La piedra que es PDV-MAN

Desde mi perspectiva de docente universitario, asesor y tutor de trabajos de grado de Ingeniería Industrial para el Complejo Refinador Paraguaná, siempre me pareció "sencillo" el trabajo que realizaba la gente de reparaciones mayores… Sencillo, dentro de la complejidad que implica trabajar en el más grande complejo refinador dentro de la empresa más grande e importante de nuestro país.

Cuando decía "sencillo" me refería al método que utilizaban cuando de realizar una reparación mayor se trataba. Sin ánimos de ahondar en la metodología del proceso de paradas de planta y para plantear este complejo proceso en términos llanos: definían el alcance de una reparación a realizar y contrataban a empresas "especialistas" que se encargaban de hacer el trabajo. Y, este, precisamente es el trabajo que desde mi perspectiva de docente, insisto, se me antojaba fácil. Yo PDVSA, dueño del proceso y del dinero, acuerdo con una empresa contratista la realización del trabajo y, si no cumplen mis condiciones, revoco el contrato y me busco otra empresa contratista tantas veces sea necesario. Total, tengo todo el dinero que el petróleo provee y que la declaración de urgencia y emergencia que yo decrete, me permiten.

Nunca, bajo este esquema, fue "responsabilidad" de PDVSA el retraso de un trabajo o el incumplimiento de una meta. Siempre fue culpa de la contratista. Nunca, oficialmente, hubo retrasos por material no suministrado por el cliente, nunca, oficialmente, hubo retrasos por firma de permisos de trabajo, por ejemplo. Siempre se endilgó a la contratista de turno la causa de todos los problemas. No hubo problemas de planificación ni de programación de actividades. La contratista era la culpable. Se le revocaba el contrato y se contrataba otra, sin importar el impacto en tiempo para alcanzar el objetivo trazado ni el incremento de costos que esto supusiese.

Y es que, cuando vivías el proceso desde la óptica de una contratista, jamás podrías arriesgarte a contradecir las resoluciones que PDVSA acordaba para rescatar una Parada de Planta en eventual retraso. Al final, la revocatoria de un contrato muy pocas veces inhabilitaba a la contratista para acudir a otras licitaciones que realizaba PDVSA… Pero contradecir a un Administrador de Contrato o a un Líder de Parada (por citar dos cargos en la larga cadena de responsables de una parada de planta) si podría generar el veto para una contratista. En consecuencia, llegado el caso, el dueño de la contratista, optaba entre "llevar la fiesta en paz" al sacrificarse y anular el contrato (PDVSA reconocía todos los trabajos realizados hasta la fecha) o demostrar que no tenía la culpa (y que la culpa era de PDVSA) terminar su contrato y no volver a ganar ningún otro contrato. Una decisión cuya resolución, dado los millonarios montos que se manejan en los contratos PDVSA, uno puede fácilmente advertir.

En lo personal, llegué a conocer de la rescisión de un contrato porque la contratista empezaba tarde los trabajos, tardanza atribuible a retrasos en la emisión de los permisos de trabajo que PDVSA debía entregar a la contratista. Llegué a conocer también de una contratista, cuyo contrato fue rescindido pero que terminó sub-contratada por la empresa que la sustituyó porque esta última no tenía el personal calificado. Esta recurrente situación, además del impacto en el control que PDVSA debería tener sobre el proceso de gerenciar las reparaciones mayores, incrementaba sustancialmente los costos de los trabajos realizados y alargaba enormemente los tiempos de las reparaciones.

Y ante este panorama, de facilismo (sigo yo en mi tesis, avisao), la única víctima eran los recursos públicos y la disponibilidad operacional de las instalaciones de PDVSA… En pocas palabras, todo el país… ¿Cierto?... Y ante este panorama se materializa, en el año 2012, la creación de una empresa propia del Estado Venezolano encargada de planificar y ejecutar mantenimientos mayores a las instalaciones petroleras y no petroleras, se crea PDV-Mantenimiento.

PDV-Mantenimiento surgió con la intención de romper el círculo vicioso que prolongaba infinitamente la realización de una parada de planta haciendo que quienes participen directamente en las labores de mantenimiento mayor sean los responsables del proceso y los verdaderos dolientes del mismo, teniendo al Estado Venezolano en ambos lados de la balanza.

PDV-Mantenimiento surgió con la intención de fortalecer el músculo de la Corporación PDVSA para ejecutar y controlar sus mantenimientos aprovechando la experiencia y conocimiento del recurso humano (explotado por las contratistas mediante contratos por obra determinada) y derrotando la escasa estabilidad laboral que imponía este tipo de contratos, al poner al servicio de PDVSA y de la Nación (que no de un grupo de empresas contratistas) el extraordinario y calificado recurso humano existente en el país. Búscate a la gente de PDV-Mantenimiento y pregunta cuánta experiencia acumuló dando tumbos entre las diferentes contratistas de la zona y lo que esto suponía para su estabilidad personal y profesional, si quieres ahondar en este punto.

PDV-Mantenimiento surgió con la intención de minimizar los costos de realización de las reparaciones mayores de PDVSA. No a través de la reducción del costo del personal (o el pago a través de una contratación diferente a la petrolera) sino mediante el rompimiento del ciclo de rescisión de contratos y la firma de nuevos contratos bajo condiciones de urgencia o emergencia operacional y su inclemente impacto en los costos de las reparaciones mayores.

