Privada o pública, la educación es un servicio social

Este sistema mundial en el que nos desenvolvemos en la vida, ha convertido a todo en un negocio. Así hasta la educación, algo que es para todos, se convierte en un modus vivendi de burgués, para los dueños de colegios, liceos y universidades privadas. Si, es como en los medios de comunicación privados, no los compra el pueblo, pertenecen a una clase social que se sintió feliz mientras los cerros de Caracas y la República Bolivariana se llenaban de pobres, de ranchos; un país que tenía tan pocos habitantes (hoy tampoco somos muchos) tan solo se le brindaba el chorro petrolero a los amos del valle, los inmigrantes escuálidos y los disociados en general. Haciendo desigual la sociedad, llegaron las oleadas de otros países, nos fregamos.

Hoy, el chorro petrolero cubre a todos incluido ese tridente que nombro siempre y que se anota con los gringos. En todos los países hay progringos pero dudo que existan unos más apátridas que los de aquí. Querer ser intervenido por los imperialistas es solo de un traicionero. Y así es la oposición, traicionera como ella sola ¿es que acaso no tienen todo un prontuario delictivo desde que Chávez llegó, con el barril petrolero a 7$? Esta oposición la tiene muy fácil con todo un mundo capitalista moribundo ayudándola a tumbar al gobierno revolucionario, pero resulta que el pueblo bolivariano chavista, esta duro y comprende lo que está en juego en nuestra patria.

Así, vemos como la educación en Venezuela va por dos ramas distintas y mientras los niños de los institutos públicos, no hacen exposiciones hasta primer grado, los niños de los privados hacen desde segundo nivel, sus exposiciones de los animales, las plantas, los planetas, el cuerpo humano, etc. Los de nosotros, los públicos, se van por una de cultura y se le da más preponderancia al folclore y las tradiciones de la patria. Lo que si veo, es que el producto de esta fenomenología que es lógica porque mientras no cambiemos el sistema, no transformaremos nada, sepamos que nuestra conciencia no cambiará la realidad; es la lucha del hombre y su prójimo por cambiar la realidad, la que transforma nuestra conciencia, ahí sí puede aparecer la verdadera transformación.

Pero ¿cómo hacemos para dormir con el enemigo? Vemos con alegría que el legado de Chávez (Nicolás, Plan de la Patria, misiones, Socialismo, Chavismo, etc.) es más que trascendental, la juventud cuenta con gran cantidad de alternativas a la hora de escoger su futuro, son tan valiosos que con tan solo mirar a los jóvenes, niños y adultos de las orquestas y del deporte se emociona uno. Además, para ser un país con pocos millones de habitantes; estamos a la par de países como Colombia, que nos supera como en 20 millones y con la “ayuda” de los gringos. Lo cierto es que el imperio, sus medios de comunicación e informaciones internacional y todo un andamiaje político, nos quiere colocar como carroña, por eso al imperio se le ve el bojote.

Un bojote, de una sociedad norteamericana más podrida que el FRACKING. Lo de nosotros es desarrollar El Plan de la Patria, para poder direccionar el chorro de divisas hacia la productividad del pueblo, que lo socio-productivo y lo socio-comunitario, vayan de la mano y hacer trascendentales la ideas de “Nuestro Nuevo Libertador” quien sabia que lo que venía era candela porque tenemos que bajarnos; desmontarlo del “capitalismo salvaje” en una sociedad altamente polarizada, donde los ricos creen que van a poder con un pueblo que tristemente para la burguesía, no sale con Caracazo porque pelea su futuro. Así, se sabe que los inquilinos, los que pagan alquiler por un techo van pa’ la calle de ganar La Asamblea Nacional, los escuálidos. Pequeño ejemplo y negado.

Para que nuestra educación no tenga diferencias entre la privada y la pública, debemos andar un buen trecho donde el control educativo, no sea político, sino humanista y permitir a nuestros niños, estudiantes, una educación que sirva para amar al prójimo y no para decirle mono u Orangután. Ya, desde niños, los hijos de los amos del valle, los disociados en general e inmigrantes escuálidos, van aprendiendo a odiar a los niños de las clases bajas y los padres de estos escuálidos prematuros quienes en gran cantidad, Chávez sacó de la pelazón de los noventa, son mas apáticos que nunca al permitir a sus hijos semejante atropello y al vivir tranquilos viendo a otros en condiciones precarias; esa apatía social de que no me importa el otro, los derrota. Eso es caldo de cultivo al odio y muerte que nos caracteriza.


“La revolución es la puerta abierta que ningún imperio puede cerrar el espíritu de Dios y su divina presencia van delante de nosotros haciendo fácil y triunfante nuestro camino”


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Jorge Osorio Rojas


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