"...Elefantes en una cristalería"

El país sigue sumergido en una crisis prolongada y persistente. No se observa ninguna salida en un horizonte temprano. La controversial "recuperación económica" explotó cual burbuja y desnudó oscuras inversiones provenientes de la corrupción. Se apagó la "lavadora". Gobierno y oposición se deleitan en su pereza intelectual y haciendo gala de su ineficacia política profundizan la crisis. Cada paso resulta más destructivo que el anterior, nos retrotrae a la parábola de un elefante en una cristalería.

Negociaciones van, negociaciones vienen. Se instaló un extendido "Dialogo Social" con la participación protagónica de FEDECAMARAS, una raída representación sindical y representantes del Ejecutivo Nacional bajo la supervisión de la Organización Internacional del Trabajo –OIT-. Meses de encuentros y desencuentros, anuncios y desmentidos para terminar informando al país que el gran acuerdo es el congelamiento de salarios, jubilaciones y pensiones.

Se asume la contención del salario, como Política de Estado, en medio de una indetenible inflación y la subsecuente pérdida del poder adquisitivo, crecimiento de la pobreza, deterioro de la infraestructura, aumento del desempleo, una galopante corrupción y el fracaso de toda tentativa de control de precios ante el avasallante monopolio de la producción de bienes y servicios bajo control de FEDECAMARAS. Se asume y se justifica la contención del salario por considerarlo el factor determinante de la inflación. Como complemento, se impone (y se autoriza) un exagerado ajuste de tarifas por servicios públicos que se consolida con el aumento de la Unidad Tributaria, base de cálculo de las tarifas, en un 2.150%. Como complemento, una dolarización que deviene en devaluación permanente de nuestra moneda nacional.

La oposición sigue su juego perverso. Mantienen a su clientela entretenida en la farsa mediática de unas presuntas elecciones primarias mientras apuestan por novedosas formas de intervención extranjera y solicitan más sanciones contra el país. Buscan alianzas con el capital transnacional para subastar nuestros grandes activos en el extranjero como CITGO y MONOMEROS. Se apropian inescrupulosamente de las finanzas de la nación. La política es su mejor negocio y ser oposición su mayor empresa porque se enriquecen sin invertir ni trabajar. Ya no hablan de "gobierno de transición", tampoco tienen propuestas para atender los grandes problemas del país. Ser oposición es su gran negocio aunque el pueblo los perciba como una manada de torpes elefantes en una cristalería.

En la calle se está incubando una mezcla de apatía con indignación. El reclamo de los trabajadores es cada vez más consistente. La destrucción de los salarios, jubilaciones y pensiones ya resulta inaceptable. Ya nadie confía en el discurso oficial que promete la redistribución de la riqueza. Las políticas económicas lucen desdibujadas sin ninguna opción de éxito en el campo de las urgencias sociales. La redistribución es regresiva y el chavismo no debería aparecer como garante del retroceso.

Los últimos acontecimientos de trascendencia nacional e internacional denotan un gobierno fragmentado con grupos concéntricos de poder sin posibilidades de articular un discurso coherente para sus bases sociales. Se evidencia un desconcierto social centrado en la injusticia, la desigualdad, la corrupción, la ineficiencia y la indolencia ante el sufrimiento de un pueblo leal, noble y trabajador…la marcha de los elefantes no se detiene…la cristalería tiene dolientes…



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Darío Morandy


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