Los nuevos revolucionarios no se acercan al socialismo por motivos fuertemente ideológicos sino por motivos económicos-políticos; se acercan a un proceso revolucionario en primer lugar no para estudiar la teoría sino para cambiar la pobreza encontrando empleo y que este ayude para adquirir una vivienda, un negocio, un coche. Para la juventud el socialismo no es la posición del otro que hay que estudiar con simpatía, es una posición propia ante la tremenda realidad. No se trata de enfrentar la pobreza, la desigualdad, la inequidad, con el socialismo de los otros sino de solucionar los propios problemas para ir solucionando los problemas de la colectividad.
Si esta situación de eternos problemas no se resuelve pronto un gran número de personas que se comprometen con la revolución terminan por abandonar el proceso. En la práctica se acoge las nuevas posibilidades que este cambio ofrece para su porvenir; si con ello mejora el futuro de la revolución bien sino también. Es un compromiso táctico y estratégico en una alianza con su propio futuro que carece de convicción.
Praxis, teorías nuevas o clásicas deben ir de la mano, nacen del marxismo como fuente en una carga de ruptura y fidelidad sin que sea un asunto de respuesta política exclusivamente, mas bien, responden a los problemas económicos que nacen de las opciones políticas que la revolución ofrece. Y, es una nueva reflexión sobre el problema del estancamiento o involución revolucionaria para plantearlos dentro de una nueva perspectiva política.
Las revoluciones hoy no son un nuevo capítulo de la teoría marxista-leninista sino una nueva revolución sin más. El pueblo en esencia es una sociedad socialista hasta que llegan las formulas revolucionarias con excesos de promesas progresistas y libertarias que la demagogia política permite sobre utopías históricas de democracias socialistas escandalosamente ajenas a la realidad industrial, alimentaria y económica, que regulan el crecimiento de un país.
En el 2006 cuando anuncio ir al socialismo después de estudiar esta realidad, en mi opinión, el presidente Hugo Chávez quiso un socialismo que transforme la historia de dolor del pueblo venezolano y la de los pueblos latinos con los pensamientos de Bolívar, antes que las opiniones marxistas de Centroeuropa o Rusia, de quien ha emulado algunas de las políticas.
El presidente Chávez, revolucionario de izquierda cree en Dios, Jesús y en la Virgen María, imágenes predominantes para los pueblos latinos, su ideal y deseo y una realidad que tanto fascina a los católicos, Chávez no es la excepción. Católicos marxistas, bolivarianos y chavistas, luchando contra la opresión y por la libertad. Nueva generación de Bolívares y San Martínez del siglo XXI reflejado en los Chávez, Morales y Correas, lideres decisivos de estas revoluciones, realidad vital para el desarrollo socio-económico de la región en medio de la crisis estadounidense y europea.
Sudamérica con 480 millones de habitantes a los que hay que sumar los latinos en EEUU y en Europa, con un crecimiento poblacional del 3.8% y del 5.6% económico vive todavía bajo los efectos de la explosión estadounidense que estallo después de la segunda guerra mundial que nos llevo a pertenecer junto con África y Asia, al bloque demográfico en vías de desarrollo.
La población Latinoamericana está superando a la europea, a la norteamericana y dentro de poco los latinos serán mayoría étnica en los EEUU. Nuevas proporciones sociales y económicas que ya afectan o perturban las relaciones políticas-económicas con el resto del mundo. Con la entrada de China, Irán, Rusia, naciones africanas y asiáticas Vietnam, Corea del Norte y otras, pocas veces consideradas para esta parte del mundo, se diversifico la política exterior ampliando la tierra comercialmente hablando.
Esto significa también que 2 de cada 3 católicos viven en América, esto quiere decir que quien domine las bases de la Iglesia católica influirá en la cultura de América Latina. Se trata de una proyección de cifras con valor cualitativo y aproximado pero innegable basado en parámetros de alta probabilidad por la población existente y por la proyección revolucionaria con apego a Dios, al bolivarianismo, al alfarismo, al indigenismo, al humanismo, a lo que usted quiera. Campo estratégico de la revolución basado en la participación del pueblo en los procesos. No hay otra forma de cambiar la cultura de la sociedad sin adentrarse en la religión mejorando y masificando la educación como la inversión social.
Es más importante hoy el crecimiento intelectual y económico que la libertad cubana, rusa, china o venezolana, esa conquista de la libertad la venimos buscando desde la época de Simón Bolívar, visión de la historia corresponde la visión revolucionaria del presidente Chávez con Bolívar y con Dios, cuya interpretación de la Biblia ha de ser política revolucionaria radical en el presente estado de cosas.
Política exterior tiene como materia prima el petróleo que dio forma al ALBA y en la que se integran con mucha fuerza regional la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) falta por concretar el banco del sur para que el integrismo regional empiece a tomar cuerpo, iniciativa nacida en Venezuela desde la dura crítica al imperialismo, al capitalismo y a la jerarquía eclesiástica, nueva relación entre cultura y sociedad política impulsa el proyecto de formación de una identidad abiertamente socialista que pueda liberarse de su impotencia, de sus costumbres por acumular excesiva riqueza para unos pocos en un país con mucho petróleo
Una transformación profunda del sistema de propiedad es muy delicado de tocar como lo es el acceso al poder del pueblo sin radicalizar la revolución para construir un sistema socialista; es todavía una tarea abierta para la ciencia, empíricamente se puede intentar, pero, tarde o temprano la evolución económica y cultural requerirá que la ciencia tome la posta para acercar el proceso a la realidad socio-económica empatada con la ideología. Revolución más lucida y libre frente a la masa.
Cuando se es revolucionario católico traerá como consecuencia enemigos, mas enemigos de clase a los que hay que combatir. Cuando se está con Dios se habla de amor al prójimo no se trata de no tener enemigos sino de excluirlos del amor revolucionario, pero, el amor no excluye la calidad de enemigos que más tienen estos procesos pacíficos que, lejos de suavizar las tensiones las aumentan.
Dentro del chavismo hay grupos que solo el presidente mantiene unidos entre ellos hay pugnas, muchos de ellos ni siquiera se hablan. No nos quepa duda que ya hay quienes pretendan ser segundos y no es necesario poner en duda esa lucha si fuera inspirada por un proyecto, pero, como es una lucha motivada por ver quién agrada mas al presidente, de haber unas primarias dentro del PSUV, la división se profundizara; como sea el presidente Chávez deberá ser reelegido para el 2012 para el 2018 habrá tiempo para replantear la sucesión presidencial y la continuidad de la revolución.
Ni Rafael Ramírez, ni Diosdado Cabello ni Adán Chávez o Nicolás Maduro, están a la altura del pueblo, no son del agrado mayoritario de la masa, se impone que la revolución por ahora en la cabeza de los funcionarios cercanos al presidente sea puesta en los pies para que pisen tierra.
Los planes no se sabrán hasta que
el presidente regrese y se pronuncie, sin embargo, es mejor adelantar
que se requiere un giro total para que las bases empiecen con el control
de los ministerios, del partido y del Buro, no más de lo mismo.
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