Desde 1976, primer año de la nacionalización de la industria petrolera venezolana Pdvsa, su junta directiva anunció, durante el primero de los siete años de la presidencia del general Rafael Alfonzo Ravard en el ente corporativo, planes de llevar la extracción de crudo, en el mediano plazo, a 4 millones de barriles diarios. Este sector llegó a “amenazar” con lograr esta meta en diferentes oportunidades; así, en 1968 y 1970 -época de las concesionarias- la producción se elevó a 3,650 millones de barriles diarios (mmb/d) y 3,708mmb/d respectivamente. Luego comenzó a declinar la producción como consecuencia del retiro directo de las concesionarias y de medidas estratégicas de éstas para tratar de revertir la situación confrontada con el Estado venezolano la nacionalización de la industria). Ya en 1975, último de la era de las concesionarias, el volumen de extración de los hidrocarburos líquidos (HCL) había descendido a 2.422mmb/d y, en 1976, primero de la nacionalización, a 2.364 mmb/d. La proporción de los ingresos fiscales con relación a los ingresos totales petroleros, fue, en 1968, 1970, 1975 y 1976, de 49%, 54%, 79% y 76% respectivamente. En 1985 el volumen de extracción de HCL descendió a 1,750mmHCL, de los cuales 1,568mm de crudo, aunque los ingresos fiscales petroleros se mantuvieron en 69%. La catástrofe llegó durante la década de 1990, cuando pese al incremento sostenido de la extracción, que fue de 2,950mmHCL, 3.200mmHCL, 3.475mmHCL y 3,511 en los años 1995, 1996 1997 y 1998, los ingresos fiscales fueron apenas de 22%, 20%, 28% y 17%, respectivamente. ¿ A dónde fueron a parar las ganancias de Pdvsa durante esos años? Aunque ello ha sido prolíficamente tratado por los analistas petroleros venezolanos durante años, volveremos sobre el tema en próxima oportunidad.
Durante los últimos cinco años: 2008-2012, la extracción de HCL ha rondado los 3 millones de barriles diarios, con el anuncio del Presidente de Pdvsa, súper ministro Rafael Ramírez, de cumplir este año, contra viento y marea, sus planes de incrementar considerablemente su producción y llevarla a los 3.250.000 barriles/día. Para ello, la compañía está apretando las tuercas de cada una de las transnacionales —más de 20, en especial, en la Faja del Orinoco—, que operan en el país para que consoliden sus planes volumétricos en extracción de petróleo y se dé ese aumento del 8,33%.
Fuentes de una empresa mixta que opera en el Zulia informó a un diario zuliano el 25 de junio del presente año, que “...las reuniones con Pdvsa se mantienen entre una o dos veces al mes. El diálogo ha fluido con el propio ministro Rafael Ramírez o el vicepresidente de Exploración y Producción, Eulogio Del Pino, quienes constantemente nos solicitan la información oficial de cómo van las metas, los planes de incrementar la producción, cuál es el comportamiento mes por mes. Eso no se veía el año pasado. La presión es mayor”. La debilidad del circulante de Pdvsa obliga a ello, concluimos nosotros.
“La información que se nos dio fue muy clara. Subir el bombeo a como dé lugar en el Zulia y en la propia Faja del Orinoco, con más énfasis allá por su enorme potencial (...) hay que cerrar el año con una extracción nueva de unos 250.000 barriles/día que nos llevará a un tope nacional de 3,25 millones b/d para luego saltar a 4 millones de b/d a finales de 2014. Nos informaron que los recursos necesarios están listos y garantizados, por lo que Pdvsa no quiere más excusas de los socios”.
Y es que los compromisos de Pdvsa y con ella la de la República se agigantan. Los chinos y los indios demandan más y más crudo y sus productos, por lo que hay que aligerar la marcha. Estamos seguros que los trabajadores de Pdvsa sabrán hacerle frente a estos compromisos, pese a lo lerdos de muchos de sus gerentes.
