La economía de los Estados Unidos se viene abajo. Los estantes están quedando vacíos. Los alimentos, componentes eléctricos, productos de higiene, medicinas, repuestos, etc. Están desapareciendo y se está sintiendo en los hogares. Es un caos que se le está yendo de las manos al gobierno de los EEUU. Ahora habla de un embargo chino; pero no dicen nada que fueron ellos quienes las implementan. Altos funcionarios del entorno de Trump, han asomado sus críticas, dentro de un dejo de preocupación, ante el inminente desplome de su economía. Dentro de ese tono, el Secretario del Tesoro de EEUU Scott Bessant, ha expresado públicamente que los aranceles extraordinariamente altos tienen que bajar, antes de cualquier discusión y enfatizó que Trump no hizo ningún aporte unilateral para reducir los aranceles aduaneros a los productos chinos. Al parecer estas posturas que maneja el coloso gringo van también dirigidas a países de su entorno político. Mientras que Trump insiste que bajará las tensiones, llevando a cabo acuerdos “rápidos”; no se concretan en la realidad. El ministro de Economía de Francia Erick Lombard, ha señalado que la Unión Europea y EEUU, no dan muestras de acercamiento. En todo caso las negociaciones de Lombard con los consejeros de Trump han sido cordiales.
En respuesta a Scott, este martes pasado, los aranceles a las importaciones chinas, ha dicho el primer mandatario estadounidense que se “reducirán sustancialmente”; mostrándose optimista ante la posibilidad de un acuerdo. “Vamos a ser muy amables; ellos también lo serán”. Les dijo a los periodistas en una reunión en la Casa Blanca. Refiriéndose a los chinos. El arancel del 145% impuesto a China “no será tan alto”. Mientras tanto, China se hace la desentendida ante este repentino bajo del tono de la voz. Su respuesta ha sido contundente. El portavoz del Ministerio de Comercio chino He Yadong; ha sido claro en decir que: “quisiera destacar que actualmente no hay negociaciones económicas, ni comerciales entre China y Estados Unidos. Dentro de este tono se refirió también, el Ministerio de Relaciones Exteriores, que le salió al ruedo a una cantidad de bolas de humo que han saltado de los predios de la Casa Blanca; señalando que Trump “no debe manipular a la opinión pública con sus falsas afirmaciones sobre los aranceles”. El jefe de la cancillería china Guo Jiankun y el ministro de Comercio He Yadong han señalado que: “No queremos una guerra, pero, no nos dejaremos amedrentar por la misma. Lucharemos hasta el final, si es necesario luchar”. “Nuestras puertas están abiertas, si EEUU quieren hablar. Pero el diálogo y las negociaciones deben ser iguales, respetuosas y reciprocas”. “China ha señalado desde hace tiempo que la guerra arancelaria y comerciales no tienen ganadores”
Al parecer los chinos no se han dejado amedrentar. Ni han dado señales de ceder un ápice; mientras el todopoderoso EEUU, como lo hemos podido apreciar, ha bajado la cerviz; se han dado cuenta que su economía los está acorralando y la única salida es el diálogo, con la cabeza baja, sin imposiciones. Eso de embestir, para esperar respuestas no les resultó con los chinos.