La ley para la burguesía es una farsa

Paraguay es hoy noticia, aunque los medios de la burguesía de ese país asumen que un golpe de estado no es noticia, que las multitudinarias manifestaciones del pueblo paraguayo, sorprendido en gran parte por el desarrollo de los últimos acontecimientos, reaccionan ante un vulgar golpe de estado “institucional” y salen a protestar, a pesar de la represión. El imperio estadounidense, siempre detrás de estos golpes de estado, echan mano a cualquier herramienta útil para desestabilizar gobiernos que no obedezcan sus lineamientos…era muy obvio que Fernando Lugo sería golpeado por la arremetida imperialista que desarrolla sus planes en distintos escenarios. La primavera árabe no fue otra cosa que parte de una jugada imperialista que apuntó hacia Libia y Siria. El objetivo último es el tema energético; con la llegada de Chávez al gobierno la OPEP se levantó y el imperio necesita que los precios del petróleo se desplomen para palear la tremenda crisis que poseen. Petróleo, energía, política y guerra van de la mano de los dominadores del universo y en ese ajedrez mundial a los pueblos como Paraguay tienen el perfil perfecto para iniciar la arremetida en Latinoamérica, sin querer pecar de presumidos, los planes imperialistas en el universo tienen un trasfondo con la V de Venezuela. Saben de lo que fuimos capaces el siglo XIX y de lo que seremos capaces en el siglo XXI.

A la burguesía poco le importa la ley, a cada oportunidad que tiene, cuando se ve amenazada por los pueblos recurren al fascismo, es decir, a su verdadera naturaleza: poco se puede esperar de quienes con sus leyes económicas expropian a la inmensa mayoría de los ciudadanos “legalmente” y plagan el mundo de ilegalidad y vicio.

El ejemplo para los pueblos del mundo sobre lo que ocurre en el planeta, pasa por entender los lazos vinculantes entre todos los hechos acaecidos en el mundo y donde el imperio tiene las manos metidas hasta el tope. Estamos obligados a entender que enfrentamos a un sistema que se apoderó del universo, salvo escasos espacios en el planeta el capitalismo impuso su lógica, surgieron las tesis del “final de la historia” y en medio de esa noche aciaga el pueblo de Caracas da una clarinada aquel febrero de 1989, luego el 4F, luego la cárcel de la dignidad, la campaña bajo las reglas electorales burguesas y el triunfo de 1998. Pero allí no termina; el golpe de estado de 2002, el cerco mediático y el cerco de la derecha al comandante, la traición, las teorías distraccionistas de los reformistas, los herederos de entregar la gran revolución soviética sin un traquitraqui siquiera están muy activados por estos días, ojo con eso. Es todo eso, el mar de contradicciones entre dos sistemas confrontados, capitalismo vs socialismo. Paraguay no está aislado de la estrategia global del imperio y quienes creemos en la independencia latinoamericana y caribeña no podemos pecar de ingenuos y pensar que lo de Paraguay solo se limita a los límites geográficos de este país.

El ataque a Paraguay forma parte de esa estrategia imperialista para ir debilitando por el lado más débil la unidad de los pueblos latinoamericanos; como bien lo decía Trosky: “la revolución necesita del látigo de la contrarrevolución”, esto es tan cierto que lo contrario sería pensar que las burguesías y el imperio un buen día van a llegar y le dirán a los pueblos: vengan, vayamos a construir el socialismo… la burguesía, que si tiene consciencia de clase, no se suicida. Entonces esos ataques contra los procesos revolucionarios no hacen sino confirmar la lucha de clases y que ésta, por más que los pueblos procuran sea pacífica, los burgueses saben que la defienden con sus gorilas, ayer fueron los militares, hoy le suman los parlamentarios y políticos de derecha, dispuestos a todo por entregar la patria. Lo del senado de Paraguay no es sino una muestra de ello…poco o nada vale la ley y la constitución elaborada y diseñada por la propia burguesía, si ésta ve amenaza su esencia y naturaleza entonces recurre a su arma más afilada para detener a los pueblos insurrectos, recurren al fascismo.

La burguesía es fascista por naturaleza, antidemocrática en esencia, aunque en tiempos de calma recurren a mamotretos de “democracia” para adormecer las revoluciones de los pueblos que se enfrentan a la lucha por la supervivencia de la especie, allí le abren los espacios a los reformistas e ideólogos pequeño burgueses que se apoderan y hegemonizan el rumbo político de los pueblos…ocurre lo que ocurrió con los soviéticos, por nombrar solo a uno.

