Al padre Numa Molina, también se les chispotea

Confieso, que tenía la pequeña finca patas arriba y esto me distrajo unos días. Las gallinas, los puercos y las vaquitas estaban negociando conmigo una escala móvil de alimentación. No soportaban el hambre y dado lo crítico de la situación en mi pequeño feudo, tuve la necesidad de desconectarme por unos días y este lunes regrese con las tablas en la cabeza porque cedí ante las peticiones y decidí actualizarme.

Nada nuevo. O sea, creo que esta bajada del "suiche", no produjo en mí, alguna pérdida que lamentar. Revisando portales, la única cosa curiosa que encuentro, es el tardío descubrimiento del padre Numa Molina sobre la jerarquía eclesiástica y con una muy mala argumentación.

Yo de esta jerarquía eclesiástica venezolana, creo cualquier cosa, hasta un poco más de su doble moral. No parece la jerarquía eclesiástica de Chile y México, pero no creo que sea distinta. Eso es una enfermedad que llevan los obispos, porque ser obispo lo aparte del prójimo. Hay obispos distintos sin lugar a dudas, pero esto es una excepción de la regla; más no la regla.

Sostener que la jerarquía eclesiástica venezolana sea una institución practicante de la doble moral, por la razón que utiliza el padre Numa Molina, es desde mi punto de vista un contra sentido. La jerarquía eclesiástica práctica la doble moral, porque algunos obispos dicen ser cristiano y son otra cosa distinta. La jerarquía eclesiástica venezolana puede estar conformada totalmente por obispos que practican la doble moral, porque dicen amar al prójimo y odian a los que no son como ellos. El amor para ellos es un sentimiento de exclusión, cuando para un auténtico cristiano; el de amor es un sentimiento sin fronteras ni franjas amarillas.

Creo que el padre Numa Molina se equivoca y mucho, en su argumentación, cuando nos pretende convencer, que la doble moral de la jerarquía eclesiástica se produce o es visible, porque "por un lado ataca al Gobierno por la escasez de medicinas y alimentos, producto de las maniobras contra la economía venezolana, y por el otro está alineada abiertamente con sectores de la derecha que promueven el bloqueo y asedio financiero contra el país, que afectan el acceso a bienes esenciales".

No aplica padre Numa Molina. La Jerarquía eclesiástica ataca al gobierno por su razón de ser una organización de derecha. Ahí no hay doble moral. Ni siquiera hay la posibilidad de aplicarle la condición de una moral. No tiene una y menos puede tener dos. Simplemente la Jerarquía eclesiástica actúa políticamente como lo que es, sin necesidad de echarle mano a una moral y menos a doble moral.

Se les chispotea padre Numa Molina, cuando nos dice que "la jerarquía eclesiástica se ha dejado manipular por la derecha y han terminado por ser casi sus voceros. Así hemos constatado (continúa Molina) una cosa muy extraña: en la mañana, Trump habla contra Venezuela; en la tarde habla la derecha en el mismo tono; en la noche se pronuncia la Conferencia Episcopal y los tres textos resultan alineados". La Jerarquía no se deja manipular. La jerarquía manipula que es una cosa distinta. Si repite, como loro lo que en la mañana dice Trump, es por una razón muy sencilla. La Jerarquía es otro vocero y hace lo que debe hacer: Manipular, mentir.

La cajita de medicamentos que finalmente hizo llegar como una ayuda humanitaria, desmiente igualmente la condición que usted le coloca a la jerarquía eclesiástica de doble moral. La jerarquía eclesiástica, es muy práctica de la filosofía de Antístenes. Son simplemente cínicos y como usted debe saber muy bien; el cinismo es un "sentimiento", que no usa ni una moral y menos una doble moral.



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Amaranta Rojas


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