¿Leones o peluches en caravana pasando por un estrecho llamado Magallanes?

Tristeza, dolor o poco ánimo, o quizás un desánimo de siempre lo mismo, tal cual como nos tiene acostumbrado la vino tinto cada vez que sale al terreno, y mire que no tiene nada que ver con la guerra económica que todavía anda suelta que por lo general nos aqueja, pero lo de los leoncitos fue aburrido, no supieron batallar en campo nuevo como el que está en grandes ligas de los gringos con prospectos latinos, y que un equipo de la tal República Dominicana los dejó saltando sin poder atrapar la presa y, ahora qué, blablabla y fuego al cañón, menos mal que no estamos en dictadura, para imaginar qué sería de ellos.

Se va la bola, la bola se va! Y los leones qué, el campo de la confrontación les quedó grande, aunque el lanzador de turno era magallanero, ni eso siquiera los cubrió de ganas pues, el desgano fue total y fatal que solo nos deja un mal recuerdo, aunque apuraditos llegaron a la semifinal que por poco Curazao los pela como fieros leones y, aunque no lo crean el mismísimo Lorenzo Mendoza con su gorra de caraquista de made in USA los fue apoyar, sin harina Pan, ni Mazeite entre otros productos de así se lucha en Venezuela con divisas del gobierno de Maduro y de su socialismo en acción en pro y refuerzo de nosotros los pobres.

Y según oí de otros fue que el equipo contrario estaba conformado por muchos cuarentones que de paso y sin mucha valentía afeitaron al león a fuerza de rectas que con el rabo entre las piernas salieron a celebrar como subcampeones en casa y como un desconsuelo de sordos mudos se jugó la serie en Venezuela, pero por dos años consecutivos Venezuela quedó fuera del clásico, acaso por ser Guaidó minipresidente aprovechó el poder de los gringos de esta vez ustedes no entran a no ser que liberen la democracia deportiva de país peligroso.

¿Y qué le pasó a los leones del Caracas en representación de Venezuela? Vaya usted a saber que por falta de bolas ni de bates fue, a no ser de repente se pudiera decir, estamos en Venezuela, ese lema arde pero no quema, y muy bien pudiera ser un buen consuelo para acercarnos a esa realidad que no deja de perturbar a los deportistas activos o no, claro, lo más posible es pensar que vendrán días mejores, aunque esperamos por el próximo mundial de béisbol que, lo más posible sea igual o peor en resultados, pero con Venezuela actual nadie puede, verdad Diosdado, a no ser que el Psuv tome otras decisiones y afine su alineación y, no sea Maduro el cuarto bate y, la oposición designe a Lorenzo Mendoza como su manager del año.

Bueno, lo que sí es seguro como seguro es decir que, los leones la pusieron y bien grande al final cuando se les perdió la bola y quedaron a merced del equipo de República Dominicana en todos sus aspectos.

Pero lo más simpático, reconfortante y agradable de la final de la serie del caribe es que el que no tomo cerveza Polar, por lo menos pudieron ver a Lorenzo Mendoza como la estrella que para muchos él andaba a la caza de algo fructífero y podemos creer que de una caraquista no era, aunque estuvo bien animado con una miss que lo puede llevar hasta a Miraflores.

¡A jugar leones, aunque sea al sereno, pero hay que jugar!



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Esteban Rojas


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