La oposición es y no es la “Quinta Columna” a derrotar

Durante varios meses, antes de las elecciones del 26-s, la televisora del Estado o como su eslogan lo dice “de todos los venezolanos”, es sus “mensajes institucionales”, adoptó entre otras estrategias para neutralizar el constante ataque y la guerra sucia de los medios de (in)comunicación de los empresarios privados, sacar constantemente al “aire” el tema relacionado con la frase “Quinta Columna”, quizás para hacer ver o persuadir a los venezolanos, sobre todo, a los que de una u otra forma se identifican con el proyecto bolivariano que, los enemigos de la patria o los llamados “quintas columnas” son los irritables e irrisorios actores político, económicos y mediáticos de la llamada “Mesa de la Unidad” y sus aliados, quienes quieren entregar la patria a su querido y añorado “Don Samuel”.

En cierto sentido dicha técnica de persuasión estaba y debe seguir la misma orientación, y desde ese punto de vista es la “Quinta Columna” a derrotar, porque ya los resultados del pasado 26-s y las declaraciones radicales de algunos opositores lo demuestra. Pero, es de conocimiento público que los etílicos-esquizofrénicos pupilos de Pérez-Ibáñez y compañía están alienados con los herederos del “Consenso de Washington” y sus derivados, y estos se pueden neutralizar o sacar del juego político con el apoyo de la inteligencia del Estado y de las propias comunidades (inteligencia social) u otros métodos dentro del marco jurídico-legal del Estado venezolano.

El problema radica y aquí si considero que falló y ha fallado la estrategia comunicacional de algunos medios del Estado, porque hay que reconocer que, existen canales audiovisuales y algunos medios alternativos de internet (aporrea, rebelión.org, laclase.com, entre otros) que le dan espacio al pueblo para el debate y las denuncias que tanto aquejan y que van dirigidas no precisamente contra la oposición, sino contra gestiones nefastas y totalmente corrompidas de algunos directivos con responsabilidades estratégicas, los cuales se hacen llamar “líderes de la revolución”.

A ellos si hay que considerarlo con la frase de este artículo, porque se les asigna un puesto estratégico para que cumpla determinadas tareas políticos-administrativas a favor del pueblo, bien sea, por elección popular o por confianza que el Presidente deposita en ellos y estos operan, no precisamente con los valores y la eticidad que debe regir a un sujeto que se hace llamar revolucionario, sino todo lo contrario, se mantienen leales a esos pequeños sectores económicos, desestabilizadores internos y externos para ir saboteando la políticas sociales dirigidas a beneficiar a los que eran invisibilizados y continuar la cultura cuarto republicana que se instalo en el país y aun ha sido difícil desterrarla.

En varios de los artículos que he escrito, terminaba con reflexiones basadas en las tres “R”. Siempre las he considerado un instrumento para la depuración de los vicios que arrastra la revolución. Recientemente el Presidente de la República ha planteado volver a retomar esta fórmula, con la diferencia que le otorgó un interés mayor al mencionarla como la hora de las tres “R2”, es decir (Revisión, Rectificación, Reimpulso, Recuperación, Repolítización, Repolarización).

Camarada entonces la tarea comienza por abrir los espacios para el debate y las inquietudes que tiene el pueblo por ciertos “liderazgos” en algunas regiones dentro del PSUV. Además, se debe crear métodos que permitan que los propios líderes comunitarios que apoyan el proceso, seleccionen los verdaderos cuadros y que estos sean incluidos como militantes del mencionado partido.

No podemos seguir permitiendo que cualquiera se inscriba en organizaciones de izquierda, o se dice estar en consonancia con un modelo societal que pretende instalarse a través de la lucha antagónica, sin pasar por un mínimo y riguroso proceso de selección que permita avizorar que se pueden constituir en sujeto revolucionario. Para nadie es un secreto que dentro de las filas del PSUV, existen personas que están por mantener un puesto de trabajo, por conseguir un crédito, o cualquier otro beneficio que el gobierno otorga.

La radicalización pasa por arrancar el problema de raíz y quienes mejor que los actores y sujetos sociales de nuestra organizaciones comunitarias. Estoy convencido que es la mejor manera de desconcentrar el poder (subjetivamente) que tienen algunos “Quinta Columnas” dentro de las estructuras políticas-burocráticas del gobierno bolivariano.

Por estas razones considero que, VTV se equivocó al lanzar su estrategia comunicacional de traidores a la patria dirigida solo a los oposicionistas, eso estaba más que claro. Quién sabe, si por la coyuntura no podían permitir que el pueblo se expresara a través de sus medios. En cierto sentido se puede entender, pero no dejen que se convierta en un vicio. Ya saben que hay una segunda división de la “Quinta Columna”, utilizando un poco la terminología militar, dentro de la estructura partidista-burocrática del gobierno. No dejemos otra vez que la tres “R” ahora al cuadrado, se vuelvan pura retórica, coloquémosla en práctica y aplastemos y desmantelemos a los dos factores que tiene el imperio en nuestro país, a través de los llamados “Quinta Columnas”.

Los dejo con unas reflexiones del Camarada Alí!    

“aunque la estrella sea grande, siempre seguirá pequeña”

“hay que seguir dándole a la patria caminos de dignidad”

“la lucha por los hombres no se hace por caridad”

“la sociedad no se lava, se destruye o se construye” 


galanufi29@gmail.com



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