El problema sigue siendo el capitalismo

El capitalismo sí es eficiente, pero…

El capitalismo moderno más eficiente es el imperialismo. Son pocos los países que cuentan con colonias explotadas y sus habitantes con niveles elevados de vida, niveles de vida de países desarrollados. China va hacia allá y Rusia también (Turquía, La india, Irán…, son capitalismos emergentes). El capitalismo eficiente que no es un imperio, que forma parte de alguna órbita imperial como "colonia satélite", explota a mucha gente o vive de la extracción minera o petrolera, de sus rentas, y sostiene una brecha entre ricos y pobres muy ancha y profunda. En resumen, el capitalismo más eficiente tiene la necesidad de explotar a grandes masas de seres humanos y expoliar mucha naturaleza.

No es posible sostener de forma global los niveles de consumo y de vida de los países más desarrollados. Si tienes agua caliente en tu casa es acosta de que mucha gente en el planeta se muera de sed. Si todos los seres humanos tuvieran una casa con jardín, tuvieran un carro o dos, calefacción y aire acondicionado, agua caliente, electrodomésticos, y consumieran como el ciudadano medio de Los Ángeles o Mayami, el mundo reventaría. De hecho, sin ser así, solo con los niveles de consumo actual, a pesar de que la brecha entre ricos y pobres cada vez se ensancha más y la concentración de la riqueza es mayor, el planeta está por reventar, solo con el consumo de esa pequeña parte de la humanidad que tiene esa posibilidad.

La mayoría de la gente que confía y apuesta en el sistema capitalista lo hace creyendo en la "democrática movilidad social", que es más bien un golpe de suerte. Y la mayoría envejece y muere esperando ese golpe de suerte. La sociología del pobre nos dice que muy pocos pueden leer y escribir, y muchos menos estudiar hasta el bachillerato, muchísimos menos graduarse en una universidad. Solo en un país como Venezuela, o en Cube, existe –hasta ahora – eso de estudiar de forma gratuita; en Colombia es imposible, en Chile, en Brasil, ni se diga en Europa. El sistema capitalista beca a algunas de las mejores inteligencias o las engancha en un sistema de créditos educativos donde muchos solo trabajan para cancelarlos. Es realmente difícil para el pobre, si no imposible, estudiar, sin becas o sin créditos educativos, sin recomendaciones, sin padrinos, sin mucho dinero. En Colombia (en Perú, en Chile, en Brasil, etc.) si eres hijo de campesino, campesino mueres. Igual si eres obrero, empleado, etc. Son sociedades de las más estratificadas del continente; esa estratificación es el capitalismo real, la destilación social de la "democracia burguesa", por la que se raspan los genitales nuestra clase media más aspirante; el capitalismo real no es el llamado "sueño americano", o el otro sueño de las telenovelas colombianas y mexicanas, o el de Facebook o Instagram, lleno de playas, hombres y mujeres ociosos y ociosas.

La eficiencia en el capitalismo significa más concentración del capital y más explotación (más trabajo físico para el pobre), porque su norte es la ganancia, pero para el disfrute de pocos. Su eficiencia nada tiene que ver con la distribución equitativa de la riqueza y el buen vivir de todos. Por otro lado, la libertad en el capitalismo es para los más ricos y privilegiados. Es imposible que un pobre pueda ser libre en una sociedad tan dispareja, a menos que conscientemente viva delinquiendo, fracturando la norma y las leyes. La libertad y la democracia en el capitalismo es un mito para los que menos tienen, esclavizados por la ignorancia, las enfermedades, las deudas, ¡la culpa!, y la fe en promesas jamás cumplidas.

Todos aquellos que tuvieron la oportunidad con Chávez de estudiar, tener una casa y disfrutar de bienes que jamás hubiesen tenido antes, y que ahora se embaucaron con el "encantamiento capitalista", ahora están sufriendo sus rigores. El pobre no se puede salvar solo en esta lucha social, o lo hace como sociedad o se jode. La única salvación para el individuo es social.

Pero como no entendimos ésto, como creímos que nos salvaríamos por nuestra propia razón y cuenta, dejamos a Maduro deshacer la obra de Chávez, creyendo que ya estábamos adultos como para exigir "libertad" de actuar y pensar, sin otra consciencia que no fuera la capitalista, egoísta, aspirante, pequeñoburguesa . Y la ignorancia –el carrito y los televisores de plasma – nos aplastó de nuevo.

Hoy, algunos se aferran a Maduro como locos, otros van como sonámbulos, perplejos, sin saber qué fue lo que pasó en estos seis años para que vivamos tan mal, otros solo sobreviven, otros huyen, muy pocos se han dado cuente de que el mal está en el capitalismo, que la revolución, que pudo pagar parte la deuda social, no tuvo tiempo de arrancar en forma su plan socialista, porque Maduro lo frenó y lo revirtió hacia el capitalismo y la vieja socialdemocracia (democracia burguesa).

Esto es lo que estamos pagando ahora, la traición a Chávez y el socialismo, de nuevo en manos del capitalismo, de los capitalistas, de los mercachifles, de los bancos…, y de políticos chapuceros, oportunistas, aprovechadores de lo público, pragmáticos vende patrias,… y en manos del imperio.

Nada tiene que ver la eficiencia y la propiedad privada con la justicia social y el buen vivir. Justica social y buen vivir tienen que ver con la conciencia del deber social y de ella depende su efeciencia, nuestra eficiencia socialista. Al gobierno de Maduro le faltó justicia social, consciencia del deber social, buen vivir..., por haberlo apostado todo al cómodo egoismo del capitalista, y este descuido chavistas lo estamos pagando todos.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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