Los galenos negociantes

La corrupción mis queridos amigos es hoy por hoy un flagelo bien instaurado dentro de nuestra sociedad venezolana, es difícil de combatir, tiene muchos amigos y cómplices. El grado de complicidad social es tal, que hace de la corrupción un paradigma a alcanzar por muchos de sus miembros alentados por el grado de impunidad existente.

La corrupción se manifiesta en diferentes formas y maneras, su gran apoyo es la impunidad producto de la manipulación de la ley ejercida “sabiamente” por ciertos jueces y magistrados que se venden generalmente por dinero. Diría alguien alguna vez, que ese dinero no es más que los ojos del Diablo.

Hagamos un breve recorrido por casos típicos de corrupción hasta llegar a uno que es bastante sorprendente por el sitio y calidad de los protagonistas. Así tenemos:

** El diputado de la AN que se presta a vagabunderías o el Alcalde o Gobernador que maneja a su propia conveniencia los recursos que ha puesto en sus manos el Estado para hacer y no hace o hace mal. Un ejemplo emblemático es: “El hueco” que nunca se repara y siempre está presente.

** El magistrado eclesiástico. Cuando es curita se pilla algunos BsF de la limosna que entra en la misa y cuando ya es el Sr. Obispo, maneja a su manera y con utilidades personales, el dinero que aporta el Estado para el mantenimiento de su Diócesis.

** La administración de tu condominio. Son personas elegidas por ti para que administren bien tu dinero, pero en la mayoría de los casos aplican sus criterios de abundancia y te limpian todos los meses del año.

Estos casos son habituales y de hecho son a veces causas de mamadera de gallo, lo que indica que hay un cierto grado de complicidad social en la gente porque calla o le resta seriedad al caso. Desde ese preciso momento, entramos a formar parte de nuestra Sociedad de Cómplices. Pero, hay casos verdaderamente horrorosos y repugnantes por su esencia, me refiero al negocio “bien montado” de los médicos del servicio de Neurología del Hospital Vargas en la ciudad de Caracas.

Es sorprendente enterarte, en mi caso por la RNV, que existan seres humanos, capaces de manejar impúdicamente el destino de la vida de otros, a los cuales llaman pacientes y luego transforman en clientes a ser considerados como fuentes de producción de dinero, al igual que las chicas de un burdel, y que hayan sido encerrados por meses en espera de una ansiada intervención quirúrgica, la cual al final si se hacía era en los quirófanos de sus clínicas privadas. Supuestamente está involucrado en este negocito un tal Edgar González jefe del servicio de neurología del HV y sus cómplices. Que dirán las asociaciones profesionales de la medicina, el Colegio de médicos del DF etc,etc. ¿Cómo va actuar el gobierno ante un caso tan perverso?

Ya aparecerá un ilustre Jurista que asuma su defensa. El caso es realmente vergonzoso, ¿Callará la sociedad y la prensa permanecerá muda? Ojalá no triunfe otra vez la impunidad, sería una desgracia.

alexriver870@hotmail.com


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Alex Rivero


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