Exploradores, bachaqueros, militares y dirigencia política abatizan riquezas del pueblo

La consolidación de la estructura social en Venezuela ha tenido una resistencia natural por parte del pueblo. Con la llegada del Comandante Hugo Chávez Frías se abrió un nuevo capítulo de la historia demográfica venezolana. Al país se le ha integrado una considerable población y contingente extranjero, que, han visto en el papel nuestras riquezas, sin evidenciar que la realidad es otra.

La explotación del oro y la conquista del arco minero a través de las pequeñas comunidades de exploradores y militares, como población indígena utilizada como transportadores de herramientas y abrir surcos alrededor de las minas, ha originado un flujo de personas hacia el Orinoco y Tumeremo, teniendo ésta región un efecto contrario al Brasil Amazónico, en parte el juicio a Dilma Russelff  es por la economía minera y el petróleo en el tráfico de influencias y lavado y legalización de capitales en los paraísos fiscales.

En nuestro caso, la minería tuvo su importancia cuando los hermanos  Charles y  Alán Brewer Carias tomaron el predominio sobre la Faja del Orinoco y más allá de los campamentos indígenas, los tepuyes fueron cartografiados y el mundo exterior sabe de las riquezas del lugar, pero, el venezolano se empobrece cada día más y no recibe  beneficios de ese caudal de dinero que reposan en esas mantas verdes de pura vegetación.

La conquista española, nos hizo mucho mal. Junto a los portugueses implantaron un Estado centralista y marcadamente feudal y la égida del Estado fue el comercio, supervisado por la Compañía Guipuzcoana, los Welsers y alemanes, un mercado de despojo donde el indígena, campesino y la familia venezolana que residía en las comarcas, tenían poco acceso a ese capital.

Aquí, en Venezuela, los imperios desean imponer el sistema capitalista disgregando a las familias pudientes y desde 1765 desean imponer el libre comercio que en base a concesiones cercenan la libertad de compras entre provincias, bajo una misma bandera, en éste caso, la tricolor.

Por esto, no es extraño en los puntos de fronteras de cada Estado que agrupa a Venezuela existe un punto de control, bajo la vigilancia de gendarmería y uniformados militares que detienen a los chóferes en sus respectivos vehículos y se llevan repetidos un producto se lo quieren decomisar, pero, no lo llevan al puesto fiscal de la región, sino, son colocados en los mercados para peculio personal y del marchante, debido a esto, se produce escasez, inflación, corrupción y tráfico de influencias.

El presidente, Nicolás Maduro Moros debe releerse la historia de Cucuta, Maicao, Bolívar, Puerto Cabello y La Guaira, y se dará cuenta de las correrías de carteles en el país. Nada extraño a la antigüedad.

Lima, es un gran emporio comercial, y viene luchando desde hace dos siglos en defensa del privilegio de tener el monopolio acuífero de la región y de la plata como metal y busca consolidar el negocio del cacao venezolano vía Colombia y Ecuador hacia Buenos Aíres, un buen corredor vial. Marítimo y aéreo para producir buenos Soles y Pesos, Perú siempre ha sido aliada de China y una importante colonia se encuentra asentada en sus tierras desde generaciones y aprovechando la triangulación de la economía venezolana con Cuba y las firmas de convenios, mientras el pueblo venezolano ante tanta  riquezas, debe hacer colas para obtener un paquete de harina precocida o pasta por una cantidad exuberante de dinero, pero, la Globalización está allí presente junto al Dólar, como moneda de sustentación económica.

La Habana, estableció en 1740, una importante compañía captadora de divisas, teniendo en el tabaco y azúcar, las fuentes de su bienestar y los norteamericanos se asentaron allí y preñaron a las mujeres cubanas, luego los alemanes y rusos, construyendo centros de acopio en Guantánamo, Holguín y sus alrededores. Al otro lado de la isla se encontraban la clase trabajadora africana y caribeña forjando el futuro de la isla. Hasta llegar a ser un paraíso fiscal de la región.

Luego las Indias fortaleció el comercio hacia éstas islas y Sevilla como Cádiz, rompieron el monopolio comercial, permitiéndole a los blancos criollos – españoles nacidos en América- libertad para navegar por los puertos latinos de Chile, Perú, Tierra de Fuego hasta el Mar de La Plata.

Así que presidente Maduro, el venezolano conoce de historia política, no queremos nada con Miguel Pérez Abad, me refiero a los oficialistas y el Proyecto Bolivariano, conocido como Simón Bolívar llegó a sus límites, porque el pueblo esta pasando hambre y necesidades de diferente índole.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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