¿El gobierno se endeudará de aqui en adelante con los chinos o con el FMI?

"El acceso que nos ha dado China a un financiamiento que ya supera en todos los tramos más de 40.000 millones de dólares es un acceso que supera ampliamente las otras opciones (...) que pudiera tener la derecha, ir al Fondo Monetario Internacional" (1). Eso lo dijo Gustavo Hernández, presidente del Bandes, al canal estatal VTV, hace mucho, mucho tiempo... seis meses.

Pero últimamente la velocidad de endeudamiento es tal, que mejor repasamos que significa endeudarse con unos o con otros. Endeudarse con los chingos o endeudarse con los sin nariz. Comencemos con los chinos.
 
Los prestamistas chinos no imponen condiciones de políticas a los gobiernos beneficiarios (2), es decir, a ellos no les importa como un gobierno se autodefina: si socialista, centro izquierda o centro derecha. Ellos saben por experiencia propia, que un país puede decir que es socialista, pero en su práctica económica ser absolutamente capitalista. Así que por ahí, los chinos no comen cuento: yo te doy y tú, me paga. Tampoco comen con el cuento del riesgo país, o derechos humanos, nada. Bussines. Es por ello, que sus tasas de interés son más altas, porque al fin y al cabo dicen “estamos corriendo riesgos” que otros emisores financieros no quieren correr. En ese sentido los préstamos chinos son más caros*.
 
Pero no todo es sacrificio para ellos. Sus generosos prestamos en América Latina tienen corta data, menos de diez años. Comenzaron este “peligroso viaje” a raíz del exceso de liquides en su país, algo así, como tener tanto real, que no se sabe qué hacer con él, así que vamos a invertirlo en algo.
 
Pero no todo es sacrificio y riesgo para los chinos. Por ejemplo nos ofrecen 4 mil millones. Nosotros le decimos que podemos pagarles con una cuota fija de suministro de petróleo por 6 meses más o menos. Los chinos con ese contrato en mano, nos dicen esperen 40 días mientras le ponemos los dólares en una cuenta que después le vamos a decir dónde está. En ese ínterin ofrecen a futuro en el mercado esos “barriles seguros” que nosotros le vamos a dar. En el mercado, los chinos le venden esos barriles al mejor postor. Generalmente el mejor postor son las refinerías estadounidenses que compran nuestro crudo porque está cerquita y es bueno para sus “cocinas”. Como lo están comprando a futuro, los gringos deben pagar un poco más caro. Con ese dinero obtenido, nos prestan los 4 mil millones, obtienen una ganancia por hacer de intermediarios con los gringos y todavía les queda un pelín más pues debemos pagar los intereses altos que hablamos antes. La cuenta donde depositan los 4 mil millones casi siempre es una cuenta conjunta del Banco de Desarrollo de China en New York o Panamá.
 
El petróleo que China compra a Venezuela, Brasil o Ecuador no va a China. Pero usted se preguntará, si China es el segundo consumidor mundial de petróleo y revende en el mercado norteamericano el petróleo que nos compra, ¿qué petróleo está llevando a sus refinerías? Pues petróleo iraní. La única forma que tiene Irán para eludir las sanciones del GAFI (3), de Estados Unidos y la Unión Europea, es China. China le da el paraguas, la protección a Irán para que comercialice su crudo.
 
Una segunda modalidad de préstamo chino. Dicen: te ofrezco 5 mil millones, pero te doy mil en efectivo y cuatro mil en grandes obras de construcción y tú me pagas fiado con petróleo. Yo pongo mis compañías capitalistas, mi personal, mi presupuesto de acuerdo a lo que yo creo que valen esos proyectos y tú me pagas con petróleo. Vuelve el juego de la triangulación de petróleo y además movilizan sus compañías capitalistas chinas. Doble triunfo.
 
