Socialismo reflexivo (XVII)

Estalla así la acción militar del 4 de Febrero de 1992, la cual no se puede
comparar con aquellos golpes militares que solo sirvieron para azotarnos,
porque sus formas, propósitos solo lo condujeron al autoritarismo
antilibertario y antidemocrático, las características de este movimiento, su
acción, mostró claramente objetivo y proyección, su destino se basó
políticamente en la lucha por la instauración de una real democracia social,
la cual el líder llamó y llama, Democracia Bolivariana.

Ella se calibró dentro del hilo de la historia porque fue una continuación
de la explosión popular del 27 de Febrero de 1989, cuando el pueblo se negó
a continuar el camino de la dictadura bipartidista que lo sometía a las
barbaridades de la pobreza, la miseria y el hambre, y estas jalonaron el
hito histórico de las luchas del pueblo venezolano, cuyas consecuencias se
comenzaron a vislumbrar nuevamente.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) hoy en camino convoca a la
unión, para ello es fundamental toda la voluntad política con empuje a la
nueva polarización de fuerza, capaz de renovar y transformar la democracia,
portando el nuevo espíritu histórico, el nuevo movimiento popular, la
estrategia de gobierno y la alternativa de un verdadero socialismo unido.
Además militares y civiles debemos mantenernos unidos y trabajar por el
total rescate del ideal de nuestro Libertador Simón Bolívar, en todas sus
expresiones y todas sus acciones, necesitamos demostrar al mundo que la
dignidad de ser militar y ciudadano nos pone al servicio de un solo interés:
La Nación Venezolana.

El propósito político es objetivo, caminamos en base a un cambio radical en
niveles distintos a como se desarrollaron los llamados tradicionales.
Nuestros objetivos bolivarianos revolucionarios se redimensionan y se
definen a partir de la orientación de una nueva acción política hacia una
verdadera democracia tal y como se ha venido trabajando. Estamos en la
obligación de erradicar a los verdugos que aún quedan y continúan
arruinando al país y a sus hombres, que no son otros que los restos de
aquellos ideólogos de la violencia en el panorama de esta Venezuela,
tratando de nuevo de sumirla en la mas terrible quietud que se haya vivido y
desconociendo totalmente que el pueblo despertó para alcanzar su libertad,
su igualdad y su justicia.

La tarea del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es la de luchar y
reclamar los principios de la soberanía popular y rechazar la forma
tiránica y despótica, en especial aquel despotismo politiquero que se
levantó y creció durante las ultimas cuatro décadas del siglo XX.

Ese sistema corrupto mantenido por la oligarquía y aún con raíces muy
fuertes, se tambalea ante el pueblo que vanguardiado por este nuevo partido
exige la reivindicación de sus derechos. No olvidemos que estamos en plena
transición y que hay encargados de asegurar la desestabilización nacional,
promovida y trabajada por el canalla imperio, el cual maniobra a través de
los restos que quedan, tales como militares de alta jerarquía, la cola de
una cogollocracia en extinción y la diligencia de pequeños grupos que tratan
afanosamente de intervenir con posiciones absurdas para adueñarse de todas
las estructuras y combatirnos, pero a esos enemigos les estamos dando
frente, de ahí que adopten nuevas posturas y hasta utilicen filosofías
mentirosas para justificar todo tipo de injusticia, represando por los
medios de comunicación social, hoy con tareas sincronizadas de terrorismo
psicológico, para tratar de introducir sutilmente sus ideologías
quietizantes, adormecedoras, cosa de que sus falsas concepciones trastornen
el camino bolivariano, pero ello no es más que el horror teórico para lograr
el desastre práctico en que se nos mantuvo en el pasado.

Nosotros no repetiremos esa triste experiencia venezolana, donde las luchas
se han convertido en estériles y provechosas para los sectores dominantes.
Penetramos con claridad y profundidad en la descripción revolucionaria clave
de la hegemonía en cada momento histórico. Nos hemos constituido en la base
misma de la sociedad y utilizamos nuestra propia y única doctrina, “El Árbol
de las Tres Raíces”, la Bolivariana, unionista de naciones, popular,
engendrada por las acciones Rodriguianas, Zamoranas, y denominadas
magistralmente así por nuestro comandante y líder Hugo Rafael Chávez Frías.
Verdadero tríptico Bolivariano, en ellos no descansa un pasado, nos están
esperando en todas partes de la patria y en todo rincón de Latinoamérica y
el Caribe. (Continuará…)

vrodriguez297@hotmail.com



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Víctor J. Rodríguez Calderón


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