De como ser aliado táctico de Chávez y no morir en el intento: como ser oportunista y dogmático al mismo tiempo

Hay argumentaciones que resultan insólitas. Uno se pregunta: como una dirigencia de una organización que se dice seria, que cuestiona la “politiquería”, puede criticar de unilateral una propuesta desde el dogmatismo unilateral. Unilateral es aquel que solo aprecia un horizonte, un conjunto, una totalidad desde un aspecto particular. En este caso, el marxismo-leninismo es un elemento del conjunto, no el conjunto. Elemental.

Al mismo tiempo, esta misma dirigencia cae en el error de la derecha cuando presupone; es decir, cuando parte de premisas imaginadas, de supuestos, prenociones y prejuicios al afirmar que “todo indica que el nuevo partido se va a organizar muy desde arriba, con un estado mayor ya en función de aplicar un plan de operaciones hasta en el más mínimo detalle y según una cronología establecida.”(Jerónimo Carrera Damas)

Estimado, ¿tendrá usted conocimiento de lo que es un “estado mayor”? ¿Es la comisión propulsora el estado mayor? ¿Acaso allí no hay dos connotados dirigentes del aparato llamado PCV? Considero que ha sido muy saludable para las fuerzas sociales y políticas de la revolución bolivariana que se demarquen los apoyos estratégicos de los tácticos; es decir, que se aclare quienes apoyan este proceso desde sus raíces nacional-populares, y quienes se arriman para sacarle tajada “politiquera”. A estos últimos apoyos, al igual que a la oposición el 11 de abril, se les están cayendo las máscaras y una de las decisiones del futuro congreso fundacional del PSUV es que hacer con estas alianzas tácticas, si es que esta decisión no le corresponde a la “masa amorfa” tomarla ya.

Por otra parte, no sigan difundiendo falacias. Comunistas no son exclusivamente los miembros de un partido comunista marxista leninista venido históricamente a menos. Comunistas no son los marxistas-leninistas. ¿Acaso no eran comunistas Marx, Engels, Luxemburgo y Lenin?

¿Cuál es la gloriosa historia del PCV en estos últimos 20 años para no referirme a los zizageantes errores de conducción estratégica de segmentos del movimiento popular en coyunturas decisivas de la historia venezolana? ¿Donde está el sindicato clasista apoyado y dirigido desde PCV que impidió masivamente la entrega de las prestaciones sociales en el gobierno del “aliado táctico” Caldera II? ¿De que apoyo hablan a Hugo Chávez como “dirigente principal” de esta revolución bolivariana?, si ustedes no aceptan la invitación del “dirigente principal”, y se dedican a “tirarle piedras” (palabras literales del dirigente principal) al PSUV porque todavía no han podido distinguir entre una alianza poli-clasista en la composición social del nuevo partido, de una política de colaboración entre clases dominantes (incluido el imperialismo) y clases dominadas. No confunda la alianza de clases dominadas con la colaboración entre opresores y oprimidos, por favor!

Estimados marxistas-leninistas de aparato. ¿Ustedes saben que fue la alianza obrero-campesina en Rusia? ¿Acaso fue una alianza mono-clasista?. No confundan la base social de apoyo del PSUV con la línea política de clase que nutre la perspectiva estratégica del PSUV. Elemental camaradas. No sigan confundiendo, no sigan desinformando, no sigan torpedeando. No se comporten como enemigos, queridos “aliados tácticos”.

¿Es el pueblo organizado bolivariano un movimiento amorfo y sin lineamientos ideológicos precisos? Tal vez; Jerónimo ha caído bajo los mismos razonamientos de Germán Carrera Damas en su texto: “El bolivarianismo-militarismo: una ideología de reemplazo”. Me imagino que lo ha leído. Allí se habla del movimiento amorfo e incoherente, pero paradójicamente, señalando que la peor combinación es la del marxismo-leninismo-bolivarianismo; es decir, la propuesta de línea ideológica del PCV para el PSUV. Tremenda concha é mango!

