparentemente se encuentran miles de soldados ucranianos, se puede estar decidiendo el destino de la guerra en Ucrania.

Los milicianos pro rusos libran una verdadera guerra contra los nazis del siglo XXI, y considérese que al referirnos a ellos no nos limitamos a los partidos fascistas ucranianos. Estos neonazis del siglo XXI están fielmente encarnados en los jerarcas de la OTAN y su política guerrerista y neoliberal a nivel mundial. Tal vez el Hitler actual sea el mismísimo Obama, muy a pesar de las absurdas consideraciones que hacia este pelele le demuestra nuestro presidente Maduro.

La guerra contra los neonazis del siglo XXI, junto a otros procesos de resistencia popular que se desarrollan por todo el mundo, puede determinar el futuro de la humanidad en el próximo medio siglo. La ofensiva guerrerista iniciada por los imperialistas gringos a partir del 2001 (invasiones y guerras de Afganistán, Irak, Libia, Siria, Pakistán y ahora Ucrania), y la ofensiva neoliberal que se ha profundizado a partir de la crisis económica que reventó en 2008 (desconocimiento de todos los derechos laborales y sociales conquistados en los últimos 70 años), está encontrándose con la resistencia de los pueblos del mundo, que se niegan a someterse dócilmente a la brutalidad capitalista del mundo occidental.

La resistencia del gobierno Sirio a la múltiple invasión que busca derrocarlo desde el 2001, fortalecida con la recaptura de la ciudad de Kobane por parte de los milicianos kurdos que han derrotado al Estado Islámico (creado por USA y que hoy parece actuar por cuenta propia). La victoria electoral de Syriza en Grecia y el crecimiento del respaldo a Podemos en España. La ola de gobiernos izquierdistas y nacionalistas que se mantienen y se fortalecen en toda Nuestra América. El crecimiento de la protesta social en Estados Unidos (lucha antirracista) y en México (denuncia de las masacres como Ayotzinapa). Son todos procesos de corte similar a la resistencia de las milicias separatistas en el este de Ucrania. Son todas parte de la guerra de los pueblos contra los nazis del siglo XXI.

La bolsa de Debaltsevo, que tanto preocupa a Obama, demuestra que el imperialismo puede morder el polvo de la derrota y que toda su fuerza militar no es suficiente para doblegar la voluntad de resistencia y liberación de los pueblos.

Maracaibo, 16 de febrero de 2015.



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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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