Suelo escribir mis notas políticas semanalmente, pero ayer escuché a Diosdado en Tv. Lo que dijo no fue sorpresa, sin embargo, si fue decepcionante porque a uno le queda siempre un resto del "todavía es posible". Así que decidí mandar al espacio digital -que es un espacio inexistente, pero lleno de vainas- una improvisada, además de inusual, nota.
Por razones de sencilla comprensión, todo grupo humano, grande o pequeño, importante o modesto, asociado por intereses comunes, de orden social, político, cultural o deportivo; busca tomar decisiones en base al consenso y eso no es sólo levantar la mano frente a una propuesta. Es, sobre todo, discutir de qué se trata, o más seriamente, qué es lo que está en juego. Es así como una asociación de iguales puede decidir el camino a emprender. No incluyo aquí los grupos que se conforman con fines económicos. Esos fines nada tienen que ver con la democracia, ella no existe en la bolsa o los bancos. Allí las "juntas directivas" deciden qué hacer. Tal forma ha sido copiada por los partidos políticos, que tienen su equivalente en lo que llaman "dirección nacional". Y la han copiado las agrupaciones de cualquier otro tipo, hasta las juntas de condominio. Esa escuálida dirección es la que decide. La razón de tal concentración del poder en pocas manos tiene un poderoso sustantivo, lo llaman pragmatismo. Su poder se lo otorgan siete mil años de civilizaciones tuteladas. Tal adjetivo implica, soterradamente, que la mayoría de los miembros de una sociedad son menores de edad o minusválidos que necesitan de un tutor que los conduzca. Lo que llena el paso de la tutela al tutelaje es el pillaje, trucaje, ultraje, bestiaje, chantaje o vasallaje.
Estas reflexiones, seguramente generadas por una predisposición contra ese devenir que acabo de contar, me la produjo -ya lo dije al principio- Diosdado cuando, con su conocida frescura, nos dijo: 4 millones 240 mil 32 militantes de manera unitaria y por consenso le envían un mensaje a la Dirección Nacional y al congreso del partido que el candidato para las elecciones presidenciales del 28 Jul del 2024 se llama Nicolas Maduro... Nada que ver.
