A propósito de los salarios y la propuesta de indexación

El escenario económico venezolano ha estado bastante movido en lo que va de año, no sólo por su dinámica atípica, sino por la cantidad de análisis que han surgido al calor del debate, en referencia principalmente a uno de los temas de mayor importancia como lo es el salario mínimo oficial de nuestros trabajadores y trabajadoras.

Sobre esto se han planteado diversas propuestas, a fin de evitar el rezago histórico en el que ha caído el poder adquisitivo de la clase obrera venezolana, originado en gran medida por la gran reducción de los ingresos de la República, producto - entre otros aspectos - de las medidas coercitivas y unilaterales contra Venezuela, que no es otra cosa que la persecución y confiscación de nuestros activos en el exterior, así como las diferentes prohibiciones en la plano internacional, y sanciones a posibles socios comerciales.

La principal propuesta que han asumido algunos actores políticos y sectores de izquierda respecto a los salarios, es su indexación al Petro (Sunacrip) como unidad de cuenta, que permita nivelar el ingreso de los trabajadores con respecto a los precios de bienes y servicios, evitando así su depreciación y por tanto disminución en la capacidad de compra.

A lo largo de estas líneas, me dedicaré a desmontar algunos mitos al respecto, y explicaré el por qué no estoy de acuerdo con esto, pero no sólo desde lo teórico, sino también desde el punto de vista práctico, a través de datos oficiales y estimaciones realizadas a partir de una línea de tiempo histórica que parte desde el 1 de Agosto de 2019 hasta nuestras fechas, que nos permitirá entender, más allá de los sesgos, las verdaderas implicaciones que tendría la aplicación de una medida de este calibre, según lo que ha venido aconteciendo.

1. Los primero que hay que saber es que el Petro (Sunacrip) que se pretende utilizar como unidad de cuenta referencia para los salarios, en términos prácticos, no está anclado a la fórmula que explica el Whitepaper sobre la base de diferentes riquezas, sino al precio del barril de petróleo en Euros (que sale en la página web de Sunacrip) por el valor del euro del Banco Central de Venezuela. Esto es fácilmente comprobable, ya que al multiplicar ambos valores, le dará exactamente el precio real del Petro que también aparece en la página de la Sunacrip.

Para ser más gráfico, colocaré el ejemplo del 9 de Marzo de 2021, momento en el cual redactó este artículo:

Precio del barril de petróleo en Euros: 47,36
Valor del Euro BCV: 2.241.816,00 Bs.S
Valor del Petro Sunacrip: 47,36 x 2.241.816,00 = 106.172.405 Bs.S

Es importante aclarar esto, ya que se escucha en reiteradas ocasiones, que el indexar salarios al Petro es indexarlo al petróleo, oro y demás minerales; y según lo que acabamos de mostrar, no es cierto.

2. Este Euro del BCV además, está semianclado a la divisa paralela, debido a la política de flotación controlada o flotación sucia que maneja el Banco Central de Venezuela, que palabras, palabras menos, se refiere a la intervención que hace el Estado en las mesas de cambio interbancarias, con el objeto de nivelar la tasa oficial con la paralela. Esto impide que la tasa oficial entre en rezago respecto a la paralela; por lo que no veremos mucha diferencia entre ambas.

Para explicar esto en términos prácticos, sólo comparemos la variación que ha tenido por ejemplo, el Dólar BCV vs Monitor Dólar, desde el 1 de Agosto 2019 al 1 de Marzo de 2021:

Variación Dólar BCV: 16.462%
Variación Monitor Dólar: 14.487%

Esto nos indica que incluso, la divisa oficial ha subido más que la paralela en los últimos 20 meses. En este sentido, y al demostrar que el Petro está semianclado a este sistema, no podíamos esperar una variación distinta en la misma línea de tiempo (1 de Agosto 2019 al 1 de Marzo de 2021):

Variación Petro (Sunacrip): 15.464%

Es decir, el Petro creció aún más que el Dólar paralelo en los últimos 20 meses, por lo que, en términos prácticos, una indexación de salarios a ese valor del Petro despreciaría más al Bolívar que una indexación al Dólar paralelo directamente.

Esto lo digo porque en cualquier encuesta sencilla que usted aplique en sectores de izquierda, más del 70% o incluso 80% está de acuerdo y le parece buena la idea de la indexación de salarios al Petro, pero sin embargo, está en desacuerdo en casi el mismo porcentaje en indexar los salarios al Dólar paralelo, y hasta lo considera una ofensa, cuando básicamente tiene el mismo efecto. De manera que si usted apoya la primera idea, no tendría razones para oponerse a la segunda, a menos que considere más importante los nombres que los procedimientos.

3. Esta medida de indexar salarios al Petro, tal cual lo haría una indexación al dólar paralelo, por consiguiente, traería consigo una megadevaluación del Bolívar, pulverizando absolutamente la ampliación del cono monetario, y agregando cada vez más ceros a nuestra moneda de curso legal, dificultando aún más las transacciones en moneda digital por cifras demasiado altas, y una corrida cambiaría como nunca antes vista.

Además de ello, esto al ser una medida eminentemente monetaria, no protegería realmente el salario de los trabajadores, sino se recupera el ingreso de divisas a la Nación, ya que sólo estarías aumentando constantemente el salario en tanto aumente el Petro (que aumenta más que Monitor Dólar) generando por razones obvias una espiral inflacionaria aún mayor.

