Trump y el petróleo: ¿Es hora de una negociación ganar-ganar?

Trump ha vuelto a hablar y su discurso confirma lo que he sostenido: la "máxima presión" es su táctica para forzar una negociación. Al reclamar "derechos petroleros", Trump revive una vieja estrategia de Washington que ya aplicaron en el pasado contra gobiernos como los de Medina Angarita, Betancourt, Caldera o CAP.

¿Cuál debería ser la respuesta de Venezuela?

Ante el reclamo de "queremos nuestro petróleo de vuelta", la respuesta debe ser audaz: "Vengan por él, pero de forma legal, profesional y bajo nuestras leyes".

Ante esas declaraciones del que manda en la Casa Blanca, Maduro debería salir diciendo: véngase Trump, mandé para acá a los gerentes de comercialización de las transnacionales petroleras para negociar la reactivación de la Industria Petrolera venezolana (PDVSA y sus aliados) para aumentar de manera rápida la producción en 2 millones más de barriles en el mediano plazo, para que cobren la deuda externa que tenemos y aumenten los ingresos fiscales petroleros para el país. Esa seria una vía ideal para que se vengan todos los venezolanos que usted Trump no quiere en EEUU. Pero debe levantar todas las sanciones contra PDVSA y acusaciones infundadas, de tal forma los gringos retomen sus negocios en el país, aumentan los ingresos petroleros e inmediatamente aumenten los salarios para todos los trabajadores, pensionados, jubilados, militares y migrantes. Porque ahora, el país tendrá más ingresos para inyectarse a la economía nacional...

Propongo un acuerdo pragmático:

Reactivación Industrial: Invitar a las transnacionales a negociar la recuperación de la producción para alcanzar 2 millones de barriles adicionales en el mediano plazo.

Solución a la Deuda: Que el aumento de producción sirva para honrar los compromisos de deuda externa con EE.UU. (30% de la producción por 10 años, que implica una renegociación de la deuda).

Freno a la Migración: Con el levantamiento de sanciones y el aumento de los ingresos fiscales, la economía se estabilizaría, permitiendo salarios dignos para trabajadores, militares y jubilados. Esto crearía las condiciones para que los venezolanos que Trump no quiere allá, regresen voluntariamente aquí.

Si Trump quiere petróleo, la traba no es Venezuela, son las sanciones. La pelota está en la cancha de la Casa Blanca: o mantienen la parálisis económica o abren la puerta a un negocio donde todos ganen.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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