La veracidad de Vargas Llosa, Argentina y Cuba

El especialista en la farsa, vive a plenitud el goce de su fama sin comprender que el mundo que defiende se viene abajo.

  Cuando la incapacidad se apodera de la gente, nunca espere de ellos obras de talento, sino que produzcan disparates que sí harán en abundancia, pues en lo que sí son expertos es en el desvarío. En la Argentina pasa eso con una oposición que no encuentra el discurso para opugnar al gobierno, recurriendo entonces a personajes que han elevado la mentira como bien supremo pues es ella la que les ha dado oro y halagos. La van a abandonar, ¡ni que fueran locos! ¡Cuánto disfrutan a su costa!

 Cuando en alguna ocasión hemos hablado de Argentina y nos hemos referido a lo que es solo una parte de su historia contemporánea, muchos nos han mirado con los ojos más grandes que el dos de oro de la baraja. Es que cuesta trabajo creer que hayan sucedido las cosas que ahí acontecieron. Las desdichas que sufrió ese país no las produjo ni la naturaleza ni el azar, sino la acción de individuos que prefirieron el goce al sacrificio. Pero es tanto el potencial de esa nación que se dio el lujo de soportar dos períodos a un mulo disfrazado de brioso corcel para luego erguirse como hoy la vemos.

 La Argentina fue uno de los bastiones exhibidos por los neoliberales como fruto de las políticas que propugnaban. Nada más falso. Cuando ese país, según manifestaban sus admiradores, estaba en su “apogeo”, un estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se permitió dos sacrilegios, de los cuales uno era menor. Dijo que el gobierno de Ecuador estaba próximo a su caída. La sala estaba llena. Nadie abrió la boca por no saber que sucedía en ese país, o sí por conocerlo, saber que eso era una posibilidad que latía con fuerza. Pero, cuando dijo que Argentina explotaría al año siguiente, sobraron las exclamaciones de burla, asombro y todo aquello que sirviera para reprobar la “supuesta” veracidad de lo escuchado. Ese estudiante, brillante, se equivocó. No fue al año siguiente que se vino abajo ese país, sino ese mismo año.

 Por supuesto que el estudiante no adivinó. El pertenece a una fauna numerosa que para estar agrupados tienen como deber leer y aportar. Quien no lo haga no puede estar ahí. Entre las muchas cosas que leyeron, una fue sobre la deuda externa argentina. Muchos han escrito sobre ella. Citemos uno que no es argentino para así evitar la subjetividad que pudiera haber por el hecho de serlo, aunque no haya sido el caso de muchos de los nativos que lo reseñaron. Pida quien generosamente nos lea a su buscador “crisis financiera en argentina: el origen de la deuda”. Ese trabajo es producto de una profunda y meticulosa investigación de Eric Toussaint donde devela lo que con tanto afán, aquellos que entregaron el país procuraron ocultar. Al concluir estará asombrado. Le costará trabajo creerlo, pero fue esa la realidad que padecieron.

 El apoyo al matrimonio Kirchner es fruto de sus haceres que se plasman en una realidad inocultable: pudieron revertir la situación lo que hace difícil para los escasos de argumentos refutarles. Para hacerles frente entonces buscaron a un experto en mentiras, y lo consiguieron. Ahora vayamos a otros países para poder hablar con propiedad sobre el mentiroso que pretende abarcar el mundo sin poder probar siquiera en un país la validez de  aquello que defiende. Es que no hay uno donde esas tonteras que propone hayan dado resultado sino todo lo contrario. ¡Ojo!, ¡cuidado!, el lo sabe, no lo ignora, pero como su oficio es la ficción, eso hace.

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 El señor Vargas Llosa es, sin duda alguna, un gran escritor. El que escribe lo ha leído en libro hasta “La tía Julia…”. Hasta ahí llegó nuestra tolerancia con ese señor. No obsta ello para que a veces le leamos en esas largas columnas suyas que se publican en prensa, algunas sin duda, buenas. Buenas, claro, cuando no aborda la política que lo hace no tan bien como manco de ambas manos tañendo a Mozart con guitarra o piano.

 Una de sus obsesiones es Cuba, ¡ay! ¡Cuba!, cuánto le fastidias. Y sin duda que Cuba tiene que mortificarle, pues a ningún publicista le puede agradar que lo que él critique muestre ejemplos de excelencia que otras naciones que el querría poner como ejemplo, no exhiben. Hablemos algo de ello y preguntemos también al ficcionador sobre cuestiones que se puedan contrastar con la realidad. Tal vez si hiciera un supremo esfuerzo alcanzara lo veraz. Tendría que ser un esfuerzo titánico, pero valdría la pena.

