Los adultos mayores sabemos distinguir entre calamidad y dignidad

Sirva este escrito para dar respuesta a las interrogantes del porque la mayoría de los Adultos Mayores venezolanos nos mantenemos en actitud de resistencia pasiva ante la crisis que vive el país y las calamidades que cada día sufrimos como pensionados y jubilados. Para dar una respuesta es necesario conocer el significado de dos conceptos: SUFRIR UNA CALAMIDAD Y AGREDIR LA DIGNIDAD.

Sufriendo una Calamidad es, lo que actualmente estamos viviendo, cuando por ejemplo nos faltan los alimentos, las medicinas, el agua, la electricidad, el gas doméstico o el transporte. El que nos falte una de ellas es una calamidad, cuando se juntan todas, es una tragedia que nos afecta profundamente y que hace infernal la existencia de cualquier ser humano y con más intensidad a nosotros los Adultos Mayores. Podemos decir que actualmente estamos viviendo en El infierno de Dante, aunque oficialmente estemos vivos. Ya estábamos acostumbrados a vivir en Estado de Calamidad cuando apareció El Comandante Chávez y nos convocó a luchar contra ella.

Con su ejemplo comenzó por ORDENAR que dejaran de llamarnos "Viejos "en forma despectiva o "abuelitos" por burla, como siempre los hacían los medios radiales y televisivos cuando se referían a nosotros y nos dignificó con el nombre de "Adultos Mayores". fundó una Misión para atendernos en "Amor Mayor". Legisló para nosotros y dejó para nuestra herencia un cuerpo de leyes que sirvieran para defendernos y organizarnos como sector poblacional, además dejó una orientación presupuestaria para que fuéramos atendidos y defendidos. Por allí comenzó a entender la sociedad venezolana que los Adultos Mayores teníamos una DIGNIDAD que nacía por los años de experiencia acumulados y que merecíamos respeto y reconocimiento.

Pudimos vivir los Adultos Mayores horas estelares cuando los bancos activaron cajeros especiales para atendernos y sillas para que no hiciéramos las colas parados por mucho tiempo; hubo algunos que el día de pago de la pensión solamente nos atendían a nosotros y nos pagaban completo. En los grandes supermercados nos atendían con preferencia y hasta cajas propias para pagar, las líneas aéreas nos descontaban el 50% y sólo pagábamos la mitad del boleto y al momento de hacer las colas para entrar al avión éramos los primeros. En las busetas pagábamos medio pasaje y teníamos asientos preferenciales. La gente más joven se paraba para cedernos los puestos. Había una publicidad que motivaba al público a ayudarnos a cruzar las calles Esa luna de miel terminó con la partida de Chávez.

Los Adultos Mayores, gracias al apoyo del gobierno revolucionario, nos organizamos en todo el país, constituimos Frentes Bolivarianos de Adultos y Adultas Mayores y Casas de los Abuelos. Nos incorporamos a las estructuras de los Consejos Comunales, las gobernaciones nos apoyaron y el PSUV nos había colocado en su estructura organizativa. Masivamente acudimos al llamado por la Paz que hizo el Presidente Maduro y participamos activamente en las votaciones para elegir una Asamblea Nacional Constituyente. En todas las marchas convocadas nuestra presencia es significativa y muchísimos de nosotros formamos parte de la Milicia Nacional Bolivariana.

Todo lo anterior, parece ha sido en vano, pues una agresión sostenida contra la Dignidad Humana de los Adultos Mayores es la que hemos venido sufriendo durante el tiempo transcurrido después de la partida física del Comandante Chávez; todos los privilegios y reconocimientos que se nos había otorgado fueron echados a la basura y ahora somos tratados como un estorbo, tanto por el gobierno como por el resto de la sociedad. Nunca antes se nos había humillado tanto como lo hacen los que ahora cobran el pasaje en las busetas. Nos impiden entrar y hasta nos empujan para que no podamos acceder a ellas. Dos veces he caído al suelo por los empujones de los que tratan de salir. Durante la IV República nos echaban agua del rio Guaire para acallar nuestros gritos de protesta, pero por lo menos nos tomaban en cuenta, aunque fuera para echarnos mierda; ahora nos invisibilizaron, nadie nos ve, nadie nos escucha.

Son los buseteros, los panaderos, los farmaceutas, los comerciantes, los funcionarios públicos indolentes y los banqueros quienes ahora liderizan las acciones diarias que hieren nuestra Dignidad. Son ellos principalmente quienes nos hacen la vida de cuadrito y hacen todo lo imposible por hacer infelices los últimos días que nos quedan por vivir en este planeta tierra. Pobre de ellos que ni siquiera a viejo llegaran.

¿Ahora bien, para responder a la interrogante del porque no estamos en las calles protestando contra este gobierno? Muy sencillo, es que por experiencia vivida sabemos que los que aspiran sacar a los que actualmente mandan, son peores, más indolentes, crueles y viles; y entre dos males, lo inteligente es escoger el menor. Además, más sabe el Diablo por Viejo, que por Diablo.



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Juan Veroes


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