Futuro de la revolucion bolivariana, nuevos imaginarios de la resistencia

Durante los días 17 al 19 de julio del presente participamos de un evento académico llamado Encuentro Internacional Nuevos Imaginarios en Tecnología, Lingüística, Sociedad y Política (UPEL-Barquisimeto).

Como era de esperar algunos/as ponentes no se ahorraron ponzoñosos comentarios acerca del fracaso universal del socialismo/comunismo y particularmente del modelo venezolano vigente: bolivarianismo/chavismo, agregando además la predicación que padecemos dos gobiernos (uno en funciones y otro más virtual que real, que sintetiza para más señas el imaginario político de la democracia representativa aliada a Estados Unidos, sus aliados regionales y en Europa) y que es innegable lo que suele llamarse la diáspora del talento universitario; sólo para comprobar en esto último que a pesar de todo la educación venezolana comporta buenos estándares de calidad y que muchos regresan queriendo más a este país, incorporándose así a lo que hemos llamado nuevos imaginarios de la resistencia; claro, parece que mucha de esta gente espera un cambio de régimen político.

De hecho, se pudo comprobar in situ cuán limitado es la conectividad del Instituto Pedagógico de Barquisimeto, por lo que las teleconferencias son un imposible: primero falla la corriente eléctrica que faltaba en los "enchufes" del auditorio habilitado, lo inadecuado del cableado, la incompatibilidad de los equipos y programas electrónicos. Comprobándose así además que eso del bloqueo impuesto por Estados Unidos y Europa a Venezuela no es cuento, así como la inflación; todo lo cual se siente en la cotidianidad, por eso semejante cuadro hizo concluir al menos a ponentes que el paraíso está en Estados Unidos, particularmente Nueva York, la meca de la modernidad occidental y espacio cultural que atrae por constituir un modelo prestigioso. En especial si se tiene un familiar insertado en los organismos diplomáticos multilaterales.

Es la misma burocracia exquisita pagada en dólares y/o euros que diseña y ejecuta las estrategias geopolíticas de las grandes potencias pero que en la práctica resulta del todo ineficaz para resolver los problemas cotidianos de los ciudadanos, más allá del cumplimiento de las metas del milenio de la ONU, la Unesco que luego evalúa subjetivamente, sobre todo en países díscolos a la hegemonía global capitalista; por eso la Comisionada de Derechos Humanos que como la Michelle Bachelet elabora informes del estado de esa cuestión a distancia como hicieron en la Colonia algunos Cronistas de India. Atrapados en el imaginario del servilismo, que triste historia la de personas y grupos así.

Tal vendría a ser parte del imaginario social de la clase media (cuyo sueño es que su prole hable inglés fluido), allí el eje viene a ser la familia conservadora en la perspectiva de la antropología cristiana; este parece ser un sector social que también hace resistencia a la llamada situación-país y su representación más notoria vendrían a ser, efectivamente, aquellos jóvenes que en 2017 tomaron las calles vestidos como guerreros medievales con acciones que demostraron lo cívico que fueron levantando las tapas de las alcantarillas, tumbaron postes de la luz eléctrica, tapiaron las calles de su cuadra, quemaron cauchos y un sinfín de lindezas, aunque algunos fueron detenidos, obteniendo luego libertad condicional y también otros tomaron el camino del exilio voluntario.

Consideramos que hubo una especie de tratamiento tangencial o negación en el referido evento del tratamiento del nuevo imaginario de resistencia revolucionario presente en el pueblo venezolano, un aspecto con el que conviene dialogar y cuyos principales referentes son una red amplia de organizaciones populares y estudiantiles, como los Consejos Comunales, Comunas, asociaciones políticas juveniles chavistas como el Frente Francisco de Miranda, la JPSUV; de estas instancias depende el futuro de la revolución bolivariana, en un ambiente socio económico y político bastante difícil, eso es importante tenerlo en cuenta sobre todo cuando ahora parece que muchos de los profesores y alumnos universitarios que antes de 2012 se decían grandes chavistas, por estos días acotan por ahí que este gobierno de Maduro ya no se puede defender; particularmente porque ha sometido a la universidad al ostracismo, además de enroscar un ministro tan obtuso como ese tal Hugbel Roa, que como hizo una vez Juan Vicente González en un Concurso de Oposición de 1837 en al UCV, habría que ponerle un libro en sus manos y obligarlo a que lea unas páginas, a ver si sabe leer…

 



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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