Antes de adentrarnos en lo que los abogados llamamos la cuestión de fondo con el que titulamos la edición de nuestra columna en el día de hoy, comencemos primero por poner en contexto la actual coyuntura que vivimos desde finales de agosto hasta la actualidad.

Comencemos primero con una de las cosas que está incipiente, pero que aun no ha agarrado el cuerpo que debe, como lo es el inicio de la publicación de los archivos de Jeffrey Epstein. Ya figuras como Trump y Clinton figuran como las primeras "víctimas" de esas revelaciones, que seguramente generarán reacciones muy pronto.

La segunda tiene que ver con el aumento de la presión por parte de la OFAC a la familia presidencial de Venezuela. esto porque en el día de ayer, activaron una nueva ronda de "sanciones" como parte de sus esfuerzos por desmantelar lo que calificó como una red de "narcocorrupción" que sostiene al gobierno de Venezuela.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó en la lista de sancionados a la familia directa de Carlos Erik Malpica Flores, quien había sido sancionado la semana pasada por su presunta participación como tesorero nacional y vicepresidente de Pdvsa. Entre los sancionados figuran su madre, Eloisa Flores de Malpica (hermana de la primera combatiente, Cilia Flores), su padre, su hermana, su esposa y su hija.

Asimismo, se añadieron a la lista Roberto y Vicente Luis Carretero Napolitano, familiares directos de Ramón Carretero Napolitano, empresario panameño sancionado anteriormente por supuestos contratos lucrativos con el Ejecutivo venezolano.

Según la OFAC, los Carretero Napolitano habrían participado en negocios con la familia Maduro-Flores, incluyendo asociaciones en diversas empresas y facilidades para el envío de productos petroleros en nombre del gobierno venezolano.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó: "Hoy, el Tesoro ha sancionado a individuos que apoyan al narcoestado deshonesto de Nicolás Maduro. No permitiremos que Venezuela siga inundando nuestro país con drogas letales. Maduro y sus cómplices criminales amenazan la paz y la estabilidad de nuestro hemisferio. La administración Trump seguirá atacando a las redes que apoyan su ilegítima dictadura".

También es importante hacer un breve balance, dentro de la contextualización que debemos hacer, de las operaciones en el Caribe y Pacífico por parte de Estados Unidos, sobre todo de los saldos que hasta ahora dichas operaciones han generado.

Desde el 2 de septiembre de este año, inicio de estas operaciones, y hasta el 19 de diciembre, van más de 30 operaciones, con el saldo igual de embarcaciones hundidas y 104 personas víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de las cuales 4 serían de nacionalidad venezolana, el resto colombianos, trinitarios y de otras nacionalidades de países del Caribe.

El gobierno del presidente Donald Trump, que considera a los carteles de la droga latinoamericanos como organizaciones terroristas y frente a los cuales ha declarado un "conflicto armado directo", justifica las operaciones militares letales de tropas estadounidenses en aguas internacionales.

En agosto ordenó el despliegue de buques militares en el Caribe, con Venezuela como principal foco, y luego extendió la ofensiva al océano Pacífico, involucrando a Colombia y rutas marítimas cercanas a sus costas."

Con ello Trump ataca a los gobiernos de Nicolás Maduro y Gustavo Petro, Presidentes de Venezuela y Colombia respectivamente, de izquierda, en aras de deponerlos y así recolonizar lo que ellos consideran su patio trasero, y que lamentablemente hasta cierto punto han logrado.

Lo señalamos debido a que los gobiernos de Argentina, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Chile, República Cooperativa de Guyana, Trinidad y Tobago, Perú, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Canadá, Panamá, Aruba, Curazao, Bonaire, San Vicente y las Granadinas, Jamaica, Costa Rica y probablemente Honduras si logra consolidarse el Golpe Electoral en ese país con Nasry Asfura, estarían plegándose a los intereses hegemónicos de EEUU.

Quedando como diríamos coloquialmente, Brasil y Colombia, guindando, y no por ser mangos precisamente y que el año que viene tienen elecciones generales, y con posibilidades de que el fascismo en esos países recuperen el control de los gobiernos de los referidos países.

Pero volviendo al tema del balance, la ONU, por su parte, ha advertido que se trataría de violaciones del derecho internacional y ha pedido a Estados Unidos que ponga fin a estas acciones. Pero más allá de la retórica, no trasciende de allí.

Tenemos toda la cronología de los ataques, desde el número 1 hasta el número 30, pero no los colocaremos para no agotarles y por no ser este el principal tema que nos mueve a escribir el día de hoy.

El objetivo de hoy en la edición de nuestra columna es seguir desenmascarando al hegemón en sus verdaderas intenciones de agredir a la Patria de los Libertadores y las Libertadoras de América, la de Bolívar y Chávez.

Y además del petróleo, el agua, las "tierras raras", y toda las inmensas riquezas que poseemos, también tiene que ver con los negocios que se pretenden hacer en detrimento de nuestra soberanía e independencia.

Nos referimos a los tenedores de bonos de deuda venezolana, quienes en estos momentos están cuestionando el aumento de los mismos debido a que este año han duplicado su valor por la "presión de la administración Trump sobre el régimen de Maduro" según reportes de la agencia Bloomberg (que al igual que Reuters y AP, están metidos de lleno en los intentos por derrocar a Maduro). Según JP Morgan, los bonos de deuda venezolanos han subido 101% en este año 2025.

Y el repunte se aceleró a partir del mes de agosto de 2025, cuando inicia el despliegue de tropas estadounidenses en el Caribe y la serie de acciones que han venido elevando las tensiones. Además del acto de piratería moderna con el buque de bandera iraní Skipper, el bloqueo a tanqueros petroleros que salgan y entren a Venezuela y la designación por parte de Donald Trump al gobierno de Nicolás Maduro como "organización terrorista".

Bloomberg ha indicado que los inversionistas han comprado bonos apostando a que Maduro saldrá del poder. No obstante, a medida que transcurre el tiempo, las dudas aumentan.

"No es más que una operación de impulso exagerado", dijo a Bloomberg Carlos de Sousa, gestor de Vontobel Asset Management. Afirmó que "apoderarse" de los petroleros se inclina hacia una presión económica que ya fracasó durante el primer mandato de Trump.

Bloomberg recordó que en 2019 los bonos también subieron cuando más de 50 gobiernos reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y se produjeron "protestas masivas" en el país. Agregó que, en ese entonces, las sanciones estadounidenses dejaron la deuda en el limbo porque no se logró el objetivo político.

Las restricciones comerciales se flexibilizaron en 2023 bajo el gobierno del ex presidente demócrata Joe Biden, lo que amplió la base de inversores y permitió a JPMorgan volver a incluir la deuda en sus índices. Los precios rondaron los 20 centavos de dólar.

"El mercado está operando puramente en función de los titulares", afirmó David Austerweil, de Van Eck Global, que recortó su posición tras el alza.

Los bonos soberanos se negocian alrededor de 28 centavos por dólar, lo que implica hasta un 50% de probabilidad de cambio de régimen, según el analista de Barclays Jason Keene citado por la agencia. Aun así, se mostró escéptico de que Maduro esté considerando dimitir sin una acción estadounidense más contundente.

Así que, con la verdad nos hemos topado. Y vemos como el intento de derrocar a Maduro se ha convertido también en un gran negocio.

Pero como hay gente que no aprende de sus errores, y como lo estamos señalando en el presente escrito, al igual que en el año 2019, van a volver a fracasar y a no lograr el objetivo político de deponer a Maduro.

Y además de ello, y como decimos coloquialmente, "se perdieron esos reales…"

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!