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Operación Gedeón II: ¿Contra el hambre y la miseria?

La Biblia nos enseña varios personajes sobre como Dios los guió en su vida y como los uso, un ejemplo es Gedeón (no fue para llevar el mal y la injusticia) como Dios tomo la dirección de su vida. Gedeón tenia una visión limitada pues cuando Dios lo llamo se sintió inferior pues le respondió diciendo que era el menor y que su familia era pobre. (Jueces 6:15 y 16). Pero Dios sabía que era un hombre inteligente, esforzado y valiente. En la Biblia no se le menciona mucho pero se dice que fue uno de los grandes personajes del Antiguo Testamento. Su historia se lee en Jueces en sus capítulos 6 al 8.

El que tiene oídos para oír oiga, tengamos cuidado con los con el mover de este tiempo pues, la palabra es clara, y para aquellos que en algún momento nos dejamos guiar únicamente por lo que vemos físicamente por ejemplo una espada literal , ustedes sabrán porque lo digo, guarden su corazón y no pongan la mirada en ningún hombre, sino únicamente en aquel que dio su vida por amor a nosotros, oremos mucho por los ministros que Dios a levantado, para que no desvíen su mirada del blanco que es Jesucristo el único y suficiente salvador de nuestra vida. Fin de la cita.

El hambre aprieta en Venezuela, causada por la inflación, la escasez, y el desabastecimiento de alimentos, medicinas, bienes, y servicios que hoy sufren millones de venezolanos, esto ya es insoportable para el ciudadano, que ya no sabe que hacer para sobrevivir a tan grave y caótica situación socioeconómica.

La situación ya es insostenible para la población, y en especial para la clase trabajadora que está pasando hambre porque los sueldos y salarios que devengan no permiten cubrir la canasta alimentaria familiar.

Una grotesca especulación arrasa con el bolsillo de los venezolanos. Donde el costo de los alimentos, medicinas, artículos de higiene personal, viviendas, pasajes de transporte urbano y extraurbano, hospitalización en clínicas, se han incrementado en tan poco tiempo hasta en más de un 2000 por ciento según los expertos del área económica.

Comerciantes chinos y sirios muchos en situación de inmigración ilegal golpean con fuerza a la población, ya que controlan los medios de comercialización, y el capital a través de la presunta legitimación, y terminan beneficiándose con la devaluación monetaria, en la continua alza de precios, por inflación.

Y todavía hay idiotas fanáticos que se atreven a señalar que en Venezuela no hay hambre ni pobreza, porque estamos en socialismo. ¿En qué mundo vivirán estos tísicos intelectuales?

Parece que estamos en un periodo especial cubano del siglo XXI, es lo que se observa en pleno desarrollo, a lo cual ciertos personeros lo etiquetan como socialismo del siglo XXI. Al que intentan presentarlo como humanista, lo que es imposible presentarlo de esta manera por ser de naturaleza egoísta, codiciosa, explotadora, y depredador del salario del pueblo.

Se trata de una visión tremendamente perjudicial para la población, sin importar el modelo socioeconómico ni las medidas asistencialistas (carnet de la patria) supuestamente beneficiosas para los asalariados; sistema salvaje de exterminio, por medio del cual grupos adinerados expolian y subyugan a gran parte de la población, sometiéndola a su antojo. Es la esclavitud moderna de un pueblo, tienen licencia para expoliar y mantener en la pobreza, y la miseria a millones de venezolanos.

De nada ha servido, que el gobierno bolivariano aumente constantemente el salario, pues los aumentos criminales en los alimentos y otros rubros de primera necesidad, son de espanto y brinco. Quien les dio luz verde a estos comerciantes y distribuidores para una especulación atroz, y que fijan precios de forma exagerada. Con claridad se percibe aquí la prevalencia de un "socialismo neoliberal salvaje".

El alto costo de la vida en Venezuela es una situación deleznable y terrible, a consecuencia de un capitalismo salvaje que ciertos voceros del gobierno alegremente lo llaman socialismo del siglo XXI. Esto afecta diariamente a la gran mayoría, que hace maromas para adquirir productos y utilizar diferentes servicios; sólo el burocratismo y asalariados alienados, ignoran la creciente especulación generalizada en el país. Esto es una especie de paquete neoliberal, al peor estilo de Carlos Andrés II, lo que falta es el aumento de la gasolina para exterminar aún más a los pobres, y llevarlos a un punto de ebullición, y que reaccionen violentamente contra el gobierno, donde este activaría la ‘operación Gedeón II al revés’ con todo su componente bélico para aplastar sin contemplación una eventual explosión social causada por la miseria y el hambre del siglo XXI.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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