I
En una montaña de EEUU ubicada específicamente en Keystone, Dakota del Sur, se construyó entre los años 1927 y 1941 una enorme escultura que representa los rostros de cuatro expresidentes estadounidenses: George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodor Rooselvet.
El Monte Rushmore, como se conoce hoy la montaña en que fue erigida dicha escultura, es parte de los Montes Negros de la cordillera de las Rocallosas, que para la tradición Sioux es un sitio sagrado donde, antes de que fueran esculpidos allí los presidentes fundadores de EEUU, celebraban sus ceremonias rituales para los espíritus de los guerreros muertos y se acudía a rezar al "Gran Espíritu". Los aborígenes norteamericanos que hoy viven reducidos en reservas recuerdan el sitio, además, porque en 1890 el ejército estadounidense masacró allí más de doscientos indígenas.
El monumento, esculpido en la propia roca de la montaña, conocida como Memoria Nacional Monte Rushmore, es símbolo perfecto del espíritu que sostiene a Estados Unidos: conmemora la nación estadounidense y eterniza a la vez el oprobio y la humillación de los pueblos arrasados para consolidar su poder.
II
En 1845, en la revista neoyorquina Democratic Review, el periodista John L. O’Sullivan acuñó el término Destino Manifiesto para justificar ideológicamente la expansión territorial de Estados Unidos más allá del territorio de las 13 colonias que se independizaron originalmente de Gran Bretaña. Decía O’Sullivan: "el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino". Veinte años antes, en 1823, había sido acuñada la Doctrina Monroe, según la cual América toda debe ser para los norteamericanos. Ambas elaboraciones teóricas sustentan dos aspectos centrales en la conformación de la nación estadounidense: el expansionismo y la dominación hegemonista.
Los personajes históricos eternizados en el Monte Rushmore de uno u otro modo practicaron los postulados de estas doctrinas: todos hicieron su aporte, mientras fueron presidentes, para que el territorio de EEUU dejara de ser el original de las 13 colonias que se independizaron de Gran Bretaña y pasara a ser una enorme extensión que junta el atlántico con el pacífico, para lo cual fue necesario reducir a los aborígenes a reservas minúsculas, conquistar el oeste genocidio de por medio, arrebatar a México las enormes cantidades de territorio llamadas hoy Texas, California, Colorado, Arizona, Nuevo México y hacer la guerra a España para quedarse con Puerto Rico y Cuba, todo esto en el siglo XIX.
Hoy los rostros de tres de esos cuatro personajes circulan por millones en todo el planeta impresos en los billetes de dólar: Washington en el de 1$, Jefferson en el de 2$ y Lincoln en el de 5$, junto a otros como Benjamin Franklin, que está en el billete de 100$.
III
"Papá, ¿quiénes son los hombres que aparecen en los billetes de dólar?", preguntó el niño cuando salía de un abasto caraqueño junto a su padre después de haberlo visto pagar con un billete de 5$. "No sé quiénes son todos, pero sé que son próceres y fundadores de EEUU", respondió titubeante el padre.
"No entiendo muy bien por qué tenemos que usar esos billetes para comprar cosas estando aquí en Venezuela", continuó el niño, "me gustaba más cuando usábamos bolívares porque en esos billetes aparecen personajes importantes de la historia venezolana".
"¿Y tú sabes quiénes son los que aparecen en los billetes de bolívares?", dijo por último el padre, sin saber muy bien qué más decir. A lo que el niño respondió con total seguridad: "Claro, papá, en la escuela nos lo enseñó la maestra: Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Luisa Cáceres, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, Josefa Camejo, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, José Félix Ribas".
Quizá sin saberlo, este niño expresó en el diálogo con su papá un asunto simbólico central: los personajes históricos impresos en el papel moneda venezolano que progresivamente hemos ido dejando de usar son expresión de la doctrina de unidad e integración latinoamericana, del antiimperialismo y anticolonialismo, de la lucha por la libertad y la independencia, basamento histórico de la lucha de nuestros pueblos contra el hegemonismo colonialista de España, primero, y de EEUU, después.
Junto a la batalla política y económica que ha llevado a la dolarización de facto e inercial de Venezuela se libra una batalla simbólica, cultural y de sentido, una batalla por la percepción y la sensibilidad, una batalla en la que perdemos territorio cuando, por medio de algo de uso tan cotidiano y generalizado como el papel moneda, se sustituyen en nuestro imaginario símbolos, íconos, estandartes determinantes en la construcción de nuestra nacionalidad por otros como los rostros de los presidentes fundadores de EEUU practicantes de la Doctrina Monroe y devotos del Destino Manifiesto.
