La peligrosa deriva económica del Gobierno de la Revolución

En importante alocución política al pueblo y la nación venezolana el Presidente N. Maduro ha anunciado un conjunto de medidas llamadas a rectificar el rumbo de la economía del país.

Sin embargo, el nivel de concreción de las informaciones sobre dichas medidas resulta preocupantemente vago. Las medidas son imprecisas, tal cual han sido anunciadas. No hemos visto al Ministro de Economía asumir y exponer el programa económico en cuanto a sus momentos vitales de rectificación y proyección. Ello refleja ausencia de responsabilidad de la autoridad económica dentro del Gobierno. El pueblo no tiene a quién evaluar directamente y dicha autoridad merma su posición política, asignada por el propio Presidente de la República.

¿Es el Presidente N. Maduro el autor directo y responsable por tanto del programa de medidas económicas anunciado? ¿Por cuáles razones la exposición de un plan tan decisivo como ese ha tenido una presentación tan poco convincente y profesional en cuanto al mérito de la materia y su mensaje al pueblo?

El programa de medidas económicas anunciado expresa una gran de coherencia conceptual y adecuación práctica en relación con los problemas claves de la actual crisis económica del país.

La economía venezolana necesita un ajuste macroeconómico de carácter sistémico y alcance estratégico. No hablamos en el sentido neoliberal que todos le conocemos al término “ajuste”. Decrecimiento del PIB, inflación galopante, desabastecimiento generalizado de productos de consumo, fuga extrema de capitales, disfuncionalidad del sistema monetario cambiario, desvaciamiento acelerado de las reservas internacionales, cosificación del sistema de tributación fiscal se superponen en una espiral de desajustes crecientes. Las medidas presentadas por el Presidente N. Maduro no “atacan” el carácter estructural de este cuadro patológico que pone la economía del país en una deriva sumamente peligrosa en cuanto a sus consecuencias sociales y políticas.

Algo especialmente negativo es que las medidas no plantean un plan de objetivos alcanzables en la solución de los problemas planteados según un calendario en cuanto a plazos para lograr soluciones concretamente definidas. Esto provoca que el nivel de incertidumbre en la población y los actores económicos se acrecente después de los anuncios del Presidente, tal como han sido expuestos.

Una crítica propositiva

Inflación. El ajuste macroeconómico exige detener y arrinconar la inflación. ¿Cuál es la meta de su reducción y en qué plazos? El Gobierno no propone ninguna proyección concreta. No crea con ello las expectativas positivas que actores económicos y sociedad necesitan construirse. La sensación de que la economía seguirá a la deriva se potencia. El Gobierno pierde credibilidad, no está en condiciones de dominar la situación.

La inflación puede ser reducida a dos dígitos en un año de ajuste macroeconómico. Si la definimos como una inflación producida por la fuerte combinación del factor oferta monetaria y el factor demanda de consumo, tal como todo indica sucede, la reducción de la masa monetaria en circulación es prioridad insoslayable. ¿Que´papel en ello ha de tener el BCV? El freno a la emisión de dinero por el BCV de Venezuela y la estimulación del ahorro de la población a través de la estimulación de los depósitos bancarios con apropiadas tasas de retribución constituyen las medidas concretas a poner en práctica en régimen de contingencia económica.

La domesticación y control de la inflación se refuerza con las reformas del sistema cambiario y el sistema fiscal. Su manifestación se estabiliza a la baja en la medida en que la producción y la consiguiente oferta de bienes y servicios se acerquen a umbrales de equilibrio dinámico con la demanda efectiva - aquella determinada por el poder adquisitivo real de la población y la disposición marginal al consumo (estas variables son de factible seguimiento y ponderación económica).

El aumento del precio de la gasolina - medida correcta – no puede ser casuístico. La simulación de su impacto en la constricción de la masa monetaria en circulación y en los precios de los sectores I y II (inversiones y consumo) ha de ser realizada y presentada como variables controladas por la política económica. El aumento de la gasolina no puede reducirse a un carácter instrumentalista de recaudación de dinero para el presupuesto del estado, argumentando populistamente que así serán sostenidos o incrementados los fondos del gasto social. Eso no es economía sino voluntarismo económico.

Sistema monetario cambiario. No hay aquí dilema extra terrestre. A ello me he referido en varios artículos. El Gobierno acaba de realizar una devaluación de la moneda contradictoria en su coherencia económica. No ha de esperarse de ello un aumento saludable de las importaciones, mientras que sí un deterioro fuerte del poder adquisitivo de los salarios, pensiones y ayudas sociales económicas a la población.

Remedio. Si se mantiene la doble tasa de cambio del bolívar, tal como estimo aconsejable en la coyuntura de la crisis, no debe fijarse el curso de la moneda “no protegida” (no subsidiada), puesto que de hecho se está subsidiando, solo que a un nivel superior.

La moneda subsidiada ha de cumplir una función socioeconómica clara: asegurar el equilibrio del abastecimiento del consumo de la población. Ello puede ser posible solamente bajo el monopolio estatal y control obrero empresarial de la importación y distribución de los rublos de consumo que deciden la canasta básica de la población, ante la falta de producción de los mismos por el sector privado. Toda la cadena de mercales ha de ser estruturada en estrecha cooperación con las empresas estatales importadoras de los 50 rublos básicos. Al tipo de cambio subsidiado se le privilegia el acceso en cuanto a insumos productivos a las empresas socializadas cooperativas y comunales. Hablamos del sector de la economía social.