Las enseñanzas están a la vista: con la derecha es imposible tranzar, Lugo se confió en que la burguesía respetaría la institucionalidad, la realidad está a la vista. Modestamente creo que el resto de Latinoamérica debemos hacernos una autocrítica: no es posible que ni siquiera un partido organizado lograra conformarse en torno al proceso, eso nos alerta en torno a que no hemos fortalecido esta parte; los movimientos sociales de Latinoamérica y el caribe deben crear vínculos y lazos para avanzar en una estrategia común, que la tenemos y estamos obligados a impulsar más allá de los gobiernos revolucionarios y progresistas.

Como es de suponer, la derecha critica acciones de este tipo, es decir, la solidaridad de partidos y movimientos sociales, pero ellos aceptan la injerencia del imperio. No podemos negar que la reacción de organismos multilaterales como UNASUR, ALBA y los gobiernos progresistas de la región, desde el inicio del golpe de estado han estado activos, pero eso no basta, es necesario que todo el pueblo latinoamericano se una en cuerpo y alma para enfrentar la arremetida imperialista que no da puntada sin dedal en cualquier parte del mundo…sus objetivos están claros, definidos, son concretos. Las burguesías nacionales son disciplinadas, aceptan los lineamientos de sus amos imperialistas y acatan con dedicación sus órdenes, no la discuten, solo la acatan, en cambio, nosotros, los revolucionarios hacemos más bulla que una olla de grillos y nos consumimos en formalismos que la propia burguesía nos impone a su antojo, estamos obligados a romper con esa lógica perversa.

Otro asunto importante, que nos permite decantar, sin duda, es la derrota de las tesis colaboracionistas; Lugo incluyó a un representante de la burguesía en su fórmula y el fantasma de Santander y Páez se trasladaron a Montevideo. A las burguesías hay que derrotarlas en todos los frentes, establecer el colaboracionismo con ellas es un error que se expresa con fuerza en la traición artera. Ojo con las tesis del “agáchense que nos ven, poco a poco, es que ellos son los que saben, necesitamos de la burguesía, ellos pueden convivir con nosotros, es por la paz”, entre otros argumentos de quienes creen que podrán construir el socialismo con “empresarios socialistas”.

Muchos se preguntan por qué el imperio con todo su poder no se atreve con Cuba; por una sencilla razón, militarmente la supera 10 mil veces, pero en dignidad y disposición de lucha jamás y esto obligaría a los imperialistas a tener que desaparecer prácticamente al 80% de esa población para poder derrotarla, eso lo sabe el imperio, y también sabe que una aventura de ese tipo sería acelerar el derrumbe del capitalismo en el mundo, por eso prefieren esperar y con bloqueos criminales intentar doblegar al valiente pueblo cubano, cosa que no lograrán jamás.

El Paraguay debe ser producto de estudio para todos y con ello seguir afinando la estrategia para derrotar a un enemigo que desborda las fronteras de los países, es necesario que la revolución bolivariana promueva el espíritu internacionalista entre nuestros pueblos, eso es vital para derrotar a las oligarquías del continente. Es así como vemos a los integrantes de la MUD recorriendo el mundo capitalista; los cuadros del capitalismo en el mundo se unen, se ayudan, son organizados y coherentes, se traspasan recursos. El campo revolucionario no actúa igual, nos paraliza la legalidad burguesa ¿Dónde están los misioneros políticos que ayuden a organizar a ese pueblo paraguayo? ¿Dónde están los voluntarios que estén dispuestos a aportar su experiencia para ayudar a nuestros hermanos paraguayos en una batalla que sabemos es global? Son interrogantes que taladran nuestras mentes al ver a un valiente presidente cuyas circunstancias lo obligan a aceptar un mamotreto ilegal, presionado por la alta burguesía y las trasnacionales de los alimentos como Monsanto. ¿Se justifica permitir en nuestra américa la existencia de la “democracia” representativa, que no es tal, sino un disfraz de las burguesías? ¿Se puede permitir la existencia de un sistema judicial que defienda a los poderosos y se preste para un complot del tamaño del golpe fascista en Paraguay? Preguntas, preguntas y más preguntas que nos viene a la mente cuando vemos impotentes que un pueblo hermano es echado del gobierno sin que ocurra otra cosa más que las declaraciones y tal cual otra acción en desagravio…

¡LA REVOLUCION BOLIVARIANA ES UNIVERSAL!

latojeda@gmail.com


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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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