La tercera forma de préstamo es: te doy dos mil millones. Quinientos en efectivo y mil quinientos para construirte una zona franca, tu me pagas fiado con petróleo.  En la zona franca tendrás aeropuerto, puerto y ciudad. Allí yo venderé mis mercancías chinas a ti y al resto de la región, principalmente tecnología y electrodomésticos. Triple triunfo: triangulación de nuestro petróleo, sus compañías capitalistas logran adjudicación directa y zonas francas sin legislación venezolana como ventana para mercancías elaboradas con mano de obra esclava en china. Podríamos añadir un cuarto triunfo para el gran capital chino: convencer a todos que el socialismo es hacer trampitas para hacer más dinero. Convencernos a los incautos que Chávez y Fidel fueron solo producto de nuestra imaginación, algo lejano e imposible.
 
Ahora veamos que significa endeudarse con los sin nariz, los gringos, llámese Fondo Monetario, Bank of America o con Barclays. Comenzamos diciendo que las tasas de interés son más bajas que con los chinos. Pero la seguridad del retorno del dinero viene precedida por un acuerdo donde el ente prestamista asume el control planificador del gobierno “beneficiario”. Es algo así como decir, yo se que si no te administro, no vas a poder pagarme.
 
Primero el ministro de Finanzas y del banco central del país debe firmar una carta, que por supuesto el prestamista redacta. La carta siempre dice en líneas generales:     “nuestro país está en serias dificultades producto de nuestros errores y por ello acudimos a ustedes. Estamos concientes que debemos enmendar esos errores y para ello nos comprometemos a ser buenos de ahora en adelante. No gastaremos tanto, ayudaremos a los empresarios nacionales y los inversores extranjeros están cordialmente invitados. Necesitamos que nos den sus recomendaciones a cerca de que debemos hacer con las empresas del Estado. Para demostrarles que si nos prestan el dinero seremos buenos, ustedes van a tener una comisión fiscalizadora de la ejecución económica de nuestro gobierno.
 
Los dejaremos participar en toda nuestra planificación y cada tres meses o cuando ustedes lo deseen podremos reunirnos y les entregaremos todos los detalles que desee, tales como gastos, inversiones, liquidez, retorno de inversión de proyectos, etc. Si ustedes ven alguna falla, nos lo hacen saber para corregir y así llegar al desarrollo de nuestro pueblo de la manera más rápida posible y así poder pagarles lo que les debemos. Ya sabemos que el préstamo nos los van a ir dando poco a poco, con desembolsos paulatinos para así protegernos a nosotros mismos de no gastarlo a lo loco sino gastarlo como ustedes nos vayan diciendo.  Gracias de antemano por todo” (5). A fin de cuentas los préstamos de entidades financieras tipo FMI o Banco Mundial ya son reconocidos por sus condicionalidades que obligan a quienes se endeudan a comprometerse con medidas de austeridad y programas estructurales de ajuste, con cuestionables resultados sobre el crecimiento y la equidad en la región. Estos préstamos también son endulzados con proyectos de gran infraestructura cuyos ejecutores son compañías trasnacionales gringas tipo Halliburton, quienes por cierto nos acaban de fiar dos mil millones en servicios. Aunque desconocemos los detalles de la negociación, sabemos que Halliburton y el fondo monetario son hermanos de crianza.
 
A vuelo de pájaro hemos visto el callejón sin salida del endeudamiento externo con el capitalismo chino y con el capitalismo gringo. Es difícil escapar a ellos. Los gringos se alegran de que saliera Giordani porque él prefería el endeudamiento con los que él consideraba menos malos…los chinos. Seguramente ya existen nuevos promotores del endeudamiento con los gringos. Y así vamos. 
 
El banco del Sur se quedo en pañales, se quedó sin rumbo. Planificar como bloque ya no se escucha. Todos volvieron a sus pequeñas peleas nacionales, a su mejor postor, a su propia caza de dólares.
 
 
 
 


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Rosa Natalia

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