El dolor de San Sebastián y el conjuro de Biscucuy

Chela, Chucha y el Carro con su equipo de guacharaquitas todo terreno, subieron muy temprano a la montaña de San Sebastián. Esta linda comunidad de Tacarigua del municipio Gómez, ha sido un lugar de conuqueros y conuqueras.

En San Sebastián vivió el perro más fiel que ha conocido la humanidad. Cuando oigo hablar de lealtad Chucha, pienso en el perro de Maria Tango(*). Un perro con corazón de conuquero. Cuando Maria Tango dejó su conuco terrenal y se fue a una parcela con muchas matas de mamey que la Virgen del Valle le tenía en el cielo, este perro de Maria Tango, cavó un hueco al lado de donde enterraron a Maria Tango y ahí decidió irse con ella a cuidar las matas de mamey. Los conuqueros viven para una causa y son leales a ella: sembrar y cosechar para sustentar a la comunidad. Es ingrato pensar en comunas sin conuqueros.

Los tacarigueros de San Sebastián, como todos los que nacen en Tacarigua, llegan a este mundo con un conuco en el alma y tienen el corazón de tierra con buen abono natural. Se van al cielo porque Chchuo necesita de buena gente y los conuqueros son buena gente. El gozo de cosechar, se hace infinito con el sudor de la siembra.

No fue por una casualidad, que Chela escogió la montaña de San Sebastián para liberar y trasmitirle a los camaradas conuqueros y conuqueras que se preparan para verse en la Biscucuy. Chela tomó la montaña de San Sebastián porque es el lugar en Margarita más apegado al trabajo de la siembra. Chela escogió esta montaña por la amenza que hoy vive la única FUENTE DE AGUA que tiene Margarita y que le sirve a esta comunidad de San Sebastián.

La montaña de Tacarigua es el lugar más cerca del dios Natura, pero eso puede cambiar, porque Chela sintió que el desastre hombre, penetró en ese monumento natural que ha venido alimentando por generaciones a familias enteras.

Chela miró al cielo y se dijo: No la tenemos fácil en San Sebastián con el proceso de corte del pardillo. Permitir esto es matar la montaña y con ello, secar el espiritud de conuquero que todo tacariguero lleva en el alma.

La primera y gran cosa que los conuqueros debemos rescatar y resaltar en Biscucuy, es la magia de sembrar. Esto es mágico pero real. Tenemos metido en el cuerpo, la diabólica diablura Chucha, que para hacernos un país rico hay que quitarle a la naturaleza . Esta "teoría", se sustenta en la absurda idea de recoger sin sembrar. Hay viejos y nuevos grandes "hacendados" en Venezuela, que han vivieron y viven muy bien recogiendo sin sembrar. Son expertos en recoger. Con mucha agua y tierra fertil, hemos vivido recogiendo el llamado estierco del diablo y ellos son felices. Estos "hacendados" están bien porque tienen la posibilidad de recoger pepas de oro y diamantes, pero no pepas de achote (onoto), pepas de café, de mani y cosechar aguacates con sus pepas.

La logica del conuquero, es que la siembra y el cosecha es un acto de parir varias veces y el conuquero con EL TRABAJO que realiza, se hace como una madre, que derrocha sabiduria y solidaridad. Este acto de sembrar que es mágico, tiene en la luna su testigo y confidente. Un conuquero vive coquteando con la luna. Siempre Chucha, el conuquero vea luna y le es fiel a ella.

Con la vista puesta en el cielo y la luna, el conuquero se esmera en cuidar y acariciar la semilla. A ella le habla desde lo más adentro de su alma. Este es otro acto lleno de magia y finalmente con una semilla sana, sin adulteración y llena de amor; el conuquero viendo el paso de la luna, hace otro acto cargado también de mucha magia. Abre el surco en la tierra y deposita todo el amor de un conuquero que es muy grande, en esos surcos que va abriendo.

En Biscucuy vamos por una organización de los conuqueros que permita que la magia de sembrar se meta en la sangre de los venezolanos. Los conuqueros que nos reuniremos en Biscucuy sabemos, que en ese acto mágico de la siembra, está la idea de una Venezuela económica y socialmente sana. Con la siembra y el trabajo, podemos multiplicar el pan y sacarnos de la cabeza la idea de recoger.

Hay gente en este pais hoy, que está convencida que la eliminacion de las sanciones y el bloqueo es la solucion. Sueñan con esta solución y con un barrir de petróleo a 100 dólares.

Yo comparto la idea Chucha, que sembrar con el amor del conuquero, es un elemento importante para sacar a esta Venezuela adelante.

(*) El perro de María Tango (Maria Rivas), es parte de una pequeña historia que el Profesor David Guerra cuenta en su libro: San Sebastián de Tacarigua. Libro editado por el Fondo Editorial Tacarigua.



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Amaranta Rojas


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