Con la labor en manos y la voluntad dispuesta

Un cuidado asiduo y un constante archivar de correspondencias, de notas verbales, de publicaciones y de observaciones de cerca y de lejos, nos ha permitido evaluar, el grado de tolerancia que tiene el pueblo venezolano, ante el conjunto de acontecimientos preñados de descomposición interna, que quiere la oposición reflejarla hacia el exterior. Fíjense que tomamos a la televisión como un medio, que nos divierte, nos informa y algunos llegamos a pensar que nos educa, todo parece tan mantequilla, que habíamos pensado aceptarla como un medio inofensivo sobre todos nosotros; pero simplemente no es tan divertida, ni tan informadora, y menos aún educadora, la televisión tiene de frente intensiones perniciosas que tratan de dominar la conciencia, imponiendo valores, para destruir los que ya están establecidos a conveniencias de unos mal llamados señores o dueños de televisión y de los intereses que ellos representan, que por regular nunca son los del televidente o mejor dicho los del pueblo venezolano.

El curso de los acontecimientos en virtud de la propia obra que lleva adelante nuestro presidente Hugo Rafael Chávez Frías, en donde siempre he puesto mi granito de arena y creo que no sea escaso esta tarea que yo mismo me he impuesto que es la de unificar propósitos razonables en gracia del objeto, para sacar a flote una nación en conjunto, cualquiera que permitiese la acción inmediata, en donde el único beneficiado sea el pueblo y la nación venezolana, a juzgar por la larga experiencia que descansa en la conciencia, en la espalda, en el pellejo del pueblo venezolano y que también descansa en los pies de todos los venezolanos, y que debido a estas malas experiencias cuarta republicana, el pueblo esta clarísimo hacia donde va, y cual es el siguiente paso a dar, por que sencillamente el pueblo no ha olvidado nada de esas vivencias; es menester un esfuerzo de cordura y de circunspección para que esta etapa final llegue a puerto seguro a puerto feliz hacia el socialismo del siglo XXI ; lo contrario e inevitable de esta déspota oposición.

Esta revolución venezolana tiene que mantenerse y perdurar, por que estamos entendido que esta revolución surge de un estado de opinión dado, que aporta ideas posibles y prácticas de renovación; hombres útiles, viejos, nuevos y novísimos, y sobre todo y ante toda otra consideración sectaria, que ajuste en el nuevo molde, sin destrozar e inutilizar, cuanto de aprovechable pueda lograrse poner a salvo en un largo naufragio moral que ha arrastrado en sus torbellinos, dentro y fuera de la patria, una extensa serie de hombres y de propósitos. ¿Se ha hecho lo que se ha debido? Si, pero falta mucho por hacer, no es porque no lo sabemos hacer, esto se debe a la impotencia colectiva, fomentada por el egoísmo de unos pocos, que todo lo quieren para ellos, por la improvisación de muchos que aspiran manejar asuntos públicos y no lo han logrado, en este proceso hay que trazarse una línea decente de conducta, ya que sobran anarquizantes, intrigantes, aisladores de hombres.

El tiempo urge, pisándonos los talones, viene y se levanta otra generación, que nace o ha nacido a la par con esta revolución, y que ha demostrado abnegación, valor real, fraternidad decorosa y en donde todos deben sustentar estos ideales, para así encontrarnos CON LA LABOR EN MANOS Y LA VOLUNTAD DISPUESTA. Y cierro este artículo pensando que nuestras armas de lucha para hacer triunfar nuestros propósitos, sea el amor a nuestra patria y su brazo ejecutor el amor a la Revolución.

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José Antonio Velásquez Montaño


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