La moneda no subsiada que hoy se fija en alrededor de 200 bolívares por dolar, ha de ser “suelta”, puesta a flote en un sistema cambiario de bandas controlado por el BCV. Toda importación de mercancías para el consumo y de insumos para la producción de las empresas capitalistas ha de ajustar su funcionamiento a ese mercado cambiario. La banda de cambio, sus extremos se flexibilizan de manera reptante de acuerdo a la demanda de la divisa. Ese es el juego del mercado capitalista. La franja de cambio flotante inicial puede establecerse entre los 200 y los 1000 bolívares por dólar. Si la tasa se les fija a los capitalistas a ese nivel de 200 bolívares la demanda de divisas se ajustará a tal nivel y el estado terminará desembolsando igualmente cantidades ingentes de divisas para satisfacer la especulación cambiaria y el fraude comercial. En el sistema de bandas, el apetito por las divisas hará subir el cambio sin que afecte las reservas del estado. O lo toman o lo dejan, y si lo toman, cosa que habrán de hacer puesto que lo otro es cerrar sus negocios, ya sabrán auto medirse en el gasto. La economía privada ganará en racionalidad.

La reforma de este sistema es de aplicación cuasi inmediata.

El sistema tributario. Implementación sin medias tintas de un sistema impositivo de la renta a la persona física de carácter eminentemente progresivo. El sistema de progresión no puede ser voluntarista. Se ajusta según la combinación de una cuota base libre de impuestos y una tasa unitaria lineal, lo cual permite proyectar la progresión del impuesto de acuerdo a la estructura de los ingresos. La complejidad técnica del sistema no puede ser abordada en esta breve exposición, pero su diseño e implementación es de relativa comprensibilidad. El impuesto a la persona jurídica, es decir, a las empresas ha de pasar a un sistema de progresión fijado sobre el giro económico empresarial y no a la renta empresarial. De vigual manera habría una cuota base libre de este impuesto que favorecerá el desmepeo productivo e inversionista de las PYME. Estamos así cerrando el paso a la evasión fiscal contumaz, ante todo de los oligopolios como la Polar . La alta automatización del sistema tributario - tal como bien ha propuesto el Gobierno en cooperación con Ecuador - ha de ser el complemento dinamizador técnivo de la reforma.

La reforma de este sistema es aplicable en un año fiscal.

Fuga de capitales. Con la implementación de las reformas cambiarias y fiscal estamos acotando el drenaje de capitales. El “llamado” a retorno de los capitales ya fugados anunciado como medida de manera imprecisa por el Gobierno ha de discutirse en profundidad y plantear la estretegia a seguir, puesto que no se puede esperar que el Gobierno asuma una política de “blanqueo” de capitales saqueados a la economía nacional. ¿Se trata de una abolición única?, de ser así, ¿en qué cuantía y a cuáles actores? O amerita sólo una incentivación fiscal de carácter productivo, y de ser así, ¿para cuáles actores y sectores de la economía?

Estas medidas son aplicables de manera inmediata.

Renovación del sistema productivo. Toda transformación estructural ha de apuntar a la socialización creciente de la economía. Hablamos de la democratización del capital. Los ajustes macroeconómicos no se establecen en función de enraizar la economía capitalista. Llevanel fin de establizar las relaciones economícas de manera que permitan la transformación eficiente del sistema de relaciones sociales de producción. Las medidas de los motores económicos sectoriales propuestos por el Gobierno apuntan a la restructuración necesaria. En no pocos rubros productivos la economía venezolana cubre los niveles de demanda efectiva de la población. Pero aquí las metas han de ser claras. La elevación de la participación de la producción socializada en el PIB en etapas y magnitudes concretas es una exigencia imperativa. Este es el campo de acción de la planificaciónn estratégica de la economía. ¿Existe este ministerio?

La elevación de la inversión bruta de capital ha de alcanzar en el plazo de dos años un nivel de no menos del 20% del PIB. Ello obliga a la restructuración de las proporciones entre consumo y ahorro de la economía. El gasto social, lejos de recortarse, habría de adquir alto grado de racionalidad económica.

Para elevar de manera sostenida la inversión bruta de capital la política crediticia de la banca comercial ha de ser forzada por la política monetaria del BCV a ofrecer líneas de crédito barato a las empresas de producción y servicios. La banca pública ha de favorecer con créditos blandos de largo aliento al sector de la economía social. El gasto público productivo ha de componerse en un sistema de alta trasparencia y principios que favorezcan la cooperación económica público-social.

La matriz tecnológica de las fuerzas productivas ha de ocupar lugar central en la planificación estratégica. El cambio de la La matrix energética es clave. China define que en el 2020 la energía que moverá la economía del país será de fuentes renovables. Ese es el camino y el horizonte temporal.



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Roberto Cobas Avivar

Economista, activista político y social

 rcavivar@gmail.com

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