Hoy, después de Dos años de haber instalado el Chip en mi carro para el control en el suministro de gasolina, por fin lo estrene. Quiero decir que, después de Tres largos años, en los que he estado haciendo colas y que las mismas cada día se han incrementado en tamaño y molestias, me pareció volver a la normalidad. Fue cuestión de Diez minutos, entre llegar a la estación de servicio y salir con mi tanque lleno. La gran pregunta es ¿por qué se han demorado tanto nuestras autoridades en implementar este mecanismo, que a todas luces es la solución definitiva al “bachaqueo”?. Y ahora que por fin se esta implementando, después de Dos años de promocion, ¿por qué en unas estaciones y en otras no?. Las medidas deben ser radicales. No se pueden estar anunciando por mucho tiempo, dándole largas al asunto, porque pierde credibilidad en el pueblo. Precisamente, a esto me referí en mi anterior articulo “cuestión de orden y autoridad”, http://www.aporrea.org/
Ahora bien, resulta que el alcance que este mecanismo puede tener llega hasta la seguridad misma. Con este dispositivo tan sencillo, Chip, se abre un mundo de posibilidades para el control de la flota. Cualquier policía o autoridad, con solo tener un lector óptico, tendrá toda la información necesaria de cada vehículo. Desde el dueño, año de adquisición, traspasos, multas, etc.
Por otra parte, y esto inspirado en el mecanismo utilizado por la empresa transnacional MAKRO, que incluso fue muy criticada en su momento por ser excluyente, y haciendo la analogía con el Chip para la gasolina, no suena muy descabellado la implementación de un Pasaporte, o mejor una tarjeta única para el acceso a los Supermercados. Ojo, solo acceso, una vez por semana de cada usuario, interconectado con todos los supermercados. Una vez adentro, el usuario comprara cualquier articulo, regulado o no. Seria muy interesante estudiar esta posibilidad, para controlar el bachaqueo de alimentos.
Y, por ultimo, el control en los abastos y tiendas de barrio. Verdaderos verdugos del pueblo ya que la clase media y alta no frecuenta estos negocios. Estos abastos son los verdaderos desangradores de sus mismos vecinos. Allí, en tiendas, bodegas, abastos, etc. Siempre se consigue cualquier producto, siempre lo hay. Solo que a precios bien injustos, entre 400% y 500% del precio. Llámese producto regulado o no.
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Cuestión de orden y autoridad.
Feliz año 2015!