Demasiadas concesiones y posibilidades han sido otorgadas a los dirigentes de una línea reaccionaria que consiste en la tesis del “apoyo táctico” a la revolución bolivariana cuando la califican de neo-utópica, como si fuese una desvalorización de la revolución. Es la utopía concreta la que la enaltece. La capacidad de generar esperanza, entusiasmo, trascendencia de la situación presente. Usted cree estar parado en la cientificidad, y está parado en el sectarismo, en el dogmatismo, en el fanatismo del canon sacrosanto. La visión de ciencia que pretenden pasarnos por bola es la ciencia del siglo XIX. ¿Usted se debe acordar del asunto lissenko y de la ciencia proletaria? ¿Van a seguir con este cuento?

Esta línea reaccionaria habla mucho de dialéctica materialista pero poco de dialéctica revolucionaria. Siguen aferrados a la defensa de lo que son (principio de identidad), actuando desde Parmenides y un platonismo de las esencias que nada tiene que ver con la dialéctica revolucionaria, con la negatividad revolucionaria, estimado Jerónimo, y mucho menos con Heráclito, con las contradicciones. ¿Qué ocurre cuando las identidades son aspectos relativos del movimiento de las contradicciones? Se acaba el dogmatismo, se acaba el marxismo-leninismo. En eso Mao le dio medio palo a Stalin, conservando su particular visión del marxismo-leninismo, por cierto. ¿Conocerá Jerónimo el Doi Moi Vietnamita?

Creo que aquí hay una confesión por denegación: “Debemos insistir en que no es cuestión sentimental ni nada parecido, y mucho menos que estemos aferrados a viejos textos que ahora algunos se complacen en tildar de dogmáticos.” Los defensores del “santo grial de la revolución marxista leninista” no quieren sentirse iguales entre iguales con la masa amorfa bolivariana, porque ellos están ungidos con la verdad del dogma. Todo aquel que se atreva a revisar el dogma, es por tanto un neo-revisionista, por supuesto menos Stalin, que invento el marxismo-leninismo.

Ver sentados en el banquillo de los acusados por neo-revisionistas a Dieterich y a la Harnecker es digno de una repetición de los procesos de Moscú. Fantasías estalinistas quedan para rato. De esta manera se cierra el espiral de la dialéctica revolucionaria en el círculo del platonismo más vulgar. Frente a esta peligrosa tendencia dogmática hay que reivindicar la diversidad en las filas de la revolución, el diálogo de saberes, el pensamiento complejo, eco-sistémico, la conjunción de pensamientos críticos para la liberación social, los enfoques contra-hegemónicos. Guillo con el dogmatismo, que anda suelto

Si usted, Jerónimo, le habla a la militancia del PCV en términos de que “no somos de ninguna manera fáciles de arrear por nadie.”, lo está diciendo todo, los otros, los que no son como ustedes si se dejan arrear fácilmente por alguien. ¿Y quien es ese alguien? El “dirigente principal” del proceso: Hugo Chávez y su “estado mayor”. ¿Y por que lo apoyan?

Usted no es dogmático en el terreno de las alianzas tácticas, y no lo son porque estratégicamente funcionan como rémoras de la revolución bolivariana. Mientras Chávez lleva la carga, ustedes le sacan tajada en cargos del ejecutivo y del parlamento. Tremendo negocio, no? Sean consecuentes, renuncien a las funciones del Gobierno, tengan dignidad.

Yo no me imagino en que condiciones ustedes apoyarán a la revolución bolivariana cuando se ha definido como una revolución antiimperialista, socialista y democrática. NO se olviden amigos estalinistas, DEMOCRÁTICA. Con pensamientos socialistas diversos. Sobre dogmas de aparato y mono-litismo ideológico hay mucho fracaso.

Si fuera por mi, con dirigentes aliados así, ni pa´ la esquina.

jbiardeau@gmail.com


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Javier Biardeau R.

Articulista de opinión. Sociología Política. Planificación del Desarrollo. Estudios Latinoamericanos. Desde la izquierda en favor del Poder constituyente y del Pensamiento Crítico

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