El proceso de investigación educativa visto desde los distintos paradigmas

Existen muchos autores que han analizado estos temas, han dicho que se pueden distinguir tres grandes paradigmas, en la Investigación Educativa: el positivista, el interpretativo y el sociocrítico.

La investigación científica es una forma particular de obtención de un tipo específico de conocimientos acerca de las circunstancias. Es una actividad que se orienta a convertir y reformular las elucidaciones que las diferentes disciplinas han elaborado y sistematizado a través de sus leyes, teorías y modelos conceptuales. Investigar supone un intento de transformación de los modelos teóricos ciertos y de los lenguajes utilizados para exponerlos con el fin de obtener una comprensión perenne y transformada de la realidad.

De acuerdo a esto podemos destacar que la creatividad, la novedad o innovación, el empleo de métodos científicos y la generación de nuevos conocimientos son elementos que definen la investigación científica. En el campo educativo, como en el resto de las ciencias, la investigación se ha constituido en una actividad precisa y básica. Por este motivo, se ha originado la Investigación Educativa, como un método que trata las cuestiones y problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines y objetivos en el cuadro de la búsqueda progresiva de conocimiento en el contorno educativo.

Se analizarán los distintos paradigmas que orientan las distintas opciones de investigar en la Educación y la influencia que ejerce la determinación de uno de ellos en el diseño y metodología de la investigación. Se estudiar la Investigación Educativa y como se a movido, a través del tiempo, desde posiciones dominadas por la perspectiva positivistas a posiciones más pluralistas y abiertas, difundiéndose en los últimos años nuevos enfoques metodológicos como la investigación – acción.

Este tipo de investigación tiene en la actualidad un fuerte apoyo desde las políticas educativas y es considerada importante porque está basada en la práctica real y en la vida cotidiana de las organizaciones, grupos, y personas que atienden el sistema educativo, donde el profesor tiene el papel de investigador, fundamental para reformular acciones que favorezcan a mejorar cualitativamente su práctica.

Para algunos autores la investigación–acción es propiamente la Investigación Educativa puesto que sus conclusiones acerca de los fenómenos educativos cotidianos potencian una reflexión en los sujetos y las instituciones que intervienen directamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Consideramos que a través de esta indagación no solamente nos informamos a cerca de los avances de la Investigación Educativa, sino que obtendremos los conceptos y principios básicos que nos brindarán las herramientas necesarias para formarnos como docentes investigadores.

ORIGEN DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

La investigación Educativa, entendida como conducta, es un contorno de conocimiento reciente, aproximadamente tiene un siglo de historia, pues, su origen se sitúa a fines del siglo XIX, cuando la Pedagogía, a semejanza de lo que anteriormente había realizado otras disciplinas humanísticas, como la Sociología, Psicología entre otras, adoptó la metodología científica como instrumento fundamental para constituirse en una ciencia. Este es proceso que arranca a fines de la Edad Media y a principios de la Moderna, del trabajo de diversos autores, pero muy especialmente de las aportaciones de Galileo, nació un nuevo modelo de aproximaciones al conocimiento de la realidad. Sin embargo, la expresión "Investigación Educativa" es bastante reciente, ya que tradicionalmente se denominaba "Pedagogía Experimental", el cambio terminológico y conceptual se debe fundamentalmente a razones de tipo sociocultural y a la precedencia de las aportaciones del mundo anglosajón en el ámbito educativo.

Teniendo en cuenta a esta definición vemos que hace referencia al fenómeno o campo de estudio al que se refiere, en nuestro caso a la educación; a los métodos, procedimientos y técnicas adecuados y al propósito que desea resolver, que es la creación del conocimiento y solución de problemas. Esta definición, como puede observarse, sobrevalora la importancia del método como base disciplinar, dando cabida a planteamientos metodológicos cuantitativos y cualitativos, y tomando el ámbito educativo no como disciplina sino más bien como un "campo" de estudio (Howe, 1992) Salomón (1991) considera que los aspectos que intervienen y determinan el proceso de este tipo de investigación

De este modo, cada selección da lugar a un sistema único de supuestos, de fenómenos analizables, de preguntas y de metodologías pertinentes cuyo obstáculo epistemológico deriva del paradigma adoptado..." (Buendía Eximan, Bravo, Hernandez Pina, 1998).

PARADIGMAS EN INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

En este caso mostraremos los distintos paradigmas que rigen y dirigen la Investigación Educativa. Como bien planteamos al inicio de este trabajo, nuestro objetivo no es realizar una discusión teórica sobres estos, sino simplemente presentarlos dando algunas de las características que los distinguen según la visión de diferentes autores estudiosos de la temática. Tradicionalmente el concepto de Paradigma y su correspondiente debate se ha tratado dicotómicamente, enfrentando a la metodología cualitativa con la metodología cuantitativa, investigación positivista frente a investigación humanista. Esta dicotomía deriva de las dos grandes tradiciones filosóficas predominantes en nuestra cultura; realismo e idealismo. La torre afirma que la era de Investigación Educativa actual, se ha movido desde posiciones dominadas por la perspectiva positivistas a posiciones más pluralistas y abiertas. La era positivista actual se caracteriza por una aceptación de la diversidad epistemológica y pluralidad metodológica. Para ello iniciaremos tratando de considerar alguna de las definiciones de este concepto, que en muchos casos se mal emplea.

El concepto de paradigma desarrollado por Kuhn permite diversos usos y una pluralidad de significados, por esto creemos que la siguiente es adecuada y sirve para aclarar cómo será entendido y utilizado este concepto en el presente desarrollo.

