Griegos agraviados

Otra vez el Partenón estremecido

Según la filosofía de la historia de Hegel, el orto de la humanidad, el sol de la civilización, nos alumbró desde el misterioso oriente, pero la juventud i el vigor o virilidad de la madurez, estuvieron en Grecia i Roma, porque si la Hélade fue genial creadora, se dijo siempre que la cultura de Grecia corría por las calles de la Roma Imperial. Eso sí, considerada como la simple historia, pues existe también, la historia reflexionada i la historia filosófica, esta últimas no en relación con el tiempo, sino respecto al espíritu, i en la filosófica en relación con la Razón que domina el mundo, i la libertad es lo único verdadero en el espíritu. Dejando, entonces, esta pincelada filosófica, es necesario decir que los problemas en Europa vinieron luego, cuando en religión no hubo la continuidad deseada; el mundo occidental romano i cristiano, porque ya Constantino había hecho la faena de transformar, por influencia de su madre convertida al cristianismo, en religión del poderoso Estado, lo que desde Galilea, había sido la religión de los pobres. Entonces se quiso armonizar la filosofía griega, completamente ajena a aquellos otros pueblos de lengua aramea que escucharon tal vez a un posible hijo de Dios, con el dogma cristiano, faena iniciada con fuerza por Plotino quien fracasó en su intento, que tampoco lograría, pese a su sabiduría, Santo Tomás de Aquino. Por eso es interesante leer a Kausky, en su obra, Los orígenes del Cristianismo, i cómo todos los disparates de evangelios i doctrinas de la iglesia, hicieron escribir pequeñas obras orientadoras a filósofos, como El por qué no soy cristiano, de Bertrand Russell, uno de los libros que produjo en mí, lo que este Sire intelectual dijo en una ocasión: no hay mejor forma de formar un libre pensador, que tratar de enseñar cristianismo a una persona inteligente, o algo parecido. En parte porque la religión pinta al Ser Supremo, profundamente injusto, cuando refiriéndonos al hombre más malo que haya existido, Atila, Hitler, Stalin o quizá Truman o Bush, la vida es tan corta como un instante kikergueano, para merecer castigos eternos; decía un obispo de Maracaibo esta trillada frase ¿Qué son mil años en una eternidad? Nada; nada perceptible. En cambio Russell pensando parecido se pregunta ¿Cómo puede ser justo Dios (según el dios cristiano) que a una persona que viva un simple instante (además, ese ente una creación suya) por malo lo condene al fuego eterno del infierno? Obviamente que no lo expresa con tantas palabras, pero en esencia es eso.

 Estas cuestiones históricas i geográficas, hicieron que la Grecia antigua, fuese el foco o centro principal de toda la cultura occidental, pese a aquellas invasiones que pasaron los Urales i que tan bien describe Pía Faviosa  Zambotti en su obra Origen y Destino de la Cultura Occidental. Por eso es que, un hombre sobrado de cultura i sabiduría como Jorge Luis Borges, dijera en una ocasión que para el hombre de talento i de cultura, “todos somos griegos en el exilio”, cosa no del todo cierta. De todos modos, aunque el pueblo griego no se parece mucho al de los tiempos de Pericles, estadista i líder popular que al menos olió la democracia, quien promovió i logró que Fidias (escultor i primer artista de su época) consiguiera de Ictino i Calícrates, en la altura de una gran meseta de 50 metros, en un tiempo fortín natural en las guerras, construyeran en Atenas, la Acrópolis, la polis para los dioses, i realizaran la maravilla arquitectónica i escultural del Partenón, para Atena, la diosa protectora de la ciudad. Un majestuoso templo de techo de dos aguas, con 8 columnas al frente i el fondo, con 17 en los costados como templo períptero, con detalles maravillosos que nos asombran en la actualidad, como el hecho de que las columnas de los extremos del frente, sean más gruesas que las seis restantes, pues la luz les pasaba por ambos lados i le quitaban grosor, con lo cual, siendo más gruesas se veían todas parejas. Allí, en un construcción más ancha que lo común, en la naos central, estaba la diosa Atenea Parthenos, obra crisoelefantina, o sea de oro i marfil, hasta más majestuosa que el Moisés de Miguel Ángel, con una altura de 13 metros contando la base. Era ese mundo maravilloso que nos dio arte, música, filosofía i…política, cuna de la democracia, donde Demóstenes fue el hombre que despertó a los griegos para la libertad, i fue campeón de la oratoria contra los opresores, durando su influencia o resurrección hasta el Renacimiento. Hai un libro de Werner Jaeger llamado Paideia, para el autor una investigación respecto a la formación del hombre griego, en una de sus partes, los tiempos del hombre heroico i político que, leerlo es entrar en un mundo que todavía no lo podemos concebir completo en la actualidad; por lo cual la evolución de esa tierra deshilachada en penínsulas e islas al final de los Balcanes, con tantos hombres extraordinarios, tal como vemos en una de las Estancias de Rafael de Sanzio, en los Museos Vaticanos, la Escuela de Atenas, no solamente impacta por las figuras principales de Platón i Aristóteles, sino por lo que fue la atmósfera intelectual de una cumbre de la civilización. I todo este discreto boceto, es para darnos valor i poder soportar la tragedia que vemos en la actualidad. El hombre de hoi, griego genuino, no es como un Onassis un buscador de dinero, sino un amante del arte i la belleza, pero sin perder la heroicidad. Por eso no es rico el país, sino en cultura, en paideia. Por eso la juventud solamente quiere trabaja i crear, pero los monstruos financieros los acogotan i oprimen. Por eso la rebeldía i el alzamiento, ante planes de austeridad para los pobres, i estabilidad i ganancia para los ricos. Parece, entonces que, así como esa cultura i pensamiento filosófico corrió por las calles de Roma i todos los países bajo  el poder del Imperio Romano, también en el presente la rebeldía de un pueblo noble i culto que reclama justicia, se extienda por la Europa cómplice del neoliberalismo del Imperio Yanqui.

