Nicmer Evans del hiperliderazgo al chavismo democrático

Imaginemos una junta médica. Se reúnen para dar un diagnóstico inicial de un paciente. Cada médico dirá su opinión en base a radiografías, laboratorios, síntomas, etc. Usarán términos en común para poder discutir sus puntos de vista, y al usarlos, no necesariamente estarán de acuerdo con el tratamiento definitivo. En lo que si estarán de acuerdo, es que cada palabra tendrá un significado y el lenguaje técnico será común. Nadie dirá que el cerebro se llama hígado, ni que el apéndice está al ladito del corazón.

En la política venezolana, destacados analistas de diferentes tendencias, usan palabras, contextos, categorías, con significados al garetes. Pareciera que la política, es un ámbito donde no es necesario tener rigor en el lenguaje, porque nadie se va a dar cuenta, porque en río revuelto ganancia de pescadores.

En estas épocas de desenlaces, cuando las protestas violentas en las calles tienen mas de 3 meses, cuando se observa un desmesurado uso de las fuerzas policiales y militares del Estado para contenerlas, cuando están abiertas las puertas del fascismo en la psiquis del venezolano, cuando existe un fracturamiento del bloque que apoyaba al gobierno, cuando recién acaba de terminar la cumbre del Grupo de los 20 países más ricos del planeta, cuando Leopoldo sale de la cárcel, cuando todo eso ocurre, más que nunca hace falta colocar cada término en su sitio para poder identificar las fuerzas que se están moviendo. De no hacerlo, corremos el riesgo de que, en el mejor de los casos, no entendamos lo que está pasando, y en el peor, quedar atrapados en un sector que al final no era lo que creíamos que estábamos apoyando.

Ha salido a la palestra un grupo que se denomina chavismo democrático, que ha decidido apoyar el plesbicito del 16de julio convocado por la oposición.

En su primer comunicado oficial, en ningún lado se denominan socialistas. Solo chavistas y democráticos. Nicmer Evans su líder principal, en uno de sus twits de días recientes, hablaba de inherencia cubana. Nicmer Evans el mismo que en los meses previos a la muerte de Chávez hablo del hiperliderazgo.

Este comunicado sale un día después de la liberación de Leopoldo López, y cuando de manera intempestiva muchos en la oposición comienzan a hablar de lo bueno que es Zapatero y de lo bueno que sería implementar una transición democrática tipo neo pacto de punto fijo -sin Maduro claro-.

Nicmer y un amplio sector de la oposición plantean una especie de borrón y cuenta nueva donde los renegados socialistas se maquillan de democráticos para entrar en el juego burgués electoral y seguir flotando en las aguas oportunistas.

Los analistas de la derecha los denominan chavistas "no castro comunistas" a lo cual Evans hace honor desmarcándose de Cuba en sus twits. De esta manera Evans y sus cómplices dejan al descubierto su carácter reaccionario.

Es una lástima que los chavistas socialistas admiradores de Fidel, de la Cuba revolucionaria, faro de ejemplo y de moral que resistió al periodo especial con estoica valentía, no contemos con líderes capaces de resistir nuestro "periodo especial" de precios bajos del petróleo.

Lo que encontramos fueron entreguistas como Maduro que a las primeras de cambio le dieron los micrófonos de Miraflores a Lorenzo Mendoza, a gánsters como Tareck El Aissami que entregaron territorios enteros a los pranes de las cárceles para que implementaran sus gobiernos, a Diosdados que a punta de gritos, mazazos y sin ningún tipo de argumentos creyeron que podían convencer a un pueblo de resistir las penurias, a los Ramírez que viven sus cómodos e infelices autoexilios en el exterior correteados de los restaurants por sus vecinos sifrinos venezolanos, o a los Tarek William que muestran sus dientes misóginos contra Lilian Tintori mostrando sus cartas y contra la Fiscal Luisa usurpando sus funciones.

Que lástima que los revolucionarios chavistas, orgullosamente fidelistas, y no maduristas, solo encontremos en la bandeja política personajes acobardados que han corrido a mimetizarse de democráticos.

Ahora resulta que la constitución es defendida por la oposición, y que dejó de ser un baluarte de Chávez. Ahora resulta que Cuba es injerencista. Ahora resulta que la paz pasa por no recordar la palabra socialismo. Ahora resulta que los chavistas democráticos se cuidan de nombrar a Cuba, porque se quedaran fuera del tarjetón electoral que ya tiene preparado la MUD cuando Maduro arrugue y se vaya a España o a Canadá, o a Argentina.

Cuando Maduro y su combo arruguen nos dejaran el pelero aquí en manos de la jauría furiosa y fascista, que incluye a los violentos que quieren ver a los chavistas en estadiums tipo pinochet, también incluye a los policías y militares ahora entrenados en el espíritu de las olp, y que ahora dirán que defienden "el orden y la constitución", o acaso Oscar Pérez y su helicóptero y granadas no las justificó en la defensa de la constitución?

Como vemos los términos están desvirtuados, han sido sacados de sus contextos históricos. Así que para cerrar intentaremos volver a definirlos.

Chavez fue socialista. Lo demostró en su intento por modificar las relaciones económicas egoístas para y favorecer a las mayorías excluidas. Así que el chavismo es necesariamente socialista, o no es chavista.

Chavez fue fidelista. Lo demostró ampliamente en su amistad con Fidel, en el estudio del guevarismo y en la creación de la Alba. Así que el chavismo es necesariamente fidelista y amigo intrañable de la Cuba revolucionaria, si no, no es chavista.

La constitución es un libro sagrado del chavismo, como lo es la Biblia para los cristianos, como lo es el Torá para los judíos. Todo intento por modificar la constitución, llámese Asamblea Nacional Constituyente, es esencialmente antichavista.

Nadie que se diga chavista que quiera cambiar la constitución, lo es, nadie que se diga chavista pero no socialista, lo es, y nadie que se diga chavista y se desmarque de la cuba revolucionaria de Fidel, lo es.

Por favor, cada quien que busque sus calificativos que se ajusten a sus verdaderos intereses políticos.

Si usted es social demócrata, o sea adeco, dígalo. Si usted es social cristiano, o sea copeyano, dígalo. Si quiere volver al pacto de punto fijo, no se denomine chavista democrático, diga que es betancurista.

Si es anti cubano, dígalo. Si usted es anti socialista y por supuesto anti comunista también dígalo, así por su nombre. Sea honesto y recuerde. Hay gente que si se da cuenta de lo que usted dice y hace, aunque usted diga que es otra cosa.



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Rosa Natalia

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