PDV-Mantenimiento surgió con la intención de poner en evidencia las falencias de PDVSA en la planificación, programación, procura de materiales y ejecución que impactan en las labores de mantenimiento mayor y que afectan la disponibilidad de los activos operacionales de la industria. Falencias que siempre han existido pero cuyo reconocimiento no era permitido bajo la metodología de trabajo anterior. Fallas que sometiéndose a un proceso de mejoramiento continuo podrían ser superadas para lograr un desempeño digno de clase mundial.

Ahora, PDV-Mantenimiento enfrenta varios retos. El primero es lograr, conjuntamente con PDVSA una sinergia virtuosa que permita el desarrollo de capacidades propias para llevar a cabo las reparaciones mayores, en momentos en que la independencia tecnológica es uno de nuestros bienes más preciados.

En segundo lugar, PDV-Mantenimiento tiene el reto de romper paradigmas organizacionales que podrían limitar su desarrollo operativo. Imagina que, en estos tiempos donde se habla de mejorar la capacidad operativa de PDVSA, PDV-Mantenimiento cree equipos permanentes encargados de reparaciones mayores. Esto es, equipos integrados por representantes de las distintas disciplinas y de las distintas gerencias operativas de la organización, que funcionen como una unidad y que serían los responsables de llevar a cabo una parada de planta en específico. Organización Matricial o Por Proyectos, le dicen teóricamente, que se alimenten de la estructura organizacional fija de PDV-Mantenimiento, obviamente. , pero que gozarían de la suficiente autonomía operativa para responsabilizarse de labores específicas de mantenimiento mayor de una planta en específico. Podría generarse, a lo interno, un sistema de bonos y premios a los equipos que cumplan con las metas de tiempo y costo de las paradas de planta, incentivando la competencia virtuosa entre los distintos equipos que se formen.

En tercer lugar, PDV-Mantenimiento tiene el reto de innovar constantemente para generar oportunidades de negocio a partir de las necesidades que presente la industria petrolera nacional. Por ejemplo, el Centro de Educación y Formación de PDVSA ha confrontado problemas con la disponibilidad de facilitadores que ha venido solventando con personal propio de la industria petrolera. Sin embargo, quienes trabajamos en docencia sabemos que, aunque pragmática, esa solución no es la adecuada. Esta situación se agrava por la negativa de docentes y facilitadores a dictar cursos en el CEF debido a la tardanza en el pago de los servicios de capacitación (tres meses es DEMASIADO TIEMPO, lo sé por experiencia). ¿No tiene PDV-Mantenimiento músculo financiero para contratar los facilitadores y ponerlos a disposición del CEF para suplir sus necesidades?... PDV-Mantenimiento se encargaría de facturarle y cobrarle el servicio al CEF (y esperar los tres meses que la burocracia y los controles internos del CEF imponen)… Podría tener una sección de capacitación PDV-Mantenimiento y trabajar con personal contratado por obra determinada (para cursos puntuales y específicos) y contrato normal para los cursos continuos de actualización y mejoramiento que requiere la industria petrolera.

Tiene enemigos PDV-Mantenimiento. En primera instancia, los empresarios que hicieron fortuna con las reparaciones mayores de PDVSA que ahora ejecuta PDV-Mantenimiento, obviamente. Al lado de estos, el personal de PDVSA que gozó de una impoluta reputación hasta que la llegada de PDV-Mantenimiento hizo evidente sus fallas. Ahora, obligados a tener que superarse, enfilan su resentimiento hacia PDV-Mantenimiento. Y por último, pero no por ello menos importantes, están los enemigos que se aferran a las viejas maneras de hacer las cosas en PDVSA y no aceptan los cambios que deben realizarse en beneficio de la empresa y del país, aquellos que piensan en cuotas de poder y en sus miserables apetencias personales ante las cuales PDV-Mantenimiento es una amenaza cierta.

Los ataques a PDV-Mantenimiento se han sucedido y se han venido superando mediante la toma de oportunas decisiones gerenciales: desde la negación (durante un tiempo) a su personal del beneficio del comedor, el retardo en la aprobación de beneficios contractuales propios de la industria petrolera, la seducción de su personal más capaz para ocupar cargos en PDVSA desmembrando así a PDV-Mantenimiento, hasta el recurrente desalojo de su personal de los autobuses que brindan el servicio de traslado a las instalaciones de PDVSA (que se hace más frecuente en épocas electorales) y la implantación de normas discriminatoria para el acceso a los mismos.

Pero la gente de PDV-Mantenimiento, cómo dignos hijos de Bolívar y Chávez, se mantiene firme mediante la conciencia de saber que son PIEDRA EN EL ZAPATO de aquellos que aspiran que PDVSA deje de ser del pueblo y regrese a ser el centro de negocios de un grupo de empresas escudadas en conceptos neoliberales y del capitalismo salvaje a través de los mercadeados conceptos de outsourcing, benchmarking, empowerment y cualquier otra gringada que se les ocurra.

Pero la gente de PDV-Mantenimiento, cómo dignos hijos de Bolívar y Chávez, se mantiene firme en su convicción de convertirse en la PIEDRA ANGULAR para el desarrollo de una nueva PDVSA mucho más independiente y poderosa.

jgdlan@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3756 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter