El pensamiento de un hombre revolucionario

Digan lo que digan, la verdad es una: El pueblo de Cuba no se ha sumido a la servidumbre de los yankees y a pesar de toda la bestialidad deshumanizada descargada por el monstruo, con su bloqueo, es el único pueblo que no se le ha puesto de rodillas.

Cada época vulgariza, a nivel de cultura política, ciertos lideres y lo hacen con el propósito firme de desvirtuarlos del verdadero proceso histórico, cosa de opacarlos o de elevarlos a los altares para que de verdad mueran, tal es el caso que hoy se quiere hacer con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara, líder indiscutible de la ultima revolución latinoamericana ocurrida en plena mitad del siglo pasado, en Cuba. Pero como la historia es en esencia continuidad y solidaridad, sin que los hombres puedan evitarlo, estos líderes, pase lo que pase, nunca, jamás morirán.

Al retomar y repensar los temas políticos sociales proyectados por Ernesto Guevara, nos encontramos con un descubrimiento asombroso, el Che es un prototipo de hombre de la corte Noe-Idealista, surgido de la complejidad social política moderna. Sin duda alguna el Che es el político por excelencia latinoamericano siglo XX, y desde luego, además de político, pensador social y hombre de acción. Nadie como él tactó la enorme complejidad de los actuales problemas humanos y reclamó una posición integral para el hombre latinoamericano y dentro de su pensamiento nos enseño que el hombre no debe sustraerse de la responsabilidad social y política que incide todos los días en su personalidad.

La comprensión de la historia en nuestra época fue su base principal para razonar, meditar y exponer la necesidad de la construcción del hombre del tercer milenio “Siglo XXI”. La revolución, su profunda temática, es el centro gracias al cual una nueva ética humanista se ofrece: una nueva sociedad emancipada talmente del asqueroso imperio. En su pensamiento se encuentra una nueva ciencia revolucionaria reflejada en una evolución científica bajo la ética de los principios marxistas, pero con una extensión metódica aplicada al sistema latinoamericano, su método expone una constante renovación, él le dio el impacto vivo a la acción revolucionaria, excluye el empirismo, el dogmatismo, la aventura y por supuesto la traición, en síntesis se encuentra una posición formada plenamente al servicio del hombre.

En consecuencia, su política revolucionaria podríamos definirla como un arte, porque ella fue capaz de alcanzar en la practica el objetivo final de toda revolución, porque la victoria definitiva no está, como se piensa, en alcanzar victorias en las acciones militares, éstas solo representan un comienzo de toda la tarea, tal y como es la de encaminar todo un pueblo bajo el pensamiento socialista para construir una nueva sociedad que domine y venza a los enemigos mas encarnizados. La revolución cubana es un viento a caballo y cuando los gringos sanguinarios la oyen correr no encuentran la forma de matarla.

El Che, no fracasó en Bolivia, fracasó el partido comunista que creído que el momento político estaba dado, se lanzó a la revolución de la lucha armada y luego asustado, dejó solo al Che a los pocos hombres que acudieron a su llamado. El partido de ese país traicionó, en ese momento, al líder atándolo para que los gringos lo pudieran asesinar.

Nacido un 14 de junio de 1928, vino a un hogar de clase media argentina y fue asesinado vilmente el 9 de octubre de 1967. Olvidar al Che, es la consigna de este mundo neoliberalista dominante y es natural, el Che es todo lo contrario a este mundo de hoy, su pensamiento fue núcleo constitutivo de la lucha por la instauración de una real democracia social popular y hoy la profunda necesidad de su exclusividad esta en la realidad de las democracias actuales, las cuales violan el sentido ético de las luchas desarrolladas para su alcance, por hombres inclusive, como el Che que dieron su vida por construirlas, el poder del capital, la hegemonía de la ideología del consumismo, el diseño imaginario de un modelo de vida competitivo en el cual el éxito significa posesión del objeto obligado a ser deseado, aniquilan toda protesta y todo sentido de revolución, pero es necesario que hombres latinos como el Che, resurjan de las cenizas para que su pensamiento liberador ayude a emanciparse a esta Latinoamérica sin porvenir por estar sumida por los verdugos de la democracia y los ideólogos de la violencia, hambre, miseria y esclavitud.

Cada pensamiento del Che tiene como destino cambiar el mundo, cada paso es un trueno que retumba para hacer una nueva historia, pocas ideas han resultado tan humanas, tan fascinantes para los hombres que amamos la libertad. ¿Qué lo ha hecho destacar? ¿Qué explica esa electricidad indetenible que corre por las mentes de los hombres del pueblo? Su formula infalible política con fuerza y visión para el hombre nuevo del siglo XXI.


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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