Hace cuatro años, escribí una nota, muy corta, sobre el inicio de la gestión presidencial de Boric en Chile. Allí decía: El presidente electo de Chile sigue mostrando, aún antes de tomar posesión, esa ideología típica de la socialdemocracia europea... qué otra cosa se puede esperar de un millennial... La que hoy escribo va a ser igual de corta.
Ha quedado confirmado in extremis, lo dicho hace cuatro años. La cosa fue mucho peor. Lo grave es que el partido comunista chileno haya acompañado a ese estúpido muchacho hasta el final, abriéndole la puerta al regreso de la derecha pinochetista. Y además pretendiera, como si fuera poco, continuar la vaciedad con la señora Jara -tan comunista como la Bachelet-. Bueno, ya no importa, el pueblo pobre chileno seguirá pagando las consecuencias de esas imposturas políticas de la izquierda, que sólo sabe moverse por caminos torcidos.
