Apoyar al campo para lograr la autosuficiencia alimentaria; pagar el dinero que se le adeuda a 90 mil adultos que trabajaron como braceros en Estados Unidos entre 1942 y 1964, presentar iniciativas razonables que regulen el mercado agroalimentario y castigar a intermediarios abusivos que roban a productores y consumidores, son algunas de las demandas legítimas que vuelven a exponer en 2014 los integrantes de El Barzón, así como las diferentes organizaciones formadas por ex braceros y familiares de éstos. Jalisco ha sido sede de encuentros nacionales para tratar estas situaciones y recibirá en estos días a barzonistas que exhortan a los gobiernos estatales y federal a cumplir sus obligaciones y respetar a los trabajadores rurales.
La capacidad laboral de los mexicanos ha estado demostrada desde 1942 cuando los braceros que participaron en el programa binacional acordado por los gobiernos de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) y Franklin Delano Roosevelt (1933-1945) convirtieron a la agricultura estadounidense en la más rentable y avanzada a nivel mundial, en unos pocos años. Medio siglo después de concluido el convenio que benefició parcialmente a los trabajadores migrantes, la administración federal presidida por Enrique Peña Nieto e inspirada en el salinismo, continúa reteniendo el pago de recursos económicos a quienes dieron un ejemplo de coraje, dignidad y trabajo en el campo.
Autoridades estadounidenses entregaron una buena parte de la indemnización a diferentes gobernantes mexicanos como había sido acordado. Sin embargo el dinero ha sido jineteado por priístas y panistas, recordó Antonio Aragón Hernández, coordinador en Oaxaca de la organización Braceroproa al participar en una manifestación frente a la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el pasado 6 de febrero. Otro robo, uno más de tantos, cometido por individuos que se autodenominan políticos pero se comportan como politiqueros y cuando asumen cargos se olvidan que deberían ser garantes de las instituciones y promover los derechos sociales democráticos para todos.
Después de participar en la protesta oaxaqueña, trabajadores ex braceros, acompañados de sus familiares, amigos y simpatizantes de sus demandas legítimas, compartieron bromas y anécdotas. "En San Francisco, California, Estados Unidos, está la sede del Wells Fargo Bank, considerado el cuarto más grande del país imperialista. En San Cristóbal, Guanajuato, ha vivido temporalmente, Vicente Fox Quesada (2000-2006), considerado el presidente más torpe de México", dijeron algunos manifestantes quienes recordaban la jornada de protesta de ex braceros guanajuatenses, jaliscienses y michoacanos realizada en febrero de 2004 para exigir la entrega de una retribución que les corresponde por derecho y que Fox les negó.
"La Estancia" se denomina a la hacienda que Fox tiene en San Cristóbal. Al mediodía del sábado 7 de febrero de 2004 los elementos del Estado Mayor Presidencial sabían que se acercaba una protesta pero estaban tranquilos. Pensaron que los ex braceros se concentrarían exclusivamente en la plaza de San Cristóbal y luego se retirarían pacíficamente. Además estaban informados de que el licenciado Ramón Martín Huerta, subsecretario de Gobernación, había enviado a Federico Hernández y Felipe Hidalgo a dialogar con Ventura Gutiérrez Méndez, dirigente de la Alianza Braceroproa. Unas horas después, fatigados e indignados con la politiquería y demagogia foxista varios braceros rompieron el candado de las rejas del hacendado panista y primer mandatario, e ingresaron hasta el patio de la casa.
Fox, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto prometieron durante sus mensajes de campaña en los años 2000, 2006 y 2012, respectivamente, que si llegaban a la Presidencia apoyarían el campo para llegar a la autosuficiencia alimentaria. En febrero del presente año, Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de El Barzón ha convocado a productores agrícolas para que analicen en tierras jaliscienses la situación de emergencia por el desplome de precios en algunos productos. Representantes de los trabajadores rurales exigirán una vez más al gobierno de Peña Nieto la implantación de un programa que ordene el mercado agroalimentario.
"Debo, no niego; pago lo justo" era la consigna de los barzonistas en el año 1994 cuando demandaban ante la opinión pública nacional e internacional al grupo de banqueros que amenazaba a familiares de trabajadores rurales con quitarles su patrimonio. Algunos lograron liquidar las deudas pero la criminal política neoliberal no les permitió reactivar la actividad productiva. Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) tenía compromisos fuertes con los empresarios poderosos y gobiernos de Canadá y Estados Unidos. El campo y la vida de los campesinos mexicanos no ha sido un tema prioritario en los dos decenios recientes.
Un kilogramo de frijol cuesta un dólar en territorio estadounidense. Traerlo a tierras mexicanas vale 17 pesos. Los intermediarios están de acuerdo porque ellos y los funcionarios de gobiernos estatales, como el de Zacatecas, ganan con la pobreza de la gente. Al productor zacatecano le urge vender y tiene que aceptar el atraco, disfrazado de compra que realizan los intermediarios, muchos de ellos vinculados al PRIAN (alianza entre el PRI y el Partido Acción Nacional). En Zacatecas donde se recuerda el centenario de la toma villista (1914) han surgido hombres y mujeres libres como Alfonso Ramírez Cuéllar, oriundo de Río Grande, dispuestos a defender los derechos y la dignidad de los trabajadores del campo.
Barzonistas y ex braceros mexicanos merecen el apoyo de amas de casa, artistas, estudiantes, intelectuales y trabajadores de las ciudades, porque defender la producción alimentaria en el campo y la dignidad de quienes, con su esfuerzo, formaron hogares, ayudaron a sus familiares y amigos en la patria de Emiliano Zapata, es defender a México. Vale recordar cotidianamente aquella sabia consigna: "Sin maíz no hay país".