 El Partenón fue arrasado casi, en las guerras con los persas i otros pueblos, en varias ocasiones, i lo que hoi admiramos tanto son restos de aquella grandiosidad, sin detalles i policromías; allí pusieron en ocasiones hasta un polvorín i las explosiones dispersaron piedras de mármol pentélico o de Paros, casi sagradas para la Humanidad. Sin embargo, cuando vemos que los trogloditas del Imperio más terrible de la historia, no saben respetar nada i destruyen ciudades como Bagdad, la de Las Mil y Una Noche, i uno de su criminales ignora que en la Mesopotamia,  entre el Eufrates i el Tigris, la religión cristiana coloca El Paraíso Terrenal, a él le parece que es un obscuro rincón del mundo, asombra su ignorancia; cuando destruyen cuanto país o pueblo se les antoje para probar sus nuevas armas homicidas, saben que hai otras bombas financieras, comerciales, opresoras de vida justa, i con sus oficinas de terror, el FMI i el BM, o “instituciones” como la OTAN i la ONU, pueden llevar a los ciudadanos de un país a la ruina, al hambre, a la desesperación o al suicidio, i también se complacen en asesinar a los pueblos. Este Imperio, continuación del que tuvo su madre la Pérfida Albión, les gusta además la guerra, no solamente por negocio, sino por la oportunidad de robar obras de arte. En los museos de Europa, se consigue lo mejor del arte egipcio, griego, persa, etc. En el Louvre está la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia i casi todos los dromos con esfinges del los templos egipcios, los obelisco, etc. Por eso, ver esta desesperación de los indignados de España, Italia o Grecia, a ellos le contenta: no sólo es destruir naciones, sino la pasión maligna o ambiciosa de robar obras de arte i sobre todo riquezas naturales: PETRÓLEO, AGUA, VEGETACIÓN AMAZÓNICA, METALES PRECIOSOS, ETC. En Libia, petróleo, agua subterránea i reservas de dinero ROBADAS violando como de costumbre, leyes internacionales i financieras. Lo ético no existe para ellos. Pese al control o dominio de todos los medios de comunicación (hasta para esconder su propios muertos o lisiados en un portaviones), la prensa, la radio i la televisión nos muestran las imágenes, como la de miles de NIÑOS asesinados en Palestina, Irak, Afganistán i Libia, mientras sus bombas inteligentes “protegen a la población civil, inocente i desarmada, repartiendo muerte”. ¡Qué de Humanidad i Justicia pregona el Imperio Terrorista Número Uno del Mundo! De nuevo el Partenón estremecido por la barbarie civilizada.

 La esperanza del mundo, está en la Naturaleza i ella va a reaccionar para restablecer la paz i la justicia. Únicamente basta, esperar.

 robertojjm@hotmail.com

 



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Roberto Jiménez Maggiolo


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