Manuel Rosales, Barrabás y Jesús Cristo

La historia de Barrabás y Jesús está (como historia) empantanada porque hay versiones de ese acontecimiento que coloca a Barrabás como el “hijo del padre”; hijo de Abba, que en arameo marcan un mismo sentido del término: hijo del “padre”. Convengamos por ahora, que esa situación independientemente de sus versiones, tiene su sentido y hay en ella elementos y actores que permiten hacer una lectura sobre situaciones más o menos “constantes” en la historia, cuando en ella está en juego resguardar o mantener espacio de poder.

Se ha dicho que Barrabás era un bandido y ladrón. Jesús Cristo era (y es) un proyecto de vida que representa la justicia, la igualdad entre los hombre (Amaos los unos a los otros). Es conocido también, que Jesús Cristo como proyecto de vida y justicia, encarnaba una figura o referencia contra el poder constituido; no olvidemos esa historia de Jesús echando a los mercaderes del templo.

Un proyecto de vida fundado en la justicia y la igualdad ha sido siempre una amenaza para un modelo de vida que tiene como premisa, un cierto Darwinismo. La vida es para el más fuerte y para el que más tiene; la justicia entonces, debe responder a eso, si se salta esa premisa, no es justicia. No invento nada, escojan cualquier hecho del acontecer nacional y observarán una demostración empírica de esa premisa.

¿Qué sucedió con el caso Vegas: Niño Vega? ¿Alguien se acordara de Disparen primero y averigüen después? ¿Ese disparen primero y averigüen después no fue una forma de administrar justicia? ¿Alguien podrá acordarse de los juicios militares? ¿Las desapariciones? ¿Qué futuro tiene una asesino con dinero y poder y un asesino sin nada? ¿Por qué la iglesia y la oposición defienden a Manuel Rosales y no dicen nada sobre el ex gobernador de Yaracuy? ¿Hasta en eso ese modelo de de ver la justicia es injustamente interesada? ¿La riqueza que tiene Manuel Rosales no se ve, no es real? ¿Es un invento? ¿No es real lo regalos de millones de bolívares a personeros de la oposición y de los medios?

Veamos entonces que en esta historia real o inventada, Jesús Cristo encarna un proyecto de vida, fundado en la justicia y la igualdad entre los hombres, mientras que Barrabás, se asume como modelo o proyecto de vida contrario: Ladrón, Pillo. En esa historia están presente: a) Herodes y Pilato como una forma o esquema de administrar de justicia, b) Anás y Caifás. Este último era yerno de Anás y ambos eran los jerarcas de la iglesia y c) Los medios de Comunicación, que curiosamente estaban bajo el control de Caifás y Anás para realizar el juicio “popular” a la figura que emblemáticamente representaba la igualdad y la justicia entre los hombres.

La historia que nos enseñaron en la escuela precisa que Herodes y Pilato se “peloteaban” la decisión sobre darle libertad al proyecto de vida centrado en la justicia e igualdad, y la iglesia, representada a través de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, (que hoy puede ser entendida como una conferencia episcopal), influenciando al “pueblo” para pedir a grito, la crucifixión de Jesús Cristo, que encarnaba un proyecto de vida sustentado en esos valores (Justicia e igualdad) y dejarán libre al ladrón de Barrabás.

¿Qué no hay en esta historia que no esté en correspondencia con la historia de pillo de Manuel Rosales? ¿Cuál es el papel de los medios? ¿Cuál es el papel del “Pueblo” que se hace representar por: Teodoro, Baltazar Porras, Ledezma, Julio Borges, Leopoldo López, Omar Barbosa y otros bichitos? ¿Cuál es el mensaje que emiten estos señores? ¿No se ve en esta historia la reencarnación de Anás y Caifás? ¿No están dando un mensaje para arruinar a la justicia y salvar al ladrón?

Se reproduce la historia. El “pueblo” encarnado por Ali Babá y sus cuarenta ladrones ya se pronunciaron. Desean y aspiran como proyecto de vida sacrificar a la justicia y comunicarnos con el poder de sus medios, que no hay espacio en esta vida para ser iguales; hay hombres que tienen permitido robar y no ser juzgado por ese delito. La alta Jerarquía de la iglesia se ha pronunciado muy tímidamente, a través de las declaraciones del jerarca Anás Baltazar Porras, pero sus aposentos, al igual que la casa de Anás y Caifás en el momento, están siendo visitados por los mercaderes que Jesús Cristo echó del templo.

La iglesia y los sumos jerarcas de la conferencia episcopal están repitiendo exactamente el discurso y el ejemplo que ofrecieron con Nixon Moreno. Es un mismo discurso y una misma práctica cargada de antivalores. Decidieron en ese caso, darle apoyo y resguardar a una persona que debía demostrar ante la justicia que era inocente y condenaron a una dama, que dijo ser inocente y manifestó que fue atropellada y casi violada por Nixon. Se colocaron nuevamente al lado de Barrabás.

Todo parece más o menos idéntico. Falta saber si la figura de Herodes y Pilato, que seguramente merodean los cubículos de la justicia venezolana, intervienen en esta historia.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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