"La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo". Fin de la cita. José María Vargas Vila.
La Operación Mano de Hierro, ordenada por el presidente Nicolás Maduro contra la corrupción que azota a Venezuela desde hace años, ha cobrado las primeras "víctimas". Alcaldes, diputados, y dos fiscales del MP, por ahora, son los primeros detenidos en acciones distintas, la primera por narcotráfico, y la segunda por contrabando de gasolina.
Policías venezolanos detuvieron a la alcaldesa Keyrineth Fernández, de Casigua del Cubo en el estado venezolano del Zulia, con seis panelas de cocaína, alrededor de siete kilos. Junto a Fernández fueron apresados dos diputados de la AN.
Dirigentes del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en el municipio Jesús María Semprún llevaban semanas denunciando el abuso de poder reiterado de la alcaldesa, que incluso usó a paramilitares para amedrentar a los votantes durante la jornada electoral del 21-N, además de cometer "múltiples delitos electorales". Las denuncias elevadas al PSUV no fueron atendidas.
La alcaldesa encabezaba una red de narcotráfico, ahora desmantelada, de la que también forman parte Taína González, diputada por el Zulia, y Luis Viloria Chirinos, diputado por Táchira, ambos estados fronterizos. Lo más llamativo es que Viloria apareció en diciembre entre los detenidos en otro operativo anti drogas, pero inexplicablemente permanecía en libertad. Según informaron los medios oficialistas, el diputado esa vez cayó en un operativo efectuada por la Guardia Nacional Bolivariana, contra un grupo que transportaba 336 panelas de cocaína desde el estado Táchira hasta el puerto de La Guaira.
Taína González ejercía como comisionada de asuntos religiosos en las Juventudes del PSUV, donde alcanzó cierta popularidad en las bases revolucionarias al convertirse en la diputada más joven de la Asamblea Constituyente. Viloria, en cambio, militaba en uno de esos partidos de la "oposición-alacrán" que exhiben riquezas sin nunca haber trabajado, y menos pegado un bloque a lo largo de su vida, incluso en medios revolucionarios, se dice que era asesor de Luis Parra, uno de los líderes de los llamados "alacranes" que llegó a presidir la Asamblea Nacional en el 2020. Estos diputados-alacranes abandonaron las filas opositoras para conformar una bancada al servicio del Jeque de Cabo Verde, que permanece en una prisión de Florida USA a la espera de juicio.
En un segundo operativo de las autoridades policiales, y la Fiscalía General de la Republica al mando de Tarek William Saab, han propinado otro golpe a la corrupción, desmantelando otra red, en esta ocasión vinculada al contrabando de gasolina, uno de los principales negocios del comercio ilegal de combustible hoy en el país, donde ese derivado del petróleo está racionado, subsidiado, y dolarizado. A Carlos Vidal, alcalde del municipio Independencia en el estado Anzoátegui, y al fiscal superior de Bolívar, Manuel Gil da Silva, se les acusa de ser los líderes de una "peligrosa red de delincuencia organizada" dedicada al desvío, contrabando, y venta ilegal de combustibles hacia el arco minero. "Traidor a la confianza del pueblo e indigno de su investidura", señaló Tareck el Aissami de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) al alcalde detenido. Las estaciones de gasolina, en las que proliferan los sobornos, están bajo el control de los militares.
"Cualquier desviación de la correcta línea revolucionaria debe ser condenada, repudiada por los militantes del PSUV. Vamos a una profunda revisión, quien incurra en hechos delictivos, llámese como se llame, le caerá todo el peso de la ley", advirtió Diosdado Cabello Rondón vicepresidente del psuv tras las detenciones.
Veremos de ahora en adelante si el gobierno le pone el "cascabel al gato", cortándole las pinzas a los llamados alacranes, que de patas en el suelo, pasaron a ser multimillonarios con escoltas policiales, estrujándole al pueblo en su narices, sus riquezas mal habidas, ya que no aguantan la mas leve auditoria anti corrupción, la gente se pregunta de donde sale el dinero para financiar obras, y hacer negocios en alcaldías quebradas, que cayeron en manos de los alacranes el pasado 21N, y donde están usurpando abiertamente funciones del gobierno nacional.
Como militante y analista político, esta guerra contra la corrupción, ordenada por Maduro debe seguir dentro de la revolución, y sus periferias. Quiero creer que las fuerzas militantes revolucionarias están tomando nota, y recabando información para saber con claridad cuáles son los factores de las corrupciones involucradas, y poder sacarlos del juego macabro que destruye a Venezuela.
