La crisis de la barbarie

Cuando una nación y un pueblo se acostumbra a ver con naturalidad como se masacran a seres humanos, como se roba, se saltan y asalta la carta Magna donde reposan las leyes que dan una dirección y un principio, una legalidad, una moralidad, un respeto hacia cada uno de los habitantes de esa nación, cuando se observa con naturalidad y hasta se aplauden las mentiras, los errores, la brutalidad; cuando un pueblo busca excusas para los errores y equivocaciones de quienes gobiernan, al chantaje brutal por votos y a las amenazas de perder hasta sus derechos individuales si no accede a lo que les exigen quienes gobiernan, esa Nación, ese pueblo esta condenado a pagar las consecuencias de su dejadez, a no ser mas sino un trapo con que sus gobernantes se limpian, a ser la caja de caudales de los corruptos.

Una nación y un pueblo que acepta con naturalidad el sectarismo de su gobierno con el resultado de ciudadanos de segunda y de tercera, que vea con naturalidad que se le mienta descaradamente y se lo manipule queriendo el gobierno aparecer como los protectores del pueblo siempre y cuando este acceda a la manipulación, un pueblo que acepte el linchamiento político y el escarnio publico a quienes adversen al gobierno sea del bando que sean, mientras se impide el derecho por todos los medios de cualquier ciudadano a postularse para las elecciones directas y secretas como dictan las leyes.

Una nación y un pueblo que acepte con naturalidad callar pretendiendo una paz que no existe mientras que los que están llamados a protegerlos están entretenidos en hacerles creer que no existe tal peligro, todo bajo control; un pueblo que vea con naturalidad el sacrificio de las grandes colas en la eterna búsqueda de los alimentos y las medicinas para sus familias mientras el presidente, sus familiares y amigos tienen todo lo necesario y mas, nada les falta.

Una nación y un pueblo que se acostumbre a ver como se premian a los corruptos y ladrones, a los bandidos con la espada del Libertador, paladín de la Libertad de América Simón Bolívar, para proselitismo político mientras el gobierno se lava la cara; un pueblo que acepte con naturalidad que se interprete la Constitución y las leyes consagradas en ellas para conculcar los derechos del pueblo de La Republica Bolivariana de Venezuela a elegir, para beneficio del gobierno.

Una Nación y un pueblo que acepte con naturalidad que todos los poderes del estado estén en manos de quien gobierna el presidente Nicolás Maduro Moros, juez y parte: el estado soy yo, que manipule la palabra INICIATIVA y CONVOCATORIA con interpretaciones leguleyas, alevosía y ventaja para no preguntarle al pueblo de Venezuela quien es el único y final depositario de los poderes Constituyentes y es quien puede cambiar nuestra carta Magna.

Una nación y un pueblo que se acostumbre a ver con naturalidad como los cuerpos de seguridad llamados de elite encapuchados penetran a las casas y apartamentos de los ciudadanos violando con ello las leyes sobre la inviolabilidad del hogar, robando, saqueando, golpeando y ocasionando todo tipo de males graves y mayores, en una espiral de violencia desatada, pasando por encima de los procedimientos que marcan la ley de estado y de derecho consagrados en la Constitución.

Una nación y un pueblo que acepte y crea el embuste que sin el gobierno que tenemos y a pesar de sus inmensos errores, que utiliza la muleta del Líder y creador de La Revolución Bolivariana para en su nombre cometer todo tipo de abusos, errores, desfalcos, chantajes morales, para hacerles creer que ellos y solo ellos son los únicos capaces de continuar con la obra y con ello impedir el cambio tan necesario y avance para la continuidad de la revolución e impedir que nadie, oigase bien, nadie pueda ser elegible para avanzar en esta tarea.

Una nación y un pueblo que acepte con naturalidad y costumbre las mentiras con que se escuda el presidente Nicolás Maduro Moros y quienes tras el lo manipulan pues son los que en verdad verdad manejan el poder, que acepte callada y sumisamente que nadie se haga responsable por las atrocidades y equivocaciones, irresponsabilidad con que se ha manejado la administración publica y la cosa publica, que vea con naturalidad como el mismísimo presidente oculta el nombre de los corruptos y ladrones.

Una nación y un pueblo que se acostumbre a ver con naturalidad que se negocie los minerales y toda la riqueza de nuestro suelo a espaldas de ellos mismos en abierta componendas entre el gobierno y grupos económicos escudándose en la palabra socialismo mientras en bonches, yates, orgías y parrandas disfrutan de las prebendas y nuestro pueblo muere de hambre.

Una nación y un pueblo que no se pregunte las razones por las cuales esta aceptando esta manipulación que lo convierte en esclavo y victima de un gobierno cuyos funcionarios "servidores y protectores del pueblo" tienen hasta para comprar propiedades en Francia, yates, mansiones en las mejores urbanizaciones del Este que colindan con el fuerte Tiuna, mientras se escudan en aquella vivienda modesta en que vivían cuando eran pata en el suelo; un pueblo que vea con naturalidad que la tal cacareada unión cívico- militar sirve para todo menos para la verdad, la justicia, la responsabilidad y lealtad a este mismo pueblo que acepta con naturalidad que eso ocurra.

¿Cómo se llama ese pueblo, esa nación que acepta con naturalidad que un grupo de personas cuya demostración de no poder ni saber como se gobierna a la Republica Bolivariana de Venezuela, ocasionando con su incapacidad y escasez la mayor suma de tormentos, desgracias y miserias a ese mismo pueblo que ha perdido hasta la dignidad por un mendrugo de su propio pan?



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Ana Bordas


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