Congreso Pedagógico 2020…una experiencia

Este viernes 07 de febrero me correspondió asistir y participar en el primer Congreso Pedagógico del año 2020. En esta ocasión fue un Congreso Circuital y por supuesto me incorporé al Liceo, que fue la sede seleccionada del Circuito Educativo, del cual forma parte la institución donde me desempeño.

Esta experiencia, además de convencerme de que en medio de la terrible situación que vivimos día a día en las escuelas de nuestro país, siguen ocurriendo hechos trascendentes. También me demostró que las maestras y los maestros de hoy, a pesar de las peores adversidades a las que los somete la realidad de nuestros días, siguen empeñadas y empeñados en "inventar", siguiendo al pie de la letra la consigna del sabio maestro Rodríguez "inventamos o erramos", consigna que en estos tiempos ha cobrado más vigencia que nunca.

Ver la experiencia de una maestra que con apenas unos meses de integrada a una institución, ha logrado con una ternura indescriptible, pero con un método (fundamentado por su puesto en una teoría) la integración de niños con "condición" es imposible que no conmoviera a todos los presentes. Además de observar la pasión con que esta maestra narra su experiencia y como hace la puesta en escena (junto a los 8 niños y niñas de su grupo, con los cuales hizo una demostración) de como inicia sus rutinas diarias en el aula y cómo a través de un cuenta-cuento trata con sus niños la integración de todos, a pesar de las diferencias.

No menos valor tiene la experiencia expuesta de un cuento narrado por niños y niñas de un colegio privado, con lo que queda claro que con sus matices, la educación de nuestros niños y niñas, independientemente de la clase o condición de sus familias, está bajo la dirección del MPPE.

Así mismo ver bailar a nuestras pequeñas y pequeños música típica venezolana, reitera que a pesar de la invasión musical externa a la que estamos sometidos día a día, las escuelas siguen siendo un "reducto" en el que se abona la semilla del valor por lo nuestro.

Posteriormente correspondió al Colectivo de Formación Docente, del cual formo parte, presentar la ponencia "Clima Escolar y Acuerdos de Convivencia…". A pesar de la ínfima asistencia de personas a la presentación (apenas 12 personas) y de algunos detalles técnicos al momento de presentar un video por parte del Colectivo de Formación Docente, los asistentes expresaron su agrado con la información recibida, así como palabras de reconocimiento a los ponentes por los resultados y la calidad de la investigación realizada.

Finalmente las interesantes exposiciones de estudiantes de 4to y 5to año de la E.T.C, próxima al Liceo donde se realizó el Congreso, reafirma en los presentes que las generaciones que vienen detrás, también están forjándose en nuestras instituciones educativas para ofrecer lo mejor de sí a la sociedad.

Seguramente que persisten muchas debilidades, numerosas deficiencias y recurrentes limitaciones que para algunos son señales inequívocas de que ya nada se puede hacer por la educación pública. Pero que estas experiencias ocurran en estos espacios en el medio de esta coyuntura tan difícil, en lo personal me confirma que quienes nos mantenemos en "resistencia en las escuelas" aún tenemos esperanzas y que no debemos desmayar aunque los profetas del desastre, muchos de los cuales son hasta cercanos y apreciados colegas y amigos, sigan empeñados en que no vale la pena, porque todo está perdido.

Más allá de las adversidades con las que lidiamos a diario las maestras y maestros, a pesar de las "contradicciones" del Ministerio como ente rector de la educación del país, las maestras y maestros que amamos a la Patria, que por ahora la encarnan las niñas, los niños y las y los jóvenes que a diario atendemos, nos mantenemos en resistencias convencidos de que vale la pena toda la energía, el empeño y tesón que cada día aportamos para mantener nuestras escuelas abiertas en resistencia y como reductos de sueños y esperanzas de una Venezuela que como el ave fénix resurgirá de sus propias cenizas.

P.D: Me permito reivindicar en esta crónica el rol de los Supervisores y Supervisoras los Directores y las Directoras, del personal administrativo, de los trabajadores y las trabajadoras de las "escuelas en resistencia", así como a las familias que están detrás de los niños y niñas, porque una escuela es una suma de esfuerzos y ningún maestros o maestra podría lograr nada si no cuenta con todos estos apoyos y soportes.


 



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Carlos Luna Arvelo


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