Y no, no defiendo el monetarismo, y sí estoy de acuerdo con que la restricción de la liquidez como se viene aplicando no ayuda a la Economía, pero tampoco podemos ir al otro extremo y creer que aumentar el salario de 1.200.000 Bs.S a 120.000.000 Bs.S no va a tener repercusiones en los precios y en la moneda. Es absurdo y carente de sentido matemático.

4. La depreciación histórica en términos porcentuales que tiene el salario respecto a las demás variables de la economía como el Dólar paralelo, que prácticamente dictamina los precios de bienes y servicios, se acentúa cada vez más, lo cual resulta alarmante ya que, nuestros salarios ya llegaron a niveles insostenibles de subsistencia, lo cual ha ocasionado el abandono del sector público de manera paulatina.

Si bien decíamos que el Dólar BCV, el Petro y el Dólar paralelo habían crecido en los últimos 20 meses en un porcentaje mayor al 14.000%, el salario lo ha hecho en apenas en un 3.592%, es decir aproximadamente una cuarta parte, ¿y esto se debe a qué? Precisamente el Estado al ver minimizado sus ingresos por las múltiples sanciones y la disminución de la producción petrolera, no tiene cómo respaldar todos los salarios del sector público como en otrora, además de tener compromisos con los programas sociales, la construcción de viviendas, y ahora se le agrega el fuerte gasto en materia de salud producto del covid-19.

Al no tener ese respaldo, la única vía que te queda para aumentar los salarios al nivel que propone la indexación es produciendo dinero inorgánico (sin respaldo de ningún tipo, prácticamente inventado), por lo que estarías inyectando una gran cantidad de liquidez a la economía, aumentando la demanda con la misma oferta, ya que la propuesta en sí, no genera una solución de fondo, sino de forma, porque es eso, una propuesta monetaria (aún cuando se critica al monetarismo).

5. Al reconocer que el tema salarial ciertamente es un asunto bastante delicado, no podemos pretender que de un plumazo y por decreto se va a recuperar esa brecha que se ha abierto, donde quienes están siendo más perjudicados somos los asalariados. Si fuese así tan fácil, el Estado ya lo hubiese hecho, o ¿acaso creen que al Ejecutivo no le conviene tener trabajadores bien remunerados? Insinuar eso no es crítico, es irresponsable.

El salario es absolutamente insuficiente, insostenible, y cualquier otro calificativo se queda pequeño, pero ello no quiere decir que nuestra propuesta mágica deba ser aumentarlos porque sí y amarrarlos a una unidad de cuenta que a su vez está semianclada al dólar paralelo. No es sensato.

6. Ahora, no con esto pretendo decir que nunca podremos aumentar los salarios, de hecho no me extrañaría que el Ejecutivo lo haga pronto en un porcentaje no mayor al 300% o incluso al 100% como "paliativo" ante la depreciación del mismo (una especie de mal necesario y muy diferente al aumento estratosférico de la indexación, a pesar de que sabemos traerá los mismos resultados).

Lo que sí debemos reconocer de inmediato, es que nuestra principal e impostergable tarea es recuperar nuestra producción petrolera, que es la fuente de divisas por excelencia y hacia allá debemos encaminar nuestros esfuerzos. Si la industria petrolera se recupera, la economía nacional lo hará en proporción. Por esto cobra sentido el empeño del Presidente en firmar el contrato colectivo petrolero y reivindicar su labor con una mejor remuneración, pues sencillamente no podemos permitirnos la fuga de personal calificado en esta área vital.

Tampoco se trata de que si unos trabajadores son más importantes que otros, sino que sencillamente estamos en emergencia, en contingencia, en alarma, en ingreso casi cero, por lo que debemos priorizar, y PDVSA está en el primer orden de esas prioridades, porque será quién nos dará los ingresos suficientes para mejorar los demás sectores, vitales también para la economía y el desenvolvimiento social.

Después que nuestra industria, gracias al esfuerzo de sus trabajadores comience a generar esos ingresos, allí si podremos hablar de indexación de salarios al Petro, como método de redistribuir la riqueza, pero hacerlo antes por la vía inorgánica, es un disparo en el ala. No se puede distribuir lo que no se tiene.

7. A manera de conclusión, lo que quiero demostrar es que, si bien es cierto que apegarse estrictamente a los manuales de la economía clásica no siempre es del todo certero, tampoco podemos pretender saltarnos la lógica básica de la ciencia, y menos en una economía tan atípica y asediada por los mayores intereses hegemónicos del planeta, como la nuestra, por lo que debemos ser cautelosos a la hora de plantear posibles escenarios.

No es un tema de vender falsas esperanzas para generar aplausos, es un tema de que nuestra economía está en un estado crítico, que se irá resolviendo en la medida que sepamos hacer frente como gobierno y como país a las amenazas externas e internas.

Para problemas macroeconómicos, no sólo bastan soluciones monetarias, debemos ir a la raíz, y esa raíz son nuestros ingresos.

Sí a los mejores salarios, pero con sentido económico real.

@LuisGuanipa94

 



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Luis Fernando Guanipa Jiménez

Chavista crítico pero siempre leal. Cero medias tintas. Comentarista aficionado del Voleibol, Baloncesto, Fórmula 1 y Béisbol.

 LuisGuanipa94@gmail.com      @LuisFGJ

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