Crítica o disidencia (I)

“Hacer de la poesía un fusil airado, implacable

hasta la hermosura.

No hay otra alternativa,

la caída de un combatiente popular

es más dolorosa que el derrumbamiento

de todas las imágenes.”

Víctor Valera Mora

Desde cuando los jóvenes oficiales insurrectos estaban presos en Yare, los escritores y los poetas -para nosotros es muy clara la diferencia- hemos publicado remitidos de apoyo al movimiento bolivariano y a su líder, el comandante Hugo Chávez Frías. Algunas veces nos ha provocado no firmar esos documentos, sobretodo cuando sus redactores no aceptan que cuestionemos a las empresas mixtas, o propongamos una verdadera constituyente originaria, sin que ello nos convierta en disidentes y si nos confiera la dignidad crítica de los hombres de responsabilidad intelectual.

Hasta ahora nuestros mensajes “a la opinión pública” han sido laudatorios para el proceso y su máximo jefe, pero creemos llegado el momento de decir lo que percibimos en estos extraordinarios momentos de nuestra historia. Ya no es posible callar, como diría Garaudy hace casi cuarenta años.

Habló en Barquisimeto el ministro Farruco Sesto de veinticinco imprentas –en verdad son unas impresoras muy limitadas-, ante más de ciento cincuenta escritores provenientes de distintas regiones del territorio nacional; lo secundó, como debe ser, el viceministro Iván Padilla, quien invitó a conspirar, a ir más allá de la literatura –o más acá- e involucrarnos en el debate ideológico. Nos pareció en extremo limitante que se nos dieran cinco minutos para nuestras intervenciones, cuando el ministro hizo uso de una hora. Presionados por el moderador apenas pudimos esbozar algunas ideas. Reconstruiremos como testimonio de lo que allí aconteció, puesto que algunos amigos han malinterpretado nuestras palabras, lo que expresáramos con temor y humildad esa mañana en el auditorio de la biblioteca “Pío Tamayo”:

1.- Consideramos que en Venezuela se han producido innegables cambios sociales en comparación con los tenebrosos años del puntofijismo. Contamos con un líder que busca la unidad popular, pero en la dirección política actúan fuerzas de disímiles intereses. Es, por ejemplo, notoria la diferencia entre el discurso del presidente y el de Diosdado Cabello –leer entrevista en Quinto Día del 02-02-07-.

2.- Más que pluralidad ideológica, el gobierno alberga a neoliberales y capitalistas que estigmatizan cualquier intento crítico acusándolo de contrarrevolucionario.

3.- Intuimos a un presidente rodeado de algunos auténticos revolucionarios, pero embridado aún por las trasnacionales y el capital financiero, hoy fortalecido por la voraz emergencia de la corrupción oficialista.

Parece absurdo que Chávez proponga ciudades modélicas, como si factores muy poderosos le impidieran transformar a la gran Caracas, a Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Mérida y toda la nación bolivariana.

Cabello habla de un nuevo grupo económico que conduzca por cincuenta y tres años, como lo han hecho sus actuales propietarios, la señal de RCTV. Es obvio que los comunicadores alternativos, junto a los artistas y el personal administrativo y obrero de ese canal, deben asumir su manejo. Sería una de las primeras empresas socializadas ¿ O vamos a comenzar el tan mentado socialismo del siglo XXI dentro de cincuenta y tres años ?

También deben ser socializadas la CANTV y la Energía Eléctrica, e igualmente derogado el aparataje legal de las empresas mixtas. Debemos impulsar una constituyente originaria, por donde hemos debido empezar, pero entendemos que entonces el miquilenismo era un obstáculo ¿ Y ahora quiénes son los enemigos de esa idea ?

4.- Ese día solicitamos a los participantes del encuentro un pronunciamiento en contra del sicariato promovido por la derecha de la dirigencia empresarial que ha asesinado a decenas de campesinos en los últimos años. En Lara, dos días antes de ese anodino evento, mataron a Antonio Cordero, en el caserío El Paují del municipio Urdaneta, hermana, la víctima, de Cástulo Cordero, viejo integrante del Frente “José Leonardo Chirinos”, actual miembro de las mesas técnicas agrarias y militante del PPT, partido que llevó al ministerio de la cultura al arquitecto Sesto.

5.- Manifestamos que temíamos al reduccionismo de los artistas, el cual se explica por la naturaleza del oficio y la generación de nuevos lenguajes, pero también por el aluvión presupuestario; debemos revisar nuestra conducta y vincularnos, con modestia y ética ciudadana a los consejos comunales, para aprender lo que el pueblo pueda enseñarnos y aportar lo poco que sabemos.

6.- El ministro respondió… ¡ Qué pena ¡ . Dijo que su ministerio era el de la cultura; que para otros asuntos estaban los de agricultura, defensa o relaciones interiores.

Al fin comprendimos por qué sus adulantes publican 700 dibujos trazados por él en las reuniones de gabinete, mientras otros funcionarios discuten problemas de agua, tierra y guarimbas.

Vimos retirarse, cabizbajos, a los compatriotas campesinos que llegaron a buscar la solidaridad de los poetas. En nombre de la mayoría de quienes allí estuvimos pedimos perdón.

Cuando escribimos esta crónica, se mueven en la memoria rostros presentes en el acto: unos venían del llano, otros de los andes, del Zulia, Falcón, Guayana… Hasta gallegos y portugueses parecían salidos de una postal rural.


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Tito Núñez Silva


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