Muchas son los autores que han analizado estos temas, han dicho que se pueden distinguir tres grandes paradigmas, en la Investigación Educativa: el positivista, el interpretativo y el sociocrítico. Esta clasificación desplaza la tradicional discusión de que este tipo de investigaciones se debería ajustar al paradigma cuantitativo o al cualitativo. Por supuesto que esta cuestión teórica que plantean los investigadores tiene su correlato en lo metodológico como veremos más adelante.

Paradigma Positivista: Tradicionalmente la investigación en educación ha seguido los fundamentos y preceptos surgidos de la corriente positivista. Esta corriente se relaciona con las ideas empiristas y positivistas de autores como Comte, S. Mill, y Durkheim. Sus supuestos básicos son que el mundo natural tiene existencia propia y que está regido por leyes que el investigador debe descubrir objetivamente y con procedimientos científicos, para poder explicar, predecir y, por lo tanto, controlar todos los fenómenos.

Además, este conocimiento adquirido sobre la base de la metodología hipotético-deductiva (científica y válida para todas las ciencias) se supone legítimo para todo tiempo y lugar, objetivo y factual. Desde esta concepción, la investigación educativa equivale a investigación científica aplicada a la educación y debe alinearse a las normas del método científico en su sentido riguroso. Se concede valor al carácter empírico de la investigación, sustentándose en los mismos principios y bases que las ciencias de la naturaleza.

Sólo el conocimiento es aceptado como tal cuando se subordina a las normativas del método científico y puede, por consiguiente, ser utilizado para construir leyes que expliquen y predigan los fenómenos. Desde esta perspectiva, la investigación en el ámbito educativo tiene como finalidad desnudar las leyes que rigen los hechos educativos para poder formular teorías que orienten y controlen la práctica educativa. Todo ello mediante el uso de instrumentos y técnicas cuantitativas de investigación. A pesar de que este paradigma facilita la utilización de criterios de rigor metodológico en el ámbito educativo, es acusado de reduccionismo, ya que en aras de dicho rigor, sacrifica el estudio de otras dimensiones importantísimas del fenómeno educativo como son la realidad sociocultural, política, humana, ideológica, etc.

El paradigma interpretativo: Se remonta a las ideas de autores como Dilthey, Rickert y Weber, entre otros, sumado a escuelas de pensamiento como la fenomenología, el interaccionismo simbólico, la etnometodología y la sociología cualitativa. Estas corrientes humanístico-interpretativas se concentran en el análisis de los significados de las acciones humanas y de la vida en sociedad.

Para ello utilizan técnicas de investigación de carácter cualitativo. La investigación, más que aportar explicaciones de carácter causal, intenta interpretar y comprender la conducta humana desde los significados e intenciones de los sujetos que intervienen en la escena educativa. Los seguidores de esta orientación, se centran en la descripción y comprensión de lo que es único y particular del sujeto más que en lo generalizable; aceptando que la realidad es múltiple, holística y dinámica. Pretenden llegar a la objetividad en el ámbito de los significados, usando como criterio de evidencia el pacto intersubjetivo en el contexto educativo.

Acentúan la interpretación y la comprensión de la realidad educativa desde los significados de las personas involucradas y estudian sus intenciones, creencias, motivaciones y otras características no directamente manifiestas ni susceptibles de experimentación.

El paradigma sociocrítico: Se origina como una respuesta a los anteriores, ya que acusa de reduccionismo al positivismo y de conservadurismo a la corriente interpretativa. Las bases de este paradigma la encontramos en la escuela de Frankfurt, en el neomarxismo, en las obras de Freire, Carr y Kemmis, entre otros, y en la teoría crítica social de Habermas. En los aspectos metodológicos y conceptuales, se asemejan al paradigma interpretativo, pero le incorporan la ideología de forma explícita y la autorreflexión crítico en los procesos del conocimiento.

Todo ello con el fin fundamental de modificar la estructura de las relaciones sociales, además de describirlas y comprenderlas. Los partidarios de esta línea de investigación son los que impulsan las líneas de la Investigación Acción, para de esta forma conocer una realidad, que implica al educador en el proceso provocando su autorreflexión. Esta corriente tiene actualmente un impacto muy fuerte en diversos espacios educativos, como son el estudio de la administración educativa, del currículo, de la formación del profesorado, etc

METODOLOGÍAS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

Antes de hablar sobre las metodologías que se desprenden de los paradigmas (las grandes teorías) que se aplican en la Investigación Educativa, vamos a aclarar una diferencia conceptual entre términos semánticamente similares, pero de una gran distancia conceptual como lo son Métodos y Metodologías. Cuando hablamos de Métodos en la investigación educativa vamos a adoptar la siguiente definición: "…el conjunto de procedimientos que permiten abordar un problema de investigación con el fin de lograr unos objetivos determinados.

El método científico es el que se han basado todas las ciencias sociales y humanas. Sus pasos se pueden aplicar no solo a la investigación hecha en el laboratorio, sino también en las investigaciones hechas en el aula…" (Buendía Eisman. Bravo. Hernández Pina. 1998. pp 5-6) La metodología es la que se encarga de justificar los métodos, comprender el proceso de investigación, por esto consideramos la siguiente definición: la metodología es el estudio (descripción, explicitación y justificación) de los métodos y no los métodos en sí. La metodología, pues, se ocupa de los componentes objetivos de la ciencia, puesto que es en cierto modo la filosofía del proceso de investigación, e incluye los supuestos y valores que sirven como base procedimental de que se sirve el investigador para interpretar los datos y alcanzar determinadas conclusiones.



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