 Resulta imposible cuando uno se dirige a tan genial escritor, no atribuirle un conocimiento superior. ¿Cómo entonces no tratar de disminuir nuestra inmensa ignorancia preguntándole y así menguarla un poco? Querríamos saber de tan ilustre Nobel, qué países distintos de Cuba tienen una Escuela de Medicina para estudiantes extranjeros. Que además los bequen. Esa es una cuestión que un señor como Vargas Llosa tendría que asomar en su crítica. Querríamos saber también que naciones son las que “roban” lo que otras forman. EEUU tiene más médicos etíopes en Chicago que los que ejercen su profesión en Etiopía. Se habla de África e hipócritamente se compadecen por su estado, mientras les expolian los profesionales que ella logra formar.

 En su informe correspondiente al año 2007, la Comisión Internacional Global de Migraciones daba dos ejemplos de lo que denunciamos: en la ciudad inglesa de Manchester trabajaban en ese momento más médicos de Malawi que en todo Malawi. En Zambia, desde su independencia graduaron 600 médicos de los cuales la mitad emigró. Se calcula que a África le cuesta alrededor de 400 mil euros la formación de un profesional de esta área. España, tan meticulosa con su frontera, preocupada por la invasión de migrantes, tiene por cada dos médicos graduados en España, uno extranjero. 

 ¿Acaso para compensar tal despojo, alguna de esas naciones “desarrolladas” a levantado en ese Continente alguna Escuela de Medicina, o han enviado médicos para ponerlos en su servicio? Tres Escuelas de Medicina fueron constituidas en África por Cuba. ¿Qué nación ha formado asumiendo sus costos, más profesionales africanos que Cuba? ¿Es que hay algún país que tenga una política de becas para estudiantes africanos? Hoy también China la tiene. Son los dos únicos países que de verdad colaboran con ese Continente tan lacerado, al cual acuden esos que llaman países desarrollados solo para desangrarlo. Vargas debería hablar de esto. EEUU., seguramente la meca para el embustero, también tiene en su país médicos graduados en Cuba. Lo hicieron becados. ¡Qué vergüenza!

 Según datos de la OMS, uno de cada cuatro médicos africanos emigra hacia Europa, EEUU o Emiratos Árabes. Cada año salen de ahí 20 mil o más profesionales de la salud. África solo cuenta con el 3 por ciento de los profesionales sanitarios del mundo mientras nutre a esas “naciones ejemplares” con lo que tanto le falta.

 Sabrá este señor que en la historia de la escuela de medicina hondureña, que tiene más de un siglo, solo egresó de ella un médico garifuna, en tanto esa Isla Gigante les ha dado ya varias decenas de ellos. También colaboró junto con el consulado estadounidense en Honduras, y sindicatos californianos, a levantar un hospital en territorio aborigen con médicos nativos en su mayoría de la ELAM. Cómo habrá sido esa ayuda de Cuba que el cónsul estadounidense, en un gesto que le enaltece la resaltó.

 Sabrá el peruñol que los índices de analfabetismo de Sevilla fueron rebajados por la ayuda cubana y su programa YO SÍ PUEDO, que generosamente puso a su alcance. Sabrá el escritor qué significa para Haití la ayuda de todo tipo que Cuba le presta a esa nación tan castigada, desde tiempos muy viejos.

 En el mundo este en el cual vivimos, hace menos de una década eran 850 millones los desnutridos; hoy son más de 1000 millones y la cifra tiende a subir. 200 millones de niños viven y duermen en la calle. La diarrea provoca la muerte de millones de infantes. Millones mueren por enfermedades que con mínima asistencia se habrían evitado. Cómo será la cosa que esto hasta sucede en EEUU donde la parca se lleva todos los años, no menos de 50 mil desgraciados. Más de 800 millones de seres están cautivos de su analfabetismo. En la India las cifras de campesinos que se suicidaron por deudas superan los 100 mil. Esta es parte, solo parte del daño de las políticas de la cual es partidario este señor maestro de la farsa y la mentira.

 En Cuba no existe persona desnutrida. En Cuba ninguna persona muere por falta de asistencia médica, así sea un visitante, que es atendido gratuitamente, tal como si fuera cubano. En Cuba no hay analfabetismo. Los registros  que exhibe UNESCO pone la educación cubana dentro del grupo de las mejores del mundo. En Cuba hay un maestro para cada 20 escolares, y un profesor para cada 15 liceístas ¿cuántos países tienen esta marca? ¿Es que existe, acaso en el planeta, otro país que atienda tanto a sus niños como Cuba? En la Isla no hay un solo niño en la calle, tampoco uno que cargue con el lastre del analfabetismo. En Cuba se editan más de 200 revistas científicas. Los lauros que logran sus científicos son admirados incluso por científicos que adversan a Cuba.

 Estas letras surgieron porque leyendo las noticias del día encontramos un reportaje que le hicieron al señor que domina muy bien la mentira, refiriéndose a un veto que pretendieron ejercer en Argentina para negarle la apertura de un evento a realizarse ahí. La invitación fue por motivación política y no cultural. La oposición a su exposición se argumentó correctamente pero, así no nos guste lo que exprese, hay que dejarle hablar pues solo los tontos pueden dar por verdad lo que dice en su función, un mentiroso consumado.

roosbar@cantv.net



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Roosevelt Barboza


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