Mérida, 19 de septiembre (aporrea.org-Mérida) A pesar de que el gobierno nacional a través del ministro de alimentación anunció una importante adquisición de leche en el exterior, a fin de abastecer el mercado interno, el producto lácteo retorna tímidamente solo en algunos grandes supermercados de la ciudad. Todavía no llega a los abastos y pequeños comercios, los cuales en su mayaría se encuentran ubicados en zonas populares. Al respecto, nos cuenta un empleado del supermercado CADA de Glorias Patrias, “la leche llegó esta mañana, y ya se terminó…la cola de personas era inmensa para adquirir el producto…”
Por otra parte, pudimos observar que la leche en polvo, llegaba en una sola presentación y en bolsas de 900 gramos, es decir con 100 gramos menos. Debemos recordar que antes de que se presentara el desabastecimiento, los consumidores podían adquirir y escoger entre varias marcas, el paquete de leche en polvo de 1 kilogramo.
En Caja Seca la leche a Bs. 22.500 bolos!
Así mismo el equipo de aporrea.org-Mérida, pudo constatar este pasado fin de semana, que en el mercado municipal de Caja Seca, (estado Zulia), la leche en polvo de la marca “San Simón” es vendida al publico, “por debajo de la mesa” a Bs.22.500, es decir con un sobre precio de diez mil bolívares.
Continúan irregularidades con respecto al expendio de carnes rojas y el pollo
En medio del drama que vive la población venezolana con respecto a la escasez de varios productos de la cesta básica y el aumento de otros, continúan las irregularidades en relación al expendio de carnes rojas y el pollo, los mismos son ofertados al consumidor por arriba de los precios estipulados por el organismo de protección al consumidor. En las carnicerías “se exhiben” las listas con precios regulados de los cortes del pollo y carnes rojas, pero esto no se cumplen a la hora que el cliente cancele. Y si el cliente incurre en el error, de recriminarle al comerciante. Reciben la siguiente respuesta: “señor si no le parece, váyase para Mercal…”
Llama la atención, que el entusiasmo desplegado inicialmente por el organismo de protección al consumidor, Indecu, con el tiempo ha perdido su fuerza en el cumplimiento de las regulaciones de los precios establecidos para algunos productos de la cesta básica. En otras palabras los precios y regulaciones impuestas por el gobierno, a favor del pueblo venezolano, no son tomados en cuenta por los comerciantes, quienes abiertamente manifiesten su descontento por la medida.