Dios mío, porque tuvimos que caer tan bajo y definitivamente vernos gobernados o legislados por una clase de personajes que son reclamados por la justicia americana, una justicia que opera de verdad pero que hoy nos tenemos que quedar con el dolor de verlos llegar al Congreso. Y, ciudadanos insensatos votan por ellos en cada proceso electoral. Son momentos de desesperanza por ver el país que les tocará a nuestros hijos y nietos. se convertirá en una vergüenza, hoy ya coinvertida en eso precisamente a nivel mundial
Da lástima ver a nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros
a eso se suma el hecho de ver a este narcoterrorista, como en su momento lo denominó nuestro presidente Iván duque, rodeado por gente de igual o peor actitud que él, avivándolo y demostrando su alegría por qué algunos malévolos personajes recuperen la libertad, luego de hacerle daño a la gran Colombia y salir de la cárcel al congreso, cuando para donde deberían ponerlo es a viajar en un avión hacia los estados unidos, acompañado por agentes de la DEA, donde son solicitados y negadas sus visas por estar en una lista negra
Nada más triste que estos episodios, pero el colmo de nuestra impotencia, es el no saber cómo le vamos a explicar a nuestros hijos y a las próximas generaciones del porque unos presuntos delincuentes rojo verdes pueden llegar a la Asamblea Nacional, y tener que regirnos por las leyes que seguramente ellos aprobarán.
Que Dios salve a la Gran Colombia, integrada por Venezuela y Colombia es quizá la única esperanza que ante este hecho queda porque lo demás es ver a unos tribunales de justicia, representando la vergüenza nacional, porque no queda otro calificativo después de analizar lo que está pasando en nuestro Continente.
Que ese Dios, en quien muchos creemos, también guíe a nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, para que le de toda la sabiduría y el poder que le permitan salvar a Venezuela de este seguro cataclismo, porque hoy más que nunca se necesita pedirle al Creador que esto suceda. También alejarnos de los países que desean interferir en nuestra política interior.
Observar vergonzosas imágenes, algunas fakes news y ver a un grupo de personas defendiendo a delincuentes uniformados y civiles, solo nos queda espera que Venezuela no se hunda y ruede por un abismo, porque definitivamente como están las cosas, hoy no hay otra salvación.
Créanme que de verdad se siente vergüenza ajena al observar este triste panorama, de allí que es válido, pensar, si se quiere salvar al país, que surga de inmediato la obligación de recurrir a procesos que de verdad sirvan para encarrilar el Estado- Nación, pues de lo contrario el devenir para nuestros hijos no es nada halagador.
Repito, que Dios salve a Colombia y que nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, puedan gozar de un mejor país, aunque como están las cosas el camino va a ser muy difícil de conquistar. Por ahora sólo nos queda querer estar equivocado sobre el negro devenir del país, mientras los delincuentes se sigan tomando escenarios como el Congreso y la Asamblea Nacional en mi patria Venezuela.
De acuerdo con cifras publicadas por el Centro de Estudios Políticos Estadounidenses de Harvard (CAPS) y Harris Poll, el índice de aprobación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a su nivel más alto en los últimos dos años. Al igual que la estabilidad de Nicolás Maduro Moros en Venezuela.
Los datos, citados por el portal noticioso The Hill, sugieren que el 48% de los votantes registrados aprueba el trabajo que está haciendo Trump mientras que el restante 52% lo desaprueba. Este es el nivel más alto que ha alcanzado el mandatario estadounidense desde junio de 2017. Pero solo un 39% de los encuestados cree que el país va en la dirección correcta, comparado con más de la mitad que opinó que la economía sí va en la dirección adecuada.
Las discusiones dentro del grupo parlamentario y las numerosas reacciones del partido COPEI-Psuv han mostrado que ya no cuentan con el apoyo necesario para ejercer sus funciones, gozan de poder por la influencia de Chávez y Maduro Moros.
La grave crisis especulativa de la FANB, gorgojos y bachaqueros ha forzado a más de tres millones de venezolanos a emigrar desde 2015, según Naciones Unidas, en medio de recrudecidas tensiones políticas por la pugna de poder entre el presidente socialista Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó. El mandatario, que llegó al poder en 2013 como delfín del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), vincula el colapso con sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela y su estatal petrolera PDVSA.