Trump, Pompeo, Pence y Abrams despliegan su estrategia de guerra multidimensional para acabar con la revolución bolivariana, mientras sus secuaces de la derecha venezolana, con Guaidó a la cabeza, se desmoronan y hunden en su propia ineptitud y miseria, y el Estado venezolano apela a todas sus fuerzas para no sucumbir ante la agresión. El pueblo venezolano resiste dignamente y/o sobrevive como puede, cientos de miles de campesinos y campesinas se esfuerzan heroicamente por seguir produciendo alimentos hasta con las uñas, miles y miles de comuneros y comuneras sostienen con su quehacer el horizonte transformador profundo de una sociedad realmente democrática. En fin, lo cual no es poca cosa dada la magnitud del conflicto en el que estamos inmersos(as), todos y todas celebramos que no cuajaron los planes para desatar una guerra en Venezuela y terminamos este 2019 en paz y con la violencia política conjurada.
Mientras tanto, al tiempo que todo esto ocurre, un equivalente del Monte Rushmore se va esculpiendo lentamente en nuestros bolsillos y va siendo modelado con cinceles invisibles en nuestro imaginario como pueblo.
IV
Lindsay Large Mild Nutty. Packed in California. 3 $. Kirkland Cut green beans. 1,20 $. Butter PanCake Mix, 2lbs, ¡Just add water! 40 $. Honey Bunches of oats. K Red Berries. Cinnamon Toast Crunch. Kraft Parmesan Cheese. 14 $. Nutella. 10 $.Candy carres. 5 $. Snnuckers Strawberry Jam. 6 $. Air heads candy bars. 24 $. Mixed Nuts Peanuts (roasted withsea salt), 34 onz. 25 $. Welch’s Fruit Snacks, variety pack, 2.25onz packs. 16 $. Almond joy, coconut and almond chocolate candy bar. ¡10 bigger pack more bars! 24 $.
Esta seguidilla de marcas, nombres, precios en dólares, puede leerse con solo recorrer con la mirada alguno de los anaqueles de Cine Citta, De casta, life and food, Market place, Gourmet 54, Bakery and Market, en Santa Mónica, Bello Monte, Chacao, Chacaito, El Cafetal, Las Mercedes.
Son más de cien los establecimientos llamados bodegones que han proliferado en Caracas en el último año. Allí todo es importado y todo está en inglés. En los anaqueles los precios están exhibidos en dólares. Los locales son nuevos, recién decorados, con estéticas que hacen pensar en cadenas como Oxxo o Seven Eleven, que plagaron las ciudades de México luego del TLC con Estados Unidos, y la similitud no es solo la estética sino el tipo de productos y marcas que venden, aunque en Venezuela no hay TLC con EEUU sino muy por el contrario un bloqueo comercial y financiero de ese país contra Venezuela.
Por estos días decembrinos, en todos se exhiben modelos de cestas navideñas para encargarlas, con surtidos de chucherías o de pasapalos y cervezas o de artículos de higiene corporal. Los precios van desde 30$ las más pequeñas y sencillas hasta 120$ o 150$. Cada quien pude armar sus cestas con los productos que desee. Entre más cestas encargue una persona mejor precio va a obtener y hasta se puede llevar un regalito de la casa.
If you have enough dollars you can buy there. ¡Merry Christmas! If you have not, don’t worry, you can buy basic venezuelan products in anyother store in the city. In all of them accept dollars too. If you have not enough dollars to buy in bodegones you can’t buy in tipical stores. ¡Feliz Navidad too!
Postdata con preguntas
¿Esta dolarización inercial que se viene dando en Venezuela es resultado exclusivo de la dinámica del libre mercado, o es parte de una estrategia del gobierno para incidir en el cuadro económico nacional? ¿Cómo evitar que se vuelva irreversible e incontrolable? ¿Existe un plan económico para ordenar esa dinámica y maniobrarla hacia el logro de los objetivos transformadores de la revolución bolivariana? ¿Puede el Estado venezolano lograr que la dolarización tribute a favor del país y del proyecto político de la revolución bolivariana, sin que este fenómeno incida negativamente sobre las conquistas sociales de nuestro pueblo, para que no acentúe las desigualdades y demás consecuencias sociales de la crisis y el bloqueo? ¿Puede ser utilizada para que se fortalezcan la transparencia y la confianza en la economía venezolana?
Responder estas interrogantes es central de cara a la posibilidad de mantener la orientación estratégica transformadora y para avanzar en medio del complejísimo contexto de crisis, estrangulamiento y bloqueo que atravesamos. En las respuestas estará buena parte de las claves para lo que será el 2020